La técnica del modelado

Los niños hacen lo que ven y no lo que se les dice que hagan. Descubre la efectividad del modelado para influir en las conductas de los niños.
La técnica del modelado
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Elena Sanz Martín

Última actualización: 28 marzo, 2022

La técnica del modelado forma parte de la teoría del aprendizaje social de Bandura. Dicho autor postula que aprendemos a través de observar los actos de otras personas y las consecuencias que los siguen.

Este aprendizaje por observación, también llamado aprendizaje vicario, se basa en la imitación de una conducta ejecutada por alguien que sirve de modelo. 

Tal proceso ocurre de forma cotidiana y toma especial relevancia en la infancia. Gracias a esta teoría podemos comprender por qué los niños hacen lo que ven y no lo que se les dice que hagan.

Pero, además de ser un proceso de aprendizaje natural, también puede utilizarse como técnica terapéutica para modificar comportamientos.

¿Para qué sirve la técnica del modelado?

La técnica del modelado tiene diversas funciones:

  • Adquirir nuevos comportamientos que no se encuentran aún en el repertorio conductual de la persona. Por ejemplo, en la adquisición de habilidades sociales esta técnica se ha mostrado muy eficaz.
  • Desinhibir conductas que no se emitían por encontrarse bloqueadas por el miedo o la ansiedad, como es el caso de las fobias. Estas han sido tratadas con éxito tras ser el individuo testigo de cómo un modelo afronta la situación temida sin experimentar consecuencias negativas.
  • Inhibir conductas excesivas o indeseables. Se puede modificar la emisión de una conducta si se expone a la persona a la imagen de un modelo padeciendo las consecuencias negativas de dicho acto.
    La técnica del modelado.

Factores que intervienen en la técnica del modelado

  • Las características del modelo. La técnica tiene una mayor efectividad cuando el modelo se parece a nosotros tanto en sus características físicas como personales. También tendemos a imitar en mayor medida a aquellos modelos que percibimos como prestigiosos o que tienen una cierta influencia para nosotros. En el caso de los niños, sus principales modelos serán sus padres, sus profesores o un hermano mayor.
  • Las características del propio sujeto. Especialmente si este tiene algún déficit sensorial (como ceguera) o si se encuentra en un estado de ansiedad elevada, le será más difícil atender a la ejecución del modelo.
  • La situación también es un factor importante. Esta debe generar la curiosidad suficiente en el individuo para que este le preste atención. Además es más habitual recurrir a la imitación si la situación es incierta, desconocida o tiene una cierta dificultad.

Tipos de modelado

  1. Activo o pasivo. En el primero, la persona imita la conducta después de observarla, mientras que en el segundo el comportamiento se adquiere a nivel cognitivo, pero no se ejecuta.
  2. Modelado participativo o no participativo. Dependiendo de si el observador interactúa con el modelo, por ejemplo, en el caso de los logopedas, o si se limita a observar.
  3. De conducta objetivo o de conductas intermedias. Según la dificultad, se puede modelar directamente la conducta final o ir modelando varios pasos intermedios más sencillos.
  4. Modelado positivo, negativo o mixto. En el positivo se enseña una conducta socialmente adecuada; en el negativo se modela un comportamiento disruptivo, y en el mixto se muestra una de cada tipo.
  5. Modelado individual o grupal, dependiendo de si hay un único observador aprendiendo el comportamiento o hay varios.
    La técnica del modelado.
  6. Simple o múltiple. Según el número de modelos que realicen la conducta a adquirir. El aprendizaje es mayor en el segundo caso, puesto que el observador está expuesto a distintas alternativas de comportamiento.
  7. Automodelado. En este caso, la persona que observa y que ejerce de modelo es la misma. Esta técnica ha sido utilizada con gran éxito para tratar el mutismo selectivo, usando el automodelado simbólico. En él la persona puede observarse a sí misma realizando la acción a través de montajes de vídeo.
  8. Modelado en vivo, simbólico o encubierto. Según la forma en que se presente el modelo, podemos estar ante modelado en vivo (el modelo se encuentra presente), simbólico (se observa al modelo de forma indirecta, como en una grabación en vídeo) o encubierto (se aprende la conducta imaginando la ejecución del modelo).
  9. Modelado de dominio o de afrontamiento. Según el grado de competencia que posea el modelo. En el primero, el modelo actúa sin errores desde el principio, mientras que en el segundo va mejorando su actuación paulatinamente. El modelado de afrontamiento es mas eficaz, ya que el observador puede identificarse más.

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