Nunca debes mencionar estas frases a un niño enojado o con mucha ira

Las palabras tienen el poder de construir niños seguros o de llenarlos de inseguridades, así que piensa dos veces en la manera en la que te comunicas con tus hijos.
Nunca debes mencionar estas frases a un niño enojado o con mucha ira

Última actualización: 01 julio, 2022

La crianza positiva de los niños involucra priorizar el amor y el respeto por encima de la rabia y el desinterés. Y aunque en ocasiones los berrinches pueden generar mucho estrés, se hace necesario mantener la calma y pensar en el bienestar de los pequeños. Sigue leyendo y descubre por qué nunca debes mencionar estas frases a un niño enojado o con mucha ira.

En momentos de tensión se pueden llegar a decir expresiones típicas, sin pensar mucho en su significado o en sus consecuencias. Debemos recordar que los niños aún no saben manejar sus emociones de manera inteligente, por lo que tratarlos con cariño en su proceso de aprendizaje es clave para que aprendan las lecciones que queremos inculcar.



5 frases que no debes mencionar a un niño enojado

Existen palabras que tienen el poder de sanar y calmar las emociones y otras que, por el contrario, solo generan destrucción y avivan las molestias. Un niño enojado es como un volcán activo que puede entrar en erupción en cualquier momento.

Tener paciencia y pensar en la educación emocional de los hijos es necesario para enseñarles mediante el ejemplo a controlar lo que sienten. Estas son algunas frases que deberías evitar si tu pequeño o pequeña tiene mucha ira.

1. “¡No tienes motivos para llorar!”

Puede que para los padres la escena que está armando su hijo no tenga razón de ser. Sin embargo, no conocemos la visión de los niños y por qué se está comportando de dicha manera. No lo hacen nada más por generar molestia.

Tener paciencia es una de las grandes virtudes que todos los padres de familia deberían tener, puesto que en la crianza positiva no hay cabida para los gritos o la violencia.

Minimizar los sentimientos de los pequeños no hará que dejen de experimentarlos. Por el contrario, hará que escondan sus emociones o nunca sepan cómo manejarlas.

2. “¡Eres un llorón/monstruo!”

Las etiquetas tienen un gran poder destructivo sobre la autoestima de los niños. Puesto que los pequeños terminan por creer las mentiras que se dicen a la ligera. En un momento de conflicto, lo que los hijos necesitan la comprensión y el apoyo de sus padres, más no un insulto camuflado de regaño.

3. “¡Los niños no lloran!”

Detrás de esta frase repetida sin cesar por muchos abuelos e incluso algunos padres de la modernidad, se esconden tintes machistas que únicamente generan traumas futuros.

Llorar es una respuesta natural de todos los seres humanos, tanto hombres como mujeres. Y decir esta clase de expresiones nada más cohíben los sentimientos de los niños de por vida.



4. “¡Ni se te ocurra pegarme!”

Está claro que la violencia física no debe ser permitida en ninguna circunstancia. Pero hay maneras de decir las cosas y en el tono y las palabras elegidas se transmiten mensajes ocultos. Al utilizar esta frase en un momento de tensión, los niños lo tomarán como una amenaza o un desafío, lo que puede hacer que su rabia aumente.

En lugar de eso, procura enseñarles que nunca le deben pegar a nadie, pues todos merecemos respeto. Y, más importante aún, que los conflictos se solucionan hablando y no con golpes.

5. “¡Haz lo que yo te digo!”

Los gritos descontrolados pueden llegar a ser muy estresantes, pero responder de la misma manera o a través del autoritarismo no es la solución. La empatía y el respeto es necesaria para ayudar a los niños a canalizar sus emociones y enseñarles que los berrinches no ayudan para nada.

En vezde responder los gritos con más gritos, respira profundamente y cálmate. Luego, en un tono amoroso, pero directo, empieza diciendo: “sé que estás molesto en este momento y te comprendo, pero debes entender que…” y explicarle a tu pequeño por qué su comportamiento no es el correcto.

Consejos útiles para ayudar a un niño enojado a canalizar sus emociones

Guiar a los hijos para que aprendan a manejar sus emociones de manera inteligente es un proceso que no se da de la noche a la mañana. Es necesaria mucha paciencia y amor. Con el fin de que mediante el ejemplo y las enseñanzas de los padres se vayan inculcando lecciones de vida que les permitan a los niños saber cómo portarse.

Hablar con los niños de manera amorosa, pero directa, es indispensable para que aprendan a comprender sus errores y no vuelvan a cometerlos.

Estos son algunas recomendaciones para ayudar a los niños a canalizar su enfado:

  • Demuestra empatía: Cuando los niños se sienten seguros y comprendidos es más probable que se calmen y estén dispuestos a dialogar. Por eso, no te pongas a la defensiva e intenta ver el mundo a través de los ojos de tu hijo.
  • Establece límites claros: Todos tenemos derecho a estar enfadados, pero eso no significa que podamos hacer lo que queramos. No permitas que tus hijos crucen límites como golpear o insultar. Mejor enséñales valores de convivencia sin recurrir a la violencia.
  • Fomenta el diálogo: Utiliza palabras tranquilas en vez de regaños autoritarios. Bríndale a tu hijo un espacio seguro en donde pueda expresar sus emociones y entre ambos aprender cómo evitar que se desborden.
  • Enséñale cómo canalizar: Existen muchas técnicas de relajación que pueden ser de gran ayuda para que los niños mantengan la calma. Así que, enséñales cómo emplear su respiración o el arte para canalizar y expresar lo que sienten.

Un niño enojado necesita del amor de sus padres

Aunque las rabietas de los niños pueden ser muy estresantes en algunos momentos, mantener la calma y comprender lo que están sintiendo es indispensable. Los pequeños aún no saben cómo manejar de manera inteligente sus emociones. Por lo que es responsabilidad de sus padres enseñarles aquellas lecciones, valores y límites necesarios para vivir en paz con los demás.


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