11 claves para prevenir accidentes en la habitación de los niños

En ese cable que queda suelto, un niño puede ver un juego, mientras que un adulto detecta un riesgo. Sucede que, a determinada edad, los menores no tienen interiorizada la idea del peligro, sino que se mueven por la curiosidad y su deseo de explorar el mundo. Sin embargo, también debemos propiciar que jueguen y descubran. Por eso, podemos anticiparnos y tomar algunos recaudos para prevenir accidentes en la habitación de los niños. Veamos.

Apunta estas claves para prevenir accidentes en la habitación de los niños

A continuación, te brindamos algunas claves para que la habitación de los niños sea segura.

1. Asegurar las ventanas y otros objetos

Tener en cuenta la seguridad de las ventanas y los objetos ubicados cerca de ellas es muy importante. Si la cama está ubicada cerca de las aberturas, ya sea a través de un juego o por curiosidad, los niños corren el riesgo de sufrir caídas o de que un objeto pueda caer sobre ellos.

Por otro lado, ante ráfagas de viento, si la ventana se abre de imprevisto, los chicos podrían sufrir golpes. Es por esto que, a temprana edad, es importante que la zona de las aberturas quede despejada.

2. No dejar la llave en la puerta

Si la habitación cuenta con llave, es importante que no quede puesta. De manera accidental o por alguna travesura, los niños pueden quedarse encerrados y darnos un buen susto.

3. No dejar cables al alcance del menor

Es recomendable que los cables no estén al alcance del pequeño. Además, tienen que estar lo más ordenados posible. Por ejemplo, se puede acudir al uso de un sujetacables.

4. Prestar atención a los pisos

Es clave chequear si la superficie de la habitación es resbaladiza. De ser así, puedes incorporar alfombras, ya que no solo evitan los deslizamientos, sino que también contribuyen a amortiguar los golpes.

5. No colocar muebles con bordes filosos

Evitar los muebles que terminan en puntas o con bordes rectos y filosos es fundamental para resguardar la seguridad de los pequeños.

6. Poner los juguetes al alcance del niño

Poner a mano los juguetes que el niño usa con frecuencia es una buena idea. De esta manera, no solo podrá divertirse con ellos, sino que también evitarás que se ponga en peligro al intentar alcanzarlos. Recuerda rotarlos cada cierto tiempo para que pueda cambiar y disfrutar de distintos juegos.

7. Asegurarse de que el mobiliario esté bien atornillado

Si empleamos algún tipo de mobiliario auxiliar, es conveniente chequear que queden fijos o atornillados para evitar que se les caigan encima o se desplacen.

8. No dejar muchos objetos en las superficies

Evitar que existan múltiples objetos sobre las superficies es clave, por ejemplo, sobre una mesa. Muchas veces, si los pequeños intentan alcanzar alguno, sucede un efecto de cascada y terminan por caerse los otros.

9. Dejar una lámpara al alcance

Procura que exista algún tipo de iluminación de refuerzo que esté al alcance. Por ejemplo, una pequeña lámpara. De esta manera, si por la noche tenemos que asistirlos o quieren dirigirse a nuestra habitación, tendrán acceso a la luz y evitarán tropezarse en la oscuridad.

10. Trabar los cajones de los muebles

Si los muebles tienen cajones, es importante que queden trabados, ya que pueden ser usados por los niños como escalera para acceder a otros lugares o ganar altura.

11. Evitar colocar objetos sobre la cuna

Evita colocar guirnaldas u objetos sobre la cama o cuna, ya que podrían soltarse, caerse sobre el niño y golpearlo o provocarle asfixia.

Todo lo que sí puede estar presente en la habitación de los niños

A simple vista, puede parecer incompatible el hecho de jugar y la seguridad en la habitación de los niños. Sin embargo, debemos aprender a mirarlo más bien como la generación de un espacio que permita y facilite el juego y el movimiento sin sobresaltos, impedimentos ni preocupaciones. Ahora bien, podemos tener presentes algunas ideas para recrear un dormitorio en donde convivan la diversión y el descanso en partes iguales.

• Es recomendable que la habitación de los niños sea planificada de manera sectorizada. Por ejemplo, un lugar en donde tengan una mesita y puedan pintar, la cama o sillones tipo puff en donde leer cuentos y descansar, entre otros. De este modo, les permitimos que cambien de ritmo y de actividad en la medida en que lo necesiten.
• Elige superficies que sean lavables o fáciles de limpiar. Por ejemplo, pizarras en donde puedan dibujar y borrar todas las veces que lo deseen.
• Se recomienda que la habitación tienda al minimalismo. En todo caso, se pueden usar diferentes cajas y muebles para el guardado, que permitan mantener el orden. Esto no quiere decir que la habitación no pueda ser “vivida” y deba permanecer intacta. Por el contrario, mientras se juega, se puede desordenar, pero una vez que el juego finaliza, también debe poder percibir esa diferencia. Caso contrario, cuando todo es un caos, tanto niños como adultos corren el riesgo de tropezarse con un objeto o de no encontrar sus pertenencias, entre otras.

El juego, un reflejo del mundo interior de los niños

A través del juego podemos ver cómo se sientan y qué piensan los niños. Por eso, es muy necesario que cuenten con un lugar en donde poder expresarse con libertad, sin tener que estar cuidándose por no ensuciar o no romper. Incluso, sin que nosotros tengamos que estar con los ojos encima de manera constante.

Por supuesto, esto no implica despreocupación, pero sí implica que reducimos las probabilidades de que ocurra un accidente. Se trata de la tranquilidad para los adultos que se traduce en libertad y espontaneidad para los niños.