Los niños inseguros suelen presentar mucha dificultad en su desarrollo emocional e interacción social durante la infancia. Ayudarlos es posible y necesario para prepararlos para una vida adulta sana y exitosa. A continuación, analizaremos más sobre la inseguridad en la niñez y cómo mejorarla.
Niños inseguros: la importancia del refuerzo positivo
Es preciso entender que los niños no nacen conociendo o comprendiendo el concepto de autoestima. Ello es algo que les debe ser enseñado y alimentado con estímulos diversos para fundamentar y mejorar su auto confianza.
El refuerzo positivo es el principal aliado para construir y fortalecer las condiciones del desarrollo intelectual y emocional de los niños. Se basa en estimular, elogiar y reconocer actitudes y comportamientos positivos para facilitar su asimilación y reproducción.
Para aplicarlo, el adulto debe ofrecer respuestas positivas y estimulantes frente a conductas y conocimientos que desea enseñar al niño. De esta manera, el niño siente que su esfuerzo es recompensado, favoreciendo su autoestima y su potencial de aprendizaje.
Lógicamente, cualquier forma de violencia debe ser negada y recriminada por este método educativo.
4 tips para ayudar a los niños inseguros
Los cinco consejos que veremos proporcionan una educación emocionalmente más sana y positiva para los niños inseguros. Son iniciativas básicas y muy prácticas de aplicar en el día a día de nuestros pequeños.
1.- Incentivar antes de recriminar
Un niño inseguro necesita, antes de nada, establecer bases sólidas para una autoestima positiva. Y para ello requiere el debido incentivo de sus padres, abuelos, maestros y demás personas de su entorno.
Si un niño es sometido a recriminaciones, ofensas o críticas constantes, se sentirá inhibido a expresarse y expandir sus horizontes.
Ello no significa que tengamos que decir “sí” a todo que desean o hacen, alimentando conductas inadecuadas o malas costumbres. Un niño también necesita aprender sobre los límites y normas de la sociedad. Pero el maltrato físico y emocional no ayuda su comprensión, produce traumas y facilita la aparición de comportamientos agresivos.
Los elogios, las caricias, las palabras de motivación y la dedicación son más eficientes y proporcionan mejores resultados. Además, son esenciales para una convivencia sana y el desarrollo emocional y social de todos nosotros.
2.- Saber dar y cobrar responsabilidades inteligentemente
Muchos adultos se equivocan al sobrecargar a los niños y criticarlos por no conseguir cumplir sus expectativas. Otros cometen el error de sobreprotegerlos, impidiéndolos de asumir tareas y desarrollar su sentido de responsabilidad y comprometimiento.
Es fundamental que un niño aprenda a pensar y actuar por sí mismo, estableciendo su propia autonomía. Pero este proceso debe ser gradual y debidamente orientado para no perjudicar su desarrollo o comprometer su autoestima.
Los adultos debemos tener la sensibilidad de saber cuándo dar determinadas responsabilidades a los niños. Es importante proponer actividades y tareas correspondientes a la edad de cada niño, e incentivar así su realización.
“El refuerzo positivo es el principal aliado para construir y fortalecer las condiciones del desarrollo intelectual y emocional de los niños”
3.- Desmitificar el miedo al ridículo
Los niños inseguros o muy tímidos suelen tener mucho miedo al ridículo y verdadero horror a fracasar. Es común que conecten un simple error o una crítica con perder el afecto de sus padres y seres queridos.
Este temor genera una sensación constante de auto vigilancia y dificultades severas de interacción social. Muchos niños dejan de tener amigos, no quieren ir a la escuela y perjudican su propio aprendizaje por este motivo.
Por ello, es esencial desmitificar el miedo al ridículo y promover el auto conocimiento. Una persona segura, con una autoestima sana, sabe reírse de sí misma y disfrutar su vida.
Lógicamente, el objetivo es no envolver el niño en un mundo ficticio donde no haya críticas o reprobaciones. Pero sí enseñarle a distinguir las críticas productivas y a utilizarlas para mejorar su desempeño de forma consciente.
4.- Suavizar la sensación de fracaso
Este último consejo es esencial para los niños inseguros que demuestran miedo a expresarse y establecer relaciones sociales. Estos niños ya conocieron la sensación del fracaso y la temen hasta tal punto que se retraen.
Si tu pequeño ya presenta síntomas de baja autoestima y timidez, lo ideal es suavizar la sensación de fracaso. Es decir, enseñarle a encarar los fallos como oportunidades para aprender y no como situaciones traumáticas.
Ello le permitirá recuperar progresivamente su autoconfianza y sentirse más motivado a aprender y comunicarse.
Los niños inseguros son casi siempre el reflejo de su ambiente y de quien los educa. Para ayudarlos, es necesario repensar sobre nosotros mismos y nuestra forma de interpretar, pensar y sentir el mundo.
Bibliografía
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