Como padres, somos los encargados de ayudar a nuestros hijos a adquirir nuevas habilidades. Somos sus mentores de vida y está en nuestras manos facilitarles la tarea de aprender a hablar, a caminar, a lavarse los dientes o a vestirse solos. Moldeamiento y encadenamiento son dos técnicas muy sencillas y efectivas para enseñar habilidades en los niños.
Ambas son técnicas operativas basadas en el refuerzo , que ayudan a los pequeños a dominar una acción o una conducta de forma progresiva. Debido a su facilidad de aplicación, pueden emplearse en el hogar cuando no se requiere una intervención por parte de un profesional.
Moldeamiento y encadenamiento: dos técnicas operantes
Tanto moldeamiento como encadenamiento se encuadran dentro del enfoque operativo de modificación de conducta, postulado por Skinner. El mismo se basa en la premisa de que nuestros actos se ven influenciados por las consecuencias que los siguen . Sigue leyendo::
Premios y recompensas para niños
Así, si un comportamiento es premiado (o reforzado), afectará naturalmente su frecuencia. En contraparte, si es castigado o ignorado, reducirá su aparición.
Con esta base, ambas técnicas utilizan el refuerzo y la extinción para darle forma a la conducta de los niños de una manera positiva. Pueden usarse para instaurar comportamientos nuevos o para modificar otros previamente existentes . Sin embargo, moldeamiento y encadenamiento cuentan con algunas especificaciones diferentes que hay que tener en cuenta.
¿Qué es el moldeado?
En su libro Técnicas de modificación de conducta , José Rodríguez y Francisco Méndez definen el moldeamiento como el desarrollo de una conducta a través del reforzamiento sucesivos de las aproximaciones más parecidas a la conducta final esperada . Esta técnica también requiere la extinción de las respuestas que son muy diferentes a la deseada.
Así pues, el moldeamiento se emplea para establecer, de forma progresiva, conductas sencillas y unitarias . Por ejemplo, para enseñar al niño a pronunciar una palabra oa recortar con tijeras. Para ello, se usa el método de aproximaciones sucesivas, que consiste en reforzar conductas cada vez más similares al acto final.
La técnica del moldeamiento parte sobre la base de un comportamiento, una habilidad o una acción del momento presente. Luego, establece un objetivo que eleva dicho comportamiento, habilidad o acción a un estado o nivel superior. Durante el tránsito de un estado a otro se utilizan elogios para que, de manera gradual, se logre llegar hasta el objetivo final .
¿Cómo poner en práctica el moldeamiento en los niños?
Es necesario, en primer lugar, definir el objetivo. Por ejemplo, que aprenda a pronunciar la palabra «muñeco». A continuación, hay que conocer la línea base de la que partimos, es decir, una conducta que ya existe en el repertorio del pequeño a partir de la cual podemos trabajar. En este caso, podría ser que el niño dijese «eco» cada vez que pida su muñeco.
Desde este punto, reforzaremos las pronunciaciones cada vez más aproximadas al objetivo final . Así, al principio será conveniente ajustar «eco», de manera que el niño se sienta motivado a seguir pidiendo su muñeco con palabras. No obstante, más adelante, la exigencia debe aumentar, de modo que dejaremos de reforzar «eco» y trataremos que el niño emita una pronunciación más similar a un muñeco.
Si, por ejemplo, logramos que digamos «nuneco», esta será la nueva aproximación a premiar y dejaremos de reforzar el paso anterior, «eco». Así, mediante nuestra atención y halagos, conduciremos al niño a una pronunciación más acertada hasta lograr la palabra completa.
En suma, los padres se encargan de acompañar paso a paso un comportamiento hasta que este deriva hasta la meta final . El moldeamiento se puede aplicar en muchos contextos: durante las primeras experiencias de caminar del bebé, cuando los pequeños empiezan por sí solos a ir al baño, cuando se les enseña a limpiar su habitación y mucho más.
Ventajas y desventajas de las técnicas de moldeado en los niños
Al igual que cualquier técnica que pretenda influir en el comportamiento, el moldeamiento tiene sus luces y sus sombras . Veamos en primer lugar las ventajas del moldeamiento en los niños:
- Permite potenciar conductas o acciones específicas o individuales. Hacerlo resulta más cómodo, práctico y fácil de abordar para los padres.
- No es incompatible con otros métodos que pretenden modificar la conducta , como es el propio encadenamiento.
- Se basa en el refuerzo positivo de una acción (principalmente).
Más que desventajas del moldeamiento, podemos hablar de limitaciones. En todo caso, destacamos algunos:
- No permite seguir un proceso lineal de una conducta, sino que la aborda de manera aislada.
- Requiere que las personas que lo apliquen (padres, maestros y demás) estén en plena conciencia de la meta final.
- El proceso puede llevar a cabo tiempo, en especial en los niños más pequeños. Demanda entonces paciencia y respeto los tiempos de cada niño .
¿Qué es el encadenamiento?
El encadenamiento se utiliza para enlazar conductas simples de manera que se forman una secuencia (llamada «cadena de comportamiento») . Es lo que deseamos lograr, por ejemplo, cuando queremos que el niño aprenda a lavarse los dientes. Hacerlo de forma adecuada requiere una serie de acciones, unas detrás de otras.
El mecanismo básico es el refuerzo condicionante de la conducta previa y el estímulo discriminativo de la siguiente. El resultado de una acción en la cadena se perfila como el inicio de la próxima acción en la misma . Dado que cada una de las acciones influye o incide en las demás, se pueden abordar en un punto crítico para lograr potenciar el resultado final.
Según el Manual de Técnicas de Intervención Cognitivo Conductuales , durante el encadenamiento cada una de las respuestas intermedias de la cadena se mantienen debido a que operan como estímulo discriminativo del siguiente eslabón . Este tipo de estímulo no solo señala la aparición de un refuerzo, sino que se transforma también en uno.
¿Cómo poner en práctica el encadenamiento en los niños?
Podemos poner en práctica el encadenamiento de maneras diferentes , las cuales se agrupan en totales o parciales . En cuanto a las primeras, el objetivo es enseñar toda la secuencia de pasos y, finalmente, ofrecer el refuerzo. En las segundas, los refuerzos son paulatinos y tras el cumplimiento de las etapas preliminares.
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A su vez, el encadenamiento parcial puede llevarse a cabo a través de distintas estrategias, algunas progresivas (o hacia delante) y otras retrospectivas (o hacia atrás) . Antes de aplicar una u otra, se debe hacer un análisis de tareas para asimilar el impacto, el orden y la repercusión de las acciones que involucran una secuencia de comportamiento.
Encadenamiento hacia delante
Como afirma Vicente Caballo, en el Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta , este tipo de encadenamiento se realiza reforzando el primer componente, luego reforzando el primero con el segundo. Después se refuerza el primero con el segundo y el tercero, etc. En un principio cada eslabón se premia, pero al final será la ejecución completa lo que propiciará el refuerzo.
En esta estrategia siempre se le debe enseñar al niño el primer paso del proceso (por ejemplo, poner la pasta de dientes en el cepillo) y premiar su consecución. Progresivamente, se añaden nuevos pasos, como frotar los dientes de arriba, los de abajo, las muelas o enjuagar.
Encadenamiento hacia atrás
Consiste en construir la conductual comenzando por el último eslabón (al que está asociado el refuerzo de cadena) para luego enseñar y enganchar los eslabones anteriores, siempre en dirección al inicio de la conducta, así lo señala Francisco Labrador en Técnicas de modificación de conducta .
En esta variante, entonces, la idea es adquirir la habilidad de hacia atrás , es decir, desde el final hacia el principio. Por ejemplo, si deseamos que el niño recoja la habitación después de jugar, podemos guardarnos todos sus juguetes menos uno. Dejaremos que sea él quien guarde el último y premiaremos su conducta.
Al día siguiente, el niño guardará dos juguetes; al siguiente, tres. Así, hasta que coloque la habitación por sí mismo. El punto favorable que tiene esta opción es que el niño comienza a aprender desde pasos más cercanos a la finalización, es decir, al éxito . Esto puede hacer que su motivación sea mayor desde el primer día.
Ventajas y desventajas del encadenamiento en los niños
Aunque son muchas las ventajas del encadenamiento para enseñar habilidades a los niños, te dejamos con una selección de las más importantes:
- Es muy útil para abordar tareas o comportamientos más complejos.
- Permite identificar pasos o momentos específicos que resultan difíciles de asimilar en los pequeños. Con base en estos, el adulto puede actuar para que este no dificulte la consecución de la acción .
- Se puede emplear de diferentes maneras de acuerdo con las respuestas de cada niño (total, parcial, hacia adelante, hacia atrás y demás).
En cuanto a sus desventajas, no podemos dejar de mencionar las siguientes:
- El adulto debe estar muy involucrado en toda la cadena o secuencia de comportamiento. No solo debe establecerla, sino también dividirla, distinguirla en la práctica y actuar con base en las modificaciones que desee hacer en ella.
- En algunas tareas muy largas el pequeño puede perder el interés o la atención de cada uno de los pasos .
- Al momento de aplicar la técnica, el adulto debe saber en qué momento ofrecer ayuda, así como cuándo guardar a que el pequeño asimile lo que ya ha aprendido con anterioridad.
Acerca de las técnicas operativas basadas en el refuerzo
En definitiva, tanto el modelamiento como el encadenamiento son técnicas sencillas y fáciles de aplicar en el hogar. Además, son una alternativa muy favorable para ayudar al niño a adquirir habilidades nuevas, desde un enfoque positivo y reforzado .
Debido a su flexibilidad, el moldeamiento y el encadenamiento se pueden emplear en una variedad de situaciones en la vida cotidiana. De hecho, muchos padres implementaron las técnicas sin que sean conscientes de ello . Por supuesto, una persona experta en estos modelos de comportamiento puede orientarse mejor cómo aplicarlas, en especial en niños con requisitos especiales.
Bibliografía
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- Barral, J. (2014). Técnicas de modificación de conducta: una guía para su puesta en práctica . Síntesis.
- Caballo, V. (1998). Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta (4a Ed.). Siglo XXI.
- Labrador, F, J. (2013). Técnicas de modificación de conducta . Ediciones Pirámide.
- Olivares, J. y Méndez, F. (2005). Técnicas de modificación de conducta (4a ed.). Biblioteca Nueva.
- Ruiz, A., Díaz, M. y Villalobos, A. (2012). Manual de Técnicas de Intervención Cognitivo Conductuales . Desclée De Brouwer.