¿Los niños pueden tomar té? Esto es todo lo que debes saber

¿Sabías que en el té hay 3 componentes bioactivos nocivos para los pequeños? Te explicamos cuáles son y cuándo es el momento adecuado para darle té a tu niño.

¿Los niños pueden tomar té? Esto es todo lo que debes saber

Cuando se trata de bebidas para los niños, el té a menudo se presenta como una alternativa al café. No obstante, ¿realmente podemos estar seguros de que ofrecer té a los niños no conlleva efectos adversos? Es esencial considerar que el té también contiene cafeína y, en consecuencia, su consumo debe ser monitoreado con atención.

En el siguiente artículo, abordaremos una serie de interrogantes cruciales: ¿Es apropiado que los niños consuman té? ¿A qué edad es adecuado introducirlo en su dieta? ¿Cuál es la cantidad recomendada? Además, exploraremos los posibles efectos adversos asociados y presentaremos alternativas viables.

¿Por qué hay que tener cuidado con el té en los niños?

Si bien es cierto que están documentados sus beneficios, es crucial tener precaución al ofrecer té a los niños más pequeños. Esto se debe a que sus procesos digestivos pueden no haber madurado lo suficiente o porque ciertos componentes activos naturales presentes en el té, como la cafeína y los polifenoles, podrían tener efectos adversos.

Por ejemplo, la Health Care de la Universidad de Utah explica que un exceso de cafeína en un niño puede provocar dolor de cabeza, aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.

Otros efectos relacionados con la cafeína están vinculados a trastornos del sueño y del comportamiento en los niños. En este contexto, un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Sleep encontró que en niños de 8 a 12 años que consumían café, té o soda y alcanzaban dosis de 150 miligramos de cafeína al día, experimentaban problemas de sueño y conductuales.

Además, como ya mencionamos, el problema con el té en los niños no se limita solo a la cafeína, ya que los polifenoles pueden interferir con la absorción de nutrientes cruciales para el crecimiento del niño.

Entonces, ¿los niños pueden tomar té?

Basándonos en los potenciales efectos adversos que ciertos componentes del té pueden tener en la salud de los niños, se desaconseja su consumo como bebida para esta población, especialmente al considerar la cantidad de cafeína que contiene.

La organización Mayo Clinic proporciona información sobre los niveles de cafeína en una taza (240 mililitros) de té negro (48 miligramos) y té verde (28 miligramos), cantidades que son menores en comparación con una onza (30 mililitros) de café expreso (64 miligramos).

Según la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) citada en la revista Journal of The American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, los niños mayores de 5 años consumen aproximadamente 25 miligramos de cafeína al día. El té representa la tercera fuente más significativa de aporte de cafeína (48 miligramos).

Sin embargo, hasta la fecha, no se han emitido declaraciones oficiales sobre los límites de cafeína para niños. En este sentido, el artículo de Health Care de la Universidad de Utah, menciona que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no ha establecido pautas al respecto.

Canadá, por su parte, recomienda que los niños en edad preescolar no superen los 45 miligramos de cafeína diarios. En este contexto, la doctora Jennifer Temple de la American Academy of Child & Adolescent Psychiatry también indica que dosis de cafeína que excedan los 400 miligramos al día, tanto en niños como adolescentes, pueden causar daños psicológicos, fisiológicos y conductuales.

Por otra parte, la organización Cleveland Clinic enfatiza que, hasta el momento, no hay dosis segura de cafeína para niños menores de 12 años. Por lo tanto, lo más prudente es evitarla en estas etapas tempranas de la vida.

Consecuentemente, reiteramos que hasta que la evidencia científica demuestre lo contrario, no recomendamos brindar té a niños menores de 12 años. Además, existen otras alternativas de bebidas sin riesgos para la salud y la nutrición que pueden reemplazarlo en la dieta.

¿Cuál sería la edad adecuada para tomarlo?

La Academia Americana de Psiquiatría para Niños y Adolescentes informa que los pediatras no recomiendan el consumo de cafeína ni bebidas energéticas para menores de 12 años. Sin embargo, para jóvenes entre 12 y 18 años, sugieren un límite de ingestión de 100 miligramos de cafeína al día. Esto equivale a aproximadamente 2 tazas de té negro o 3 tazas y media de té verde al día.

¿Qué contiene el té que puede ser perjudicial para el niño?

En el té, identificamos tres componentes bioactivos que han sido destacados por la revista International Journal of Innovation Scientific Research and Review debido a sus potenciales efectos adversos en el cuerpo cuando se consumen en exceso. A continuación, examinaremos estos componentes en detalle.

Cafeína y otras xantinas

Se tratan de sustancias estimulantes y excitantes del sistema nervioso central, las cuales no se recomienda su consumo en niños pequeños ni en mujeres embarazadas.

En un artículo publicado por el Columbia University Irving Medical Center, se hace referencia a cómo estos alcaloides pueden interferir en el desarrollo emocional, social y en la adquisición de habilidades en los niños. Además, en caso de que el niño padezca alguna enfermedad renal o tenga ansiedad, estas sustancias también pueden ocasionar efectos secundarios a largo plazo.

Aluminio

Las plantas de Camellia sinensis tienen una tendencia a acumular niveles elevados de aluminio. Un metal que, en situaciones de problemas renales, podría acumularse en el cuerpo y resultar en daños neurológicos. No obstante, es importante señalar que, de acuerdo con la Agency for Toxic Substances and Disease Registry, aún persisten algunas contradicciones en relación con este tema.

Polifenoles del té

Las hojas del té se destacan por su alto contenido de polifenoles, compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. No obstante, en el caso de los niños, esto puede tener efectos adversos sobre la absorción de hierro, un nutriente esencial para su crecimiento y desarrollo.

Esto se evidencia en un estudio publicado en el U. S. National Library of Medicine, que revela cómo los polifenoles del té pueden unirse al hierro, atrapándolo y obstaculizando su absorción en el intestino. Esto disminuye la disponibilidad del hierro en el organismo.

Según la Mayo Clinic, el hierro juega un papel fundamental en el transporte de oxígeno a los pulmones y los músculos, así como en el desarrollo cerebral de los niños. Su deficiencia puede llevar a la anemia y afectar negativamente su salud.

¿Qué otras bebidas alternativas al té se pueden sugerir?

Es recomendable consultar al profesional que supervisa la dieta de tu hijo para obtener orientación sobre las alternativas al té, especialmente aquellas infusiones a base de hierbas permitidas.

Por ejemplo, las infusiones de hierbas y frutas libres de cafeína son una excelente elección en los primeros años de vida. Algunas de estas infusiones incluyen manzanilla, hinojo con limón, jengibre y rooibos o arbusto rojo.

Hasta que sea adecuado introducir el té en su alimentación, es aconsejable enfocarse en bebidas saludables, como yogur, leche, bebidas de frutas naturales sin filtrar, agua de coco y agua saborizada de manera natural, sin añadir azúcares.

Recuerda que estas bebidas mantendrán la hidratación adecuada que tu hijo necesita y, al mismo tiempo, proporcionarán los nutrientes esenciales para su sano crecimiento.

Por supuesto, es crucial evitar las bebidas energizantes, los refrescos y las bebidas azucaradas. Estas no solo contienen cafeína, sino también azúcares añadidos que pueden contribuir a problemas de sobrepeso, caries, obesidad y otros desequilibrios metabólicos. Es importante descartarlas por completo.

No es una bebida imprescindible para los niños

Si bien es cierto que los compuestos bioactivos presentes en el té pueden ser beneficiosos para los adultos, en la etapa infantil pueden generar problemas. Es aconsejable esperar hasta que tu hijo cumpla los 12 años antes de que pruebe té verde, té negro, té blanco o té oolong.

Esta medida ayuda a limitar el consumo de cafeína en su dieta y reduce la exposición a sustancias quelantes que podrían afectar la adecuada digestión y absorción de nutrientes. Además, al posponer la introducción del té en su alimentación, es posible disminuir el riesgo de trastornos del sueño, comportamiento y rendimiento que podrían surgir debido al consumo excesivo de té.

Recuerda que tu nutricionista puede ser un valioso aliado en todo momento, ya que te brindará orientación sobre las mejores opciones de bebidas que complementen una dieta saludable para tu hijo.

Bibliografía

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