Para los padres de niños en edad escolar constituye un verdadero quebradero de cabeza la posibilidad de contagio de piojos en el colegio. Puede parecer inevitable, pero el contacto frecuente y cercano entre los alumnos conlleva el riesgo de este tipo de contagios. Sin embargo, hay medidas para evitarles este mal a los niños. Y si ya ha ocurrido, impedir que se reproduzcan y proliferen.
Piojos en el colegio: el piojo de cerca
Los piojos son insectos. Se trata, específicamente, de parásitos minúsculos. Tienen entre 2 y 3 mm de longitud, son de color marrón y tienen seis patas. Viven hasta 35 días en sus diferentes etapas.
Se alimentan de sangre humana y suelen colonizar el cuero cabelludo; allí se sujetan fuertemente a los cabellos y colocan sus huevos, llamados liendres. Provocan escozor debido a los fluidos que transmiten al ser humano a través de su picadura. ¿Cómo se produce el contagio? En principio, sucede de persona a persona por contacto directo. También a través de objetos compartidos, en los cuales viajan hacia otros huéspedes.
Los niños: sus huéspedes favoritos
Cerca de 20% de los niños padece pediculosis, que es como se conoce la infestación por piojos. El contagio se facilita por la cercanía entre ellos al estudiar, jugar o convivir y por el intercambio de objetos personales y ropa. Aunque es más frecuente en los pequeños de la casa, los adultos no están exentos de esta afección.
Síntomas de la pediculosis
La pediculosis puede ser asintomática en algunos casos o pasar desapercibidos los insectos y sus huevos. Las señales más notorias son:
- Rascarse la cabeza.
- Aparición de lesiones rosadas en el cuero cabelludo de tanto rascarse.
- Existencia de pequeñas bolas de entre 1 y 2 mm a diferentes alturas de los cabellos (huevos o liendres).
- Hallazgo de insectos en partes de la ropa cercanas a la cabeza.
Ante cualquiera de estas señales, para confirmar o no el diagnóstico se sugiere poner en práctica las siguientes medidas:
- Revisar la cabellera por mechones en busca de parásitos o liendres.
- Peinar cuidadosamente el cabello con peine especial sobre un papel blanco para observar posibles piojos.
Si el hallazgo es positivo, lo preceptivo es informar a las autoridades del colegio, para que promuevan la profilaxis.
¿Es posible evitar el contagio?
Evitar el contagio de piojos en el colegio es una tarea difícil. Sin embargo, algunas medidas y ciertos remedios caseros pueden minimizar el impacto o, incluso, evitar que suceda:
- Individualizar y no compartir implementos de cabello o vestimenta entre los niños: peine, cepillo, gorros, accesorios, etcétera.
- En las temporadas más virulentas, mantener a los niños con el cabello corto y a las niñas con peinados recogidos.
- En el colegio, mantener a los padres informados de casos de infestación, para que estos realicen acciones de prevención.
- Dar información a los propios niños sobre el problema y las maneras de evitar el contagio.
¿Y si ya el niño cogió piojos en el colegio?
A pesar de estas precauciones sobre la pediculosis. Siempre hay riesgo de contagio. En mayor o menor medida. En caso de que el niño ya tenga piojos, las acciones deben estar dirigidas a evitar que los parásitos pasen a la etapa de reproducción:
- Acudir al pediatra o dermatólogo.
- Revisar a los demás miembros de la familia.
- Emplear champús especiales para matar a los piojos. Una vez muertos, retirar manualmente todos los insectos y liendres.
- Lavar la ropa y objetos usados durante el contagio en agua caliente (más de 50º C).
- Aspirar la casa, lo más exhaustivamente posible. Desde los muebles hasta todas las superficies de la casa.
Estas medidas, realizadas oportunamente, minimizan la posibilidad de contagio de piojos en el colegio y en el hogar.
Mitos sobre la pediculosis
Algunas convicciones sin fundamento, deben ser desechadas si se quiere solucionar realmente el problema:
- La infestación por piojos no tiene relación con la mala higiene.
- Sustancias caseras para eliminarlos no han demostrado su efectividad. Además hacen perder el tiempo, que los parásitos aprovecharán para reproducirse, colonizar y contagiar a otros.
- Los piojos no se encuentran por ahí en estado latente. En realidad no pueden vivir sin alimentarse más de 2 días, al cabo de los cuales mueren.
- Estos parásitos no transmiten enfermedades. No pasan de animales a personas, ni viceversa.
- No deben aplicarse químicos sin haber aún contagio como medida de profilaxis. Es innecesario y puede crear resistencia para futuros tratamientos.
Por último, el niño aquejado por piojos en el colegio no debe ser avergonzado con la divulgación de su problema, sino recibir el apoyo de sus padres y maestros. Recuerda que los piojos es un problema común y también molesto, por eso es necesario prevenirlo y tratarlo cuanto antes.