En esta ocasión, te vamos a enseñar a preparar una papilla de kiwi para bebés. Esta receta se puede incluir perfectamente en el contexto de la alimentación complementaria, a partir de los 6 meses de vida. Además, en este momento resulta óptimo incrementar el aporte nutricional y energético, a fin de favorecer al crecimiento saludable del pequeño.
Antes de comenzar hay que destacar que hasta los 6 meses conviene ofrecer lactancia materna de forma exclusiva. Cabe la alternativa de utilizar leche de fórmula, aunque estos productos no cuentan con los mismos componentes que la leche de la mamá. Incluso, con el paso de los años, podrían aumentar el riesgo de desarrollar problemas de tipo autoinmune en el pequeño.
¿Preparada para iniciar la ablactación de tu bebé con esta fruta tan nutritiva? Entonces, toma nota.
Ingredientes para la papilla de kiwi
Para elaborar una exquisita papilla de kiwi para bebés son necesarios los siguientes ingredientes:
- 1/4 de kiwi pelado y maduro.
- 1/4 de manzana pelada y madura.
La manzana es un ingrediente opcional y si no deseas agregarla, puedes reemplazarla por agua para que la textura final sea más líquida.
No obstante, si decides incluirla, conviene que optes por la manzana roja. Por lo general, las manzanas verdes son más ácidas, lo que podría condicionar negativamente la aceptación por parte de los bebés más pequeños.
Paso a paso
Hay que comenzar por pelar el kiwi. Después, se introduce en el vaso de una batidora y se tritura. Una vez superado este paso es clave eliminar todas las semillas, para evitar atragantamientos. Para ello, se pasa el resultado por un tamiz fino, de forma que las pepitas queden retenidas.
Cuando esto se completa, se pela y se tritura la manzana del mismo modo y se mezclan ambas elaboraciones. En el caso de que quede muy espesa, se puede añadir un poco de agua.
Beneficios de la papilla de kiwi
La inclusión de la papilla de kiwi en la dieta de los bebés ofrece serie de beneficios para la salud.
Por un lado, se trata de un alimento rico en fibras. Hablamos de un elemento que consigue estimular el tránsito intestinal y reducir así los problemas de estreñimiento, tal como evidencia una investigación publicada en la revista Nature Reviews.
Por otra parte, el kiwi es una de las mejores fuentes de vitamina C que existen. Este nutriente cumple muchas funciones vitales en el organismo humano, como el fortalecimiento del sistema inmunitario.
De acuerdo con un estudio publicado en Nutrients, al mantener los niveles adecuados de esta vitamina, se reduce la incidencia de las patologías infecciosas y mejora el control sintomático durante estos cuadros.
Además, la vitamina C es un elemento indispensable para estimular la síntesis endógena de colágeno, que es una de las proteínas más abundantes en el cuerpo humano. Forma parte de casi todas las estructuras y tejidos y resulta determinante en el crecimiento. Por este motivo, conviene que no exista un déficit del micronutriente durante la infancia.
Finalmente, el kiwi concentra numerosos fitoquímicos con capacidad antioxidante. Estos elementos neutralizan la formación de los radicales libres y evitan su acumulación en los tejidos del organismo, lo que reduce el riesgo de enfermar. Hay que destacar que muchos de los problemas de salud crónicos ocurren como consecuencia del exceso de este tipo de sustancias en el cuerpo.
Por todo lo antedicho, vale la pena incluir el kiwi en la dieta desde las primeras etapas de la vida. Eso sí, lo mejor es garantizar una dieta variada y sobre todo, con predominio de los alimentos de origen vegetal. Tanto las frutas como las verduras son absolutamente necesarias.
Prepara papilla de kiwi en casa para bebés
Como ves, preparar papilla de kiwi para bebés es una tarea realmente sencilla. Existe la opción de incorporar también manzana para mejorar el gusto final, aunque se puede utilizar el kiwi como único ingrediente. Esto depende del gusto de cada uno.
Sea como fuere, el resultado final destacará por concentrar muchos micronutrientes esenciales y antioxidantes de alta calidad.
Para terminar, es necesario recordar la importancia de inculcar buenos hábitos de alimentación ya en las primeras etapas de la vida. De este modo, se reducirá el riesgo del rechazo alimentario futuro con aquellos comestibles como las verduras y los pescados. Durante la infancia los hábitos se adoptan de una manera mucho más sencilla, lo cual permite alcanzar un mejor resultado con el paso del tiempo.
Bibliografía
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- Gill, S. K., Rossi, M., Bajka, B., & Whelan, K. (2021). Dietary fibre in gastrointestinal health and disease. Nature reviews. Gastroenterology & hepatology, 18(2), 101–116. Disponible en: https://doi.org/10.1038/s41575-020-00375-4
- Carr, A. C., & Maggini, S. (2017). Vitamin C and Immune Function. Nutrients, 9(11), 1211. Disponible en: https://doi.org/10.3390/nu9111211