¿Conoces las 5 pruebas del test de Apgar?
Lleva el nombre de la pediatra que lo desarrolló en los años 50 y también sirve como regla mnemotécnica para los obstetras, ya que cada letra significa un examen que se le debe hacer al recién nacido. ¿Te gustaría saber qué es el test de apgar?
Test de Apgar: qué es
Desarrollado en 1953 por una pediatra estadounidense llamada Virginia Apgar, se trata de un examen clínico que se realiza a los recién nacidos tras el parto. En este test intervienen no solo el pediatra sino también enfermeros, neonatólogos y matronas certificadas.
A través de cinco parámetros fundamentales se analiza y valora el estado general del bebé.
Cada uno de estos parámetros lleva una puntuación de 0, 1 y 2. El máximo resultado es 10 y significa que el niño o niña está en perfecto estado de salud. Todo lo que se sitúe por debajo de ese número requerirá un examen adicional en relación al parámetro que no cumple con los requisitos.
Con el test de Apgar comienza en el primer minuto de vida y evalúa el nivel de tolerancia que tiene el recién nacido al proceso del nacimiento y a su posible sufrimiento. Cada una de las pruebas se realiza en un minuto, por lo que a los cinco ya se sabe el estado general del bebé. Permite reducir la tasa de mortalidad así como predecir posibles problemas de salud e indicar tratamientos tempranos
Criterios de evaluación del test de Apgar
Los médicos utilizan una regla mnemoténica para recordar los cinco exámenes que se le deben realizar a los recién nacidos, utilizando las letras del apellido de la pediatra que los desarrolló. De esta manera, la A pertenece a apariencia, la P a pulso, la G a gesticulación, la A a actividad y la R a respiración.
La primera evaluación se realiza sobre el color de la piel del bebé. Si es normal se le suman 2 puntos, si tiene las extremidades azules 1 punto y si está por completo azul, 0 puntos. El segundo test es sobre el pulso, donde se evalúa la frecuencia cardiaca. Si es de más de 100 pulsaciones por minuto se suman 2 puntos; si es menor a 100, 1 punto y si es nula, 0 puntos.
El tercer examen se refiere al gesto, a través de los reflejos y la irritabilidad que presente el bebé sobre ciertos estímulos. Si estornuda, patalea o tose como formas de reacción, se le suman 2 puntos; si realiza una mueca o llanto débil, 1 punto y si no hay respuesta a la estimulación, 0 puntos.
La cuarta prueba tiene que ver con la actividad y el tono muscular también al ser estimulado. Si el movimiento es activo suma 2 puntos, si presenta alguna flexión, 1 punto y si no mueve ninguna parte del cuerpo, 0 puntos. Por último, el quinto criterio de evaluación está relacionado con la respiración. Si es fuerte, son 2 puntos; si es débil o irregular, 1 punto y si está ausente, 0 puntos.
Un bebé recién nacido que obtenga entre 7 y 10 puntos está en buenas condiciones de salud. Que reciba entre 4 y 6 puntos puede suponer que requiera de algún tratamiento de recuperación inmediata, por ejemplo en la incubadora. En el caso de que sea de 1 a 3 puntos necesitará atención de emergencia (respiración asistida o medicamentos intravenosos) y si la puntuación es 0 lo más probable es que se determine su muerte.
Una prueba que reduce la tasa de mortalidad
El test de Apgar se lleva a cabo desde hace más de 50 años y ha permitido reducir las tasas de mortalidad en los recién nacidos, ya que la evaluación inmediata es la mejor manera de tratar o prevenir ciertas patologías o complicaciones. Con tan solo cinco minutos se pueden salvar muchas vidas, principalmente si el embarazo no ha sido controlado o si se trató de un parto de urgencia, prematuro o complicado.
Es necesario tener en cuenta que este test no está diseñado para prevenir futuros problemas de salud del niño, sino de evaluar su situación al momento del nacimiento.
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- Hübner G, M. E., & Juárez H, M. E. (2002). Test de Apgar. Después de medio siglo ¿sigue vigente? Revista Medica de Chile. https://doi.org/10.4067/S0034-98872002000800014