Que no nos separen: contacto piel con piel al principio de la vida

El contacto piel con piel es uno de los grandes idiomas del amor entre el bebé y sus papás. Experiméntalo y verás todos los beneficios que ofrece.
Que no nos separen: contacto piel con piel al principio de la vida
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 14 noviembre, 2023

El término contacto piel con piel (SSC, por sus siglas en inglés) alude a la colocación del recién nacido, a menudo con un pañal o un gorro puesto, sobre la piel de su madre. Gracias a ello, se produce un vínculo físico y emocional entre madre e hijo, uno que tiene múltiples implicaciones y beneficios positivos para ambos.

Durante este tiempo, y en función de las circunstancias, la madre puede empezar a amamantar a su bebé. Forma parte de la mayoría de los protocolos hospitalarios en todo el mundo, y los principales organismos internaciones, como la OMS y la Unicef, incentivan su práctica. Veamos en qué consiste, cuáles son sus beneficios y por qué es tan importante.

Características del contacto piel con piel

Tal y como describe el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la práctica consiste en poner al bebé directamente sobre el pecho desnudo de su madre justo después del nacimiento. El contacto piel con piel se posterga alrededor de una hora, o hasta después de la primera toma.

Entre otras cosas, ayuda a los padres a generar un vínculo temprano con su bebé, al término que favorece mejores resultados físicos y de desarrollo para el pequeño. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el contacto piel con piel forma parte de la atención temprana esencial del recién nacido (EENC, por sus siglas en inglés).

Por medio de esta, se da inicio a la lactancia materna exclusiva, en la que los recién nacidos reciben los nutrientes esenciales, los anticuerpos y las células inmunitarias que los protegen contra las enfermedades.

El máximo organismo de salud recomienda un contacto prolongado piel con piel durante no menos de 90 minutos. Pese a ello, existen varias circunstancias que pueden limitar la práctica, algunas de las cuales se orientan para asegurar la salud del bebé. Con todo, el equipo que forma parte de la atención neonatal debe garantizar lo más pronto posible el cumplimiento del protocolo.



El contacto piel con piel y la atención posnatal

La vigilancia del bienestar del bebé es una parte imprescindible de la atención posnatal durante los primeros segundos y horas después del nacimiento. En razón de esto, la evaluación de la temperatura, la respiración, el color y el tono del bebé deben continuar mientras se realiza el contacto piel con piel. De igual manera, se debe evaluar el estado de salud de la madre para garantizar su integridad después del parto.

Si el bebé requiere de cuidados especiales justo después de nacer, es posible que la madre no pueda cargarlo de inmediato. En estos casos, el equipo de maternidad incentivará que esta pueda tocar con suavidad al bebé o lo tome de la mano. Cualquier tipo de contacto es un consuelo para ambos mientras se logra completar en su totalidad el vínculo piel con piel.

Entre otras cosas, durante el proceso el equipo médico hará la prueba de Apgar. Su intención es cuantificar los signos clínicos de depresión neonatal, como por ejemplo cianosis (palidez), bradicardia, respuesta refleja deprimida a la estimulación, hipotonía y respiraciones jadeantes. Se hace en el minuto 1 y en el minuto 5 después del nacimiento, y en intervalos de 5 minutos de acuerdo con la puntuación obtenida en las dos primeras pruebas.

Beneficios del contacto piel con piel tras el parto

El contacto piel con piel después del nacimiento se traduce en potentes comportamientos instintivos en el bebé y la madre. Recopilamos los principales efectos en ambos:

  • Ayuda a controlar la frecuencia cardíaca del bebé, en especial en los neonatos, además de reducir sus niveles de estrés (por disminución de los niveles de cortisol).
  • Favorece la transición armónica a la vida extrauterina. Es una bienvenida más cálida y llena de amor.
  • Potencia el desarrollo del vínculo afectivo entre el pequeño y su madre, así como el aspecto socioemocional del neonato.
  • Promueve la liberación de la hormona oxitocina. Si bien su principal efecto es favorecer las contracciones uterinas (lo que previene hemorragias luego del parto), se ha visto que aumenta la temperatura corporal, proporcionándole calor al recién nacido, además de reducir la ansiedad materna y aumenta su receptividad social.
  • Esto último favorece el ambiente adecuado para que el bebé se acerque de forma instintiva al pecho de su madre y empiece con la succión para alimentarse. Este simple hecho favorece la liberación de prolactina, otra hormona que promueve la producción de leche materna.
  • Ayuda a estabilizar más rápido los parámetros vitales del bebé (como la saturación de oxígeno) y a regular la temperatura corporal.
  • Disminuye la incidencia de dolores y molestias posparto en las mamás.

El contacto piel con piel es beneficioso para todos los tipos de partos, siempre y cuando la condición del pequeño sea estable. Así, se puede realizar tras el parto vaginal, después del parto por cesárea e incluso en los bebés prematuros. En general, cuando se ejecuta en estos últimos casos, se denomina cuidado canguro (más abajo te explicamos sus efectos y diferencias).

Como no podría ser de otra manera, las madres pueden estar muy cansadas después del parto. Por lo tanto, es posible que requieran apoyo y supervisión para evaluar sus cambios y reposicionar al bebé si es necesario. En principio, los pequeños no deben estar en contacto piel con piel cuando sus madres han recibido óxido nitroso u otros analgésicos que afectan de manera significativa la conciencia.

Cómo poner en práctica el contacto piel con piel

Tal y como hemos mencionado, el contacto piel con piel puede (y debe) garantizarse tan pronto como sea posible. Cuando la madre no esté en condiciones para realizarlo, puede ser reemplazada por el padre o por cualquier otro cuidador. Pese a que existen matices, estas son las recomendaciones para llevar adelante el proceso:

  1. Desnuda tu pecho. Quítate la camisa o el sujetador.
  2. Quítale la ropa al bebé. Puedes dejarlo solo con el pañal y el gorrito con el que sale de sala de partos.
  3. Coloca al niño sobre tu pecho, idealmente en posición vertical o a 45 grados.
  4. Cúbrelo con una mantita para evitar que pierda calor.
  5. Déjalo acomodarse y permítele descansar ahí el tiempo que sea necesario. Lo ideal es que no sea menos de 1 hora.
  6. ¡Mantenlo supervisado constantemente! Revisa que su vía aérea esté totalmente despejada, que su cuello esté recto y que sus respiraciones sean adecuadas. También, que no muestre cambios de color.
  7. Si te sientes cansada, lo mejor es que le permitas al padre practicarlo y que tú tomes una siesta. Esto es para evitar accidentes.
  8. Disfruta de su olor y aprovecha para darle todo el amor que imaginaste mientras estaba en tu vientre.

Hay una serie de reacciones naturales del bebé mientras es acogido por su madre entre sus brazos luego de nacer. Puede llorar brevemente, mover sus brazos y hombros, abrir los ojos; asumir una actitud de relajación, buscar el pecho de su madre y hacer ademanes para iniciar la toma.

A propósito de esto último, es importante no acelerar el instinto natural del bebé. Este puede acariciar, oler y lamer el área antes de empezar a succionar. El pequeño puede acurrucarse en el pecho de su madre después del contacto, lo que a menudo se interpreta como un desinterés por alimentarse. De nuevo, se trata de un proceso y, en general, se debe esperar a que responda a su instinto.



¿Qué pasa con los bebés que no tienen ese primer contacto?

Aunque hoy en día el contacto piel con piel se ha vuelto bastante común, no siempre es posible. En ocasiones, esto se debe a intervenciones médicas necesarias, como en casos de prematuridad o complicaciones durante el parto. En otros casos, puede ocurrir debido a protocolos anticuados en los hospitales, presiones de familiares o amigos que desean ver al bebé, o simplemente por falta de conocimiento.

Ya hemos mencionado que estos primeros minutos y horas son sagrados tanto para la madre como para el bebé. Aunque las consecuencias de la separación no son fatales, pueden influir en muchos aspectos, en especial durante los primeros años de vida:

  • Dificultades para la lactancia.
  • Menores respuestas afectivas.
  • Retrasa la recuperación del estrés del parto.
  • Alteración de algunos comportamientos innatos de protección en el bebé.

Contacto piel con piel vs. cuidado madre canguro

Pese a que con frecuencia se usan como sinónimos, el cuidado piel con piel es diferente al cuidado madre canguro (KMC, por sus siglas en inglés). El cuidado canguro hace referencia, tal y como describe la OMS, al cuidado de los bebés que han nacido de forma prematura, incluye el contacto piel con piel, y ofrece los beneficios previamente descritos en apartados anteriores.

Puede iniciarse en el hospital y prolongarse en casa. De acuerdo con la evidencia, el cuidado madre canguro es la intervención más factible y preferida para disminuir la morbilidad y mortalidad neonatal en los países desarrollados y en desarrollo. Tal y como se describe a través del International Breastfeeding Journal, se basa en tres componentes: posición canguro (contacto piel con piel entre la madre y el bebé), lactancia materna y un seguimiento estrecho.

El nombre de la técnica deriva de la práctica de las mamás canguro de llevar a sus crías en su bolsa hasta que esta se ha desarrollado por completo. No solo se hace con bebés prematuros, también con aquellos que han presentado un bajo peso al nacer. En síntesis, el contacto piel con piel se incluye dentro de los protocolos del cuidado madre canguro; y este se extiende más allá de la primera hora de vida.

Contacto piel con piel durante el primer año de vida

En general, se alude al contacto piel con piel en el contexto de las primeras horas de vida. Pese a ello, prolongar el método durante los primeros meses favorece aún más el vínculo con el pequeño y su desarrollo. De acuerdo con un trabajo divulgado en Frontiers in Psychology, incluir este método a largo plazo se traduce en los siguientes beneficios:

  • Reducción de los síntomas depresivos en las mamás.
  • Mayor interacción física y emocional entre el bebé y la madre.
  • Consolidación de la decisión de optar por la lactancia exclusiva.
  • Aumento de la capacidad de respuesta emocional de los bebés hacia sus madres.

Por supuesto, el contacto piel con piel no es algo exclusivo de la madre; en especial cuando se asume a largo plazo. La familia completa puede y debe hacer parte de él, así se logra un vínculo mayor entre los integrantes de esta.

El contacto piel con piel en los estándares baby friendly

Como se reseñó al inicio, el contacto piel con piel es un protocolo que se fomenta desde los principales organismos internacionales. Así, la OMS y Unicef incluyen el método dentro de la iniciativa baby friendly en el hospital (baby-friendly hospital initiative). Se trata de una serie de 10 pasos cuya intención es promover una atención clínica óptima para las nuevas madres y sus bebés, además de asegurar una lactancia exitosa.

Alentamos a todas las mamás a conversar con el equipo médico sobre el protocolo, también hacerlo con la familia. Es conveniente que el contacto piel con piel se prolongue durante los primeros días y meses de vida, así se garantiza una conexión física y emocional; aparte de los beneficios en el desarrollo del pequeño. Si tienes dudas o preguntas, no olvides consultarlo con tu médico de confianza.


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