¿Puedo ayunar durante la lactancia materna?

¿Has escuchado hablar del protocolo de ayuno intermitente? De ser así, igual te estás preguntando si se puede poner en práctica durante la lactancia materna.

Madre dando el pecho a su bebé.

El ayuno intermitente es uno de los protocolos dietéticos de moda. Se han evidenciado ciertos beneficios en lo que a pérdida de peso se refiere y otras mejoras en la salud. Ahora bien, puede no ser recomendable ayunar durante la lactancia materna.

En el posparto muchas mujeres se preocupan por recuperar la figura anterior al embarazo. Por este motivo, buscan protocolos o estrategias dietéticas que les permitan reducir el aporte calórico diario. Sin embargo podrían existir alternativas más recomendables, como veremos a continuación.

Los beneficios de ayunar

Mujer dando el pecho a su bebé.
Durante la lactancia, la madre debe asegurarse una dieta completa y variada, a fin de aportarle al bebé los mejores nutrientes a través de la leche.

Este mecanismo consiste en evitar la ingesta de calorías durante al menos 16 horas, lo que repercute forma positiva sobre la composición corporal. Así lo afirma una investigación publicada en la revista Canadian Family Physician.

Asimismo, es posible ejercer un control efectivo de la glucemia en situaciones de diabetes por medio del ayuno intermitente. El protocolo consigue mejorar la eficiencia del metabolismo, provocando una mayor capacidad para oxidar grasas y un incremento de la sensibilidad a la insulina.

Sin embargo, no se trata de un mecanismo que puedan llevar a cabo todas las personas, aunque por el momento parece haber pocos riesgos asociados.

Se discute su implementación en el caso de los adolescentes, durante el embarazo y en la lactancia materna entre otros. 

El ayuno durante la lactancia materna

La búsqueda de formas para recuperar el peso antes del embarazo o el hecho de haber practicado ayunos antes de quedar embarazada, podrían ser dos motivos que llevarían a algunas mujeres a plantearse la idea de hacer ayunos intermitentes en la lactancia (sin tener en cuenta los ayunos por motivos religiosos).

Saber si esta práctica es positiva o negativa no puede afirmarse con seguridad ya que no existen datos que avalen ninguno de los dos supuestos. Sin embargo antes de decidir aplicarlo o no se deben tener en cuenta algunos aspectos.

El período de la lactancia materna requiere un suministro constante de líquidos, energía y nutrientes. Este es uno de los pilares que permite mantener una producción de leche constante.

Por lo tanto, pasar un determinado número de horas sin ingerir nada podría repercutir de forma negativa en el proceso de producción de leche y en su composición.

Por otro lado, concentrar todas las comidas en una ventana más pequeña de horas podría conllevar un claro riesgo de déficit energético. En este momento, los requerimientos calóricos de la madre todavía siguen aumentados, por lo que este desequilibrio no sería aconsejable.

Se calcula que durante la lactancia materna las mujeres necesitan un aporte extra de entre 300 y 400 calorías más al día que antes de quedar embarazadas.

Esta energía es necesaria no solo para la producción de leche y el proceso de lactancia.Un estudio publicado en Maternal and Chil Health Journal muestra que un déficit de nutrientes podría incrementar el riesgo de desarrollar depresión postparto.

Saber si estas condiciones afectan la salud del bebé es complicado por la falta de datos disponibles. Asimismo cada madre y cada situación es diferente por lo que no es posible formular conclusiones claras.

Ayuno religioso y lactancia

Los ayunos por motivo religioso no son hechos novedosos y podrían representar una de las pocas fuentes de experiencia en este sentido. Es lo que sucedería, por ejemplo, durante el Ramadán.

En este caso las madres embarazadas o lactantes están exentas de la obligación de ayunar, en especial si se teme por su salud o la del bebé. No obstante, son muchas mujeres en el mundo que amamantan con normalidad a sus bebés mientras ayunan durante este período concreto. 

Existen estudios que recomiendan la abstención ya que el estatus nutricional de la madre podría verse afectado. También se ha observado una ligera variación en la composición de la leche si bien no parece ser perjudicial para el pequeño.
En caso de optar por el ayuno, desde la Asociación Australiana de Lactancia Materna aconsejan lo siguiente:

  • Que la madre beba abundantes líquidos y que coma de manera nutritiva entre la cena y el alba. De esta manera se buscaría evitar las pérdidas diurnas.
  • Puede ser que el bebé necesite mamar con más frecuencia durante la noche.
  • Es recomendable reducir el nivel de actividad mientras dure el ayuno y mantenerse protegido del calor.

Las madres sanas pueden adaptarse bien a un periodo de ayuno corto o poco severo. No obstante lo más recomendable es consultar con el médico antes de tomar una decisión.

Además es preciso controlar el crecimiento del bebé, la frecuencia de las deposiciones y la orina o si presenta signos de aletargamiento. Estas podrían ser señales de que algo no va bien con la lactancia.

Mejorar los hábitos es mejor que ayunar durante la lactancia materna

A falta de estudios que comprueben la seguridad de ayunar durante la lactancia materna para la salud de la madre y el bebé, es mejor optar por otro tipo de estrategias. Es posible conseguir perder peso y mejorar la composición corporal en este periodo sin recurrir a protocolos restrictivos.

Lo mejor es focalizar la atención en la calidad de la dieta, apostando por el consumo de alimentos frescos y reduciendo la ingesta de ultraprocesados industriales.

Es importante asegurar la presencia en la alimentación de comestibles con elevada densidad nutricional, para garantizar que la leche materna no es deficitaria en vitaminas.

Acto de la lactancia materna
Una dieta de calidad, una buena hidratación, descanso y ejercicio físico son los pilares para una excelente lactancia materna.

Por otra parte, se puede incrementar la carga de trabajo físico por medio del ejercicio, aunque siguiendo el principio de progresión la intensidad.

Durante el posparto el cuerpo de la mujer todavía está sensible, por lo que los esfuerzos han de realizarse con cierta mesura. De lo contrario, podrían experimentarse lesiones deportivas.

Existen mejores alternativas que ayunar durante la lactancia materna

No está demostrado que ayunar durante la lactancia materna sea malo. Tampoco que tenga beneficios a nivel de salud. Es probable que si se plantea una dieta variada y con un ligero superávit calórico en el contexto del ayuno intermitente se consigan experimentar cambios positivos en la salud de la madre.

Sin embargo, el hecho de plantear un mecanismo restrictivo conlleva el riesgo de generar una carencia a nivel energético, lo que no sería recomendable en este contexto.

Por ello, y a falta de evidencias científicas que demuestren lo contrario, lo mejor es seguir un método dietético más clásico, con 3 o 5 comidas diarias.

De este modo, se asegura el ligero superávit energético necesario para que la leche materna cuente con una elevada densidad nutricional. Así, se satisfacen los requerimientos del bebé y se evita un catabolismo en el organismo de la madre que podría llegar a ser negativo a medio plazo.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

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