Kombucha: ¿los niños pueden beber este té?

El té de kombucha es una bebida que se ha popularizado en todo el mundo. Aunque sus beneficios aún siguen siendo estudiados, muchos padres se preguntan si los niños pueden tomar este té. Vamos a analizarlo.
Kombucha: ¿los niños pueden beber este té?
María Patricia Piñero

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 28 julio, 2023

El té de kombucha es una bebida que ha ganado popularidad debido a su sabor único y sus posibles beneficios. Está hecho con té verde o té negro fermentado, famosos por sus propiedades para la salud. Además, es una bebida potencial para sustituir las gaseosas. Pero, ¿estamos seguros de que los niños pueden beber el té de kombucha? Pues hay que evaluar su preparación y lo que contiene.

En este artículo, examinaremos si los niños pueden o no beber el té de kombucha, cómo se prepara, qué beneficios tiene, cuál es el aporte nutricional y si existen contraindicaciones, además de sus ingredientes, claro está. ¡Quédate y pronto sabrás si puedes compartir un té de kombucha con tu hijo!

¿Qué es el té de kombucha?

Para estar seguros de si dar o no la bebida de kombucha a un niño, revisemos qué es la kombucha y cómo se prepara. La revista Journal of Food Science publicó un artículo en el 2022 en el que explica sobre los ingredientes y su preparación.

El té de kombucha es una bebida fermentada con sabor entre afrutado, ácido y suavemente chispeante. Después de 10 días de fermentación puede tomar el sabor de vinagre de vino.

Es elaborada a partir del té negro, verde, rojo o amarillo (Camellia sinensis) que se somete a fermentación mediante la adición de azúcares y microorganismos (bacterias y levaduras). El proceso dura de 7 a 14 días.

A los fermentos se les conoce como SCOBY u «hongos del té», que no es más que una mezcla beneficiosa de bacterias ácido-lácticas (BAL) y levaduras que producen ácido acético, ácido láctico y alcohol. Una vez fermentada, se pasteuriza y se conserva en refrigeración para su comercialización.

El té de kombucha también se puede preparar con hierbas, jugos de frutas, soja, leche y otros ingredientes. Lo atractivo de esta bebida es su sabor, su efervescencia y sus posibles propiedades beneficiosas. Pero, ¿está hecho para todas las edades? Porque sí, tiene alcohol, entonces, ¿está permitido en los niños? Vamos a analizarlo a continuación.



¿Los niños pueden beber kombucha?

Para responder debemos analizar los pro y contra que pueden tener esta bebida para los niños, así como tomar en cuenta sus normativas.

¿Tiene nutrientes?

Los nutrientes que se encuentran en el té kombucha provienen de la materia prima y de la síntesis por parte de los mismos microorganismos fermentadores. En la revista Antioxidants se informa que el té de kombucha contiene algunos minerales como hierro, flúor, manganeso y potasio. Asimismo, se encuentran la vitamina C y las del complejo B, pero sus concentraciones no son elevadas.

Es decir, el té de kombucha no se considera una fuente importante de nutrientes para el niño. Las frutas y verduras pueden aportarle en mayor cantidad y variedad.

¿Qué tanto alcohol se produce?

Durante el proceso de fermentación de la kombucha, la levadura del SCOBY transforma el azúcar añadido en alcohol, el cual aumenta con los días de fermentación. Cuando la bebida se pasteuriza, el SCOBY se inactiva y se detiene la producción de alcohol.

¿Pero qué tanto se puede producir? Porque los valores varían de acuerdo a la región y los sustratos e ingredientes que formen parte de la bebida. Por eso, el té de kombucha está estandarizado en distintas partes del mundo.

Lo que dicen las normas sobre el alcohol del kombucha

Un estudio publicado en la revista Journal of AOAC International aclara que hay límites en el contenido de alcohol de la kombucha. En Estados Unidos, para que sea clasificada como «no alcohólica», los valores de alcohol deben estar entre menos de 0,5 y 1,1 por ciento por volumen.

En Brasil, la normativa los separa en kombucha «sin alcohol» (hasta 0,5 por ciento) y el kombucha «con alcohol» (0,6 y 0,8 por ciento). Y, para la normativa de Canadá, no deben exceder del 1 por ciento.

Como puedes ver, los valores finales de alcohol no son alarmantes, pero, ¡cuidado! Recuerda que nos referimos al té de kombucha pasteurizado.

Cuando se prepara en casa o por procesadores artesanales no regulados, existe el riesgo de una mayor producción de alcohol. Un artículo publicado en la revista Journal of Food Protection revela que algunos de estos tés de kombucha pueden tener más de 3,6 por ciento de alcohol. 

¿Qué hay del azúcar añadido?

Sabemos que las organizaciones de salud alertan sobre el consumo excesivo de bebidas azucaradas en los niños con la producción de caries, de sobrepeso, de obesidad y otros trastornos de salud. Pero, ¿el té de kombucha es una bebida azucarada?

El azúcar añadido a la bebida, que oscila entre 1 al 20 %, es para que el SCOBY lo transforme en ácidos y alcohol. Por lo tanto, al finalizar el proceso debería quedar poco de este ingrediente. Un té de kombucha «sin azúcar añadido» tiene 3,5 por ciento o menos.

No obstante, para lograr un equilibrio en el sabor ácido del té, algunos se endulzan con jugos, azúcar o hasta edulcorantes artificiales después de la fermentación. Así lo indica un estudio publicado en la revista Beverages en 2020.

De acuerdo al estudio, la cantidad de azúcar añadida puede oscilar entre 0,2 y 6 gramos por cada 100 mililitros de té y las calorías varían entre 3,6 y 29 %. Para comparar, el contenido de azúcar de una gaseosa popular es de casi 11 % y de calorías 39 %.

Así que, ingerir con frecuencia té de kombucha, llega a ser significativo en cuanto al consumo de azúcar y de calorías.



¿Tiene beneficios?

Un trabajo publicado en la revista Nutrients en 2020 señala que el té de kombucha es fuente de antioxidantes, debido a la presencia de compuestos activos como los polifenoles, catequinas y flavonoides que tienen beneficios reconocidos para la salud.

Por su parte, un estudio publicado en la revista Annals of Epidemiology que realizó pruebas sobre animales experimentales, encontró propiedades antibacterianas y antidiabéticas, además reducía el colesterol en la sangre, potenciaba el sistema inmunitario y desintoxicaba el hígado.

También pueden tener efecto probiótico y ayudar así a la salud intestinal. El té kombucha se puede inocular con los probióticos Saccharomyces boulardii, Lactobacillus rhamnosus y otros. Pero, hay que saber que este tipo de té no se pasteuriza porque se corre el riesgo de destruir los microorganismos «vivos».

Hay que aclarar que la mayor parte de los beneficios del kombucha han sido registrados en ensayos de laboratorio, con animales o de manera empírica. Por lo que hacen falta ensayos clínicos en humanos, incluyendo el efecto de la bebida en los niños.

Contraindicaciones y efectos adversos

El consumo general de kombucha tiende a no presentar efectos adversos. Sin embargo, la composición química del té, las condiciones de almacenamiento, el factor microbiológico, entre otros, pueden contribuir a tener algunas contraindicaciones.

En este contexto, un artículo publicado en Comprehensive Reviews in Food Science and Food Safe, indica que algunas personas manifiestan mareos, náuseas, vómitos, alergias, dolores de cabeza o dolores de cuello después de tomar té de kombucha sin la fermentación adecuada o si ha existido contaminación durante el proceso de preparación.

Esto se debe a que se puede dar lugar a la formación de compuestos tóxicos, como el ácido acético y el etanol. Por otra parte, el té de kombucha no está recomendado para embarazadas, lactantes y niños menores de 4 años, ya que los valores de alcohol por debajo de 3 por ciento producen efectos adversos.

Aquellos que sufran de algunas enfermedades preexistentes como diabetes, asma, alergias, entre otras, deben consultar con su médico antes de consumirla.

Entonces, ¿los niños pueden tomar kombucha?

Como te darás cuenta, existe una gran variedad de tés kombucha en el mercado, los hay con o sin azúcar añadido, con o sin probióticos, pasteurizados o no, con distintos sabores a frutas o a hierbas como jengibre, menta, limón, arándano, fresa, mango, entre otros. Esto permite tener una gama de productos a seleccionar.

Así que, basados en los posibles beneficios, bioactivos y nutrientes que posee el kombucha en relación con otras bebidas, sí es posible que los niños tomen este té. Aunque con la previa consulta profesional y algunas condiciones:

  1. Elegir los tés de kombucha pasteurizados. Nunca los caseros o artesanales no regulados. Esto garantiza detener el proceso de fermentación después de embotellados y, en consecuencia, la producción de alcohol.
  2. Leer con detenimiento la etiqueta del producto. Buscar información sobre el contenido de azúcar, de calorías y de alcohol. Asegurar que no tenga algún ingrediente que pueda producir alergia en el niño.
  3. Seleccionar las bebidas de kombucha sin o con bajo nivel de azúcar y con niveles de alcohol permitidos por las normas.
  4. En el caso de los tés kombucha con características probióticas, recuerda que no son pasteurizados. Así que consulta con el profesional de salud sobre su conveniencia o no. Hay otros productos probióticos sin alcohol que pueden ser considerados en la dieta.
  5. Ten en cuenta que una porción promedio para un adulto está en el orden de los 350 mililitros. Puedes permitir un vaso pequeño de 180 mililitros, si es de su preferencia, 2 o 3 veces a la semana.

Recuerda también que los alimentos naturales como las frutas y vegetales frescos son la mejor opción para elaborar bebidas con vitaminas, minerales, antioxidantes y otros compuestos bioactivos de beneficio para la salud del niño.


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