Los mitos sobre los hijos únicos que ha desmentido la ciencia

La ciencia, mediante estudios rigurosos, desmiente mitos arraigados sobre los hijos únicos, liberando a las familias de estereotipos infundados. Descúbrelos.
Los mitos sobre los hijos únicos que ha desmentido la ciencia
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 16 febrero, 2024

Catalogados como problemáticos, egoístas, solitarios, impulsivos, caprichosos e introvertidos, los hijos únicos han sido objeto de mitos y creencias respecto a su conducta y personalidad. Sin embargo, la psicología moderna se ha encargado de desmentir las percepciones que se asumían sobre quienes no tienen hermanos.

Hoy se sabe que crecer con un hermano no determina tanto la personalidad de una persona como pensamos. A pesar de esto, muchas familias con un solo descendiente tienen que lidiar con explicaciones o sentimientos de culpabilidad por no darles un compañero a su pequeño. Veamos con detenimiento los estereotipos de los niños sin hermanos y lo que la ciencia dice al respecto.

1. Hijos narcisistas

Uno de los mitos más populares sobre los hijos únicos es la creencia de que son más propensos al narcisismo. De hecho, durante mucho tiempo, bajo el nombre de «síndrome del hijo único» se ha hablado sobre la tendencia al egocentrismo de los que no tienen hermanos.

Según esta postura, la falta de un hermano hace que las personas se sientan con derecho a un trato especial, carezcan de consideración por los demás y se pongan por encima de los otros. No tener que compartir la atención de los padres con uno o varios hermanos sería la explicación de esta tendencia.

Pero, un estudio realizado en Alemania, llamado El final de un estereotipo, señala que no hay evidencia que respalde esta creencia. Los investigadores encontraron que los hijos únicos no son más narcisistas que aquellos que tienen hermanos, desmintiendo así el mito.

Aunque en las encuestas realizadas en el estudio muchos sostenían que crecer sin hermanos podía fomentar los rasgos narcisistas, en la investigación práctica no se encontraron evidencias que lo demostraran. En realidad, son los factores genéticos, la crianza y varias prácticas parentales las que podrían favorecer el narcisismo de los niños.



2. Problemas emocionales y de conducta

La salud mental de los hijos únicos y los que tienen hermanos también ha sido comparada en numerosas ocasiones. Las investigaciones demuestran que no hay diferencias significativas en los niveles de ansiedad, autoestima, estilo de apego o problemas de conducta entre los niños con y sin hermanos.

Además, en la mayoría de los casos, las personas sin hermanos no echan en falta el no haberlos tenido. Por el contrario, contar con todo el tiempo y la atención de los padres puede ser una ventaja para su desarrollo personal y emocional.

Según los psicólogos, los niños únicos suelen destacarse en su capacidad para entretenerse solos y no perciben la soledad como un aspecto negativo de sus vidas. Asimismo, los hijos sin hermanos se integran bien a la escuela y no suelen tener problemas de conducta a causa de su conformación familiar.

3. ¿Solitarios y sin amigos?

Otro de los mitos comunes sobre los hijos únicos es creer que, por no tener hermanos, son niños a los que les cuesta hacer amigos, introvertidos y solitarios. Pero, los estudios han demostrado lo contrario.

Un estudio comparativo de niños con y sin hermanos en edad preescolar demostró que en ambos grupos no existían diferencias significativas en sus competencias sociales. Para dar con los resultados se consideraron cuatro dimensiones, a saber: independencia, asertividad, sociabilidad y cumplimiento.

Así, la socialización de los pequeños no depende del número de miembros de la familia, sino de las situaciones a las se ven expuestos al estar con otros, la calidad de la relación con sus padres y los tipos de prácticas de socialización que los adultos llevan a cabo.

Por otra parte, las actividades solitarias no son un problema para estos niños. Es habitual que tengan menos necesidad de estar en contacto con los demás. De todos modos, esto no significa que presenten dificultades para relacionarse.

4. Más inteligentes y con mejores notas

No todos los mitos sobre los hijos únicos son negativos. De hecho, muchas veces se relaciona la falta de hermanos con mejores notas y resultados académicos.

Estos pequeños suelen tener una mejor capacidad de adaptación y mayor motivación. Además, es frecuente que tengan excelentes habilidades de lenguaje desde edades tempranas debido a la constante interacción con los adultos. Esto se puede traducir en buenas notas escolares.

Una investigación sobre el hijo único y los logros académicos señala que los niños que crecen solos tienen un mejor rendimiento académico que los que tienen hermanos. Esto se debe principalmente a la combinación de varios factores:

  • Recursos monetarios.
  • Rasgos de la personalidad.
  • Tiempo de crianza en exclusiva.
  • Relación cercana entre padres e hijos.

De todos modos, esta diferencia es más evidente en la edad preescolar y tiende a disminuir con el paso de los años, hasta desaparecer en jóvenes universitarios.



5. Flexibles y creativos

Un estudio realizado en China, por ejemplo, comparó los comportamientos y la personalidad entre niños con y sin hermanos. Los investigadores encontraron que no tener hermanos se relacionaba con puntuaciones más altas de flexibilidad y creatividad, pero con menos amabilidad.

Las expectativas de los padres y tener más oportunidades de realizar actividades independientes puede relacionarse con tener hijos únicos con mentes más flexibles. Con respecto a la amabilidad, los científicos consideran que vivir con pares les permite a los niños con hermanos comprender mejor las emociones, intenciones y estados mentales de los demás. Esto favorece el desarrollo de la empatía.

Aunque estos hallazgos sugieren que el entorno familiar puede influir en el desarrollo del comportamiento de los individuos, no es determinante. La educación, atención y recursos que les dedican los padres a sus hijos también son factores importantes que influyen en la personalidad de los pequeños.

¿Qué dice la psicología de los hijos únicos?

Al analizar el desarrollo de la personalidad en los niños, los científicos no encuentran grandes diferencias entre las personas con y sin hermanos. Gracias a los mencionados estudios, se puede deducir que la capacidad para relacionarse con otros, la extroversión, la madurez, la inteligencia, la autonomía, el nivel de cooperación y el autocontrol no dependen de cuántos miembros tenga la familia.

Aunque algunos estudios señalen que los hijos únicos sí tienen algunas tendencias a determinados comportamientos o actitudes, tanto positivas como negativas, estas no son definitivas. El desarrollo de la personalidad es un proceso complejo en el que influyen muchos otros factores.

Crecer o no con un hermano no parece ser tan importante. A largo plazo, la personalidad, logros, motivaciones, relación con los padres y con los demás no difieren tanto entre hijos con y sin hermanos.

¿Es mejor ser hijo único o tener hermanos?

El efecto de tener o no hermanos en nuestra personalidad y habilidades sociales y cognitivas es variable. Al considerar los resultados de las diferentes investigaciones que mencionamos, se aprecia que crecer solo o con alguien más no ejerce una influencia significativa en estos aspectos.

En algunos casos, los resultados sugieren que el crecimiento sin hermanos podría ser beneficioso. Esto se debe a que el cariño, cuidados y atención recibidos en los primeros años de infancia son la base de un desarrollo saludable a nivel emocional.

A diferencia de los niños que tienen hermanos, los que crecen solos no tienen que competir ni compartir con nadie la atención, el amor y los recursos materiales de sus padres. Esta exclusividad podría considerarse una ventaja.

De todos modos, el número de miembros de las familias no debería someterse a este tipo de debates. Ya sean más grandes o más pequeñas, lo importante radica en el amor, la atención y el bienestar que reciban todos sus miembros.

Hijo único o con hermanos: criar sin culpas

En la actualidad, las familias conformadas por un solo hijo son una realidad prevalente que se incrementa cada vez más. Es importante que los padres que, por diversas situaciones, eligen tener un solo descendiente, no se sientan culpables por no darle un hermanito a su primogénito.

A pesar de los estigmas que aún persisten, la ciencia ha desmentido los mitos en torno a los hijos únicos. Crecer sin un hermano no debe asociarse con desventajas, beneficios, etiquetas o estereotipos.

La clave del desarrollo óptimo de la personalidad de un hijo depende del afecto, la educación, los recursos y el tiempo que le dedican los padres. Entonces, es momento de enfocarse en brindar una paternidad consciente, afectiva y sin culpas, más que en la presencia o no de hermanos en el hogar.


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