La importancia de la higiene en los oídos: ¿Cuál es la forma correcta?

El 50 % de los españoles ha padecido tapones en los oídos. Además, muchos sufren problemas auditivos de forma regular, por lo que conviene preguntarse: ¿qué hacer para evitarlo? ¿Debo darle más importancia a la higiene de los oídos?

Es de vital importancia la higiene en los oídos; no debes dejar que un exceso de cerumen se acumule allí.

¿Has sufrido alguna vez un momento incómodo por un tapón en los oídos? Aunque no lo parezca, estos sucesos dolorosos están relacionados con el cuidado del órgano auditivo en la mayor parte de la población. Por tal razón, con el objetivo de ayudarte a evitar estas situaciones, presentamos algunos consejos para mantener una buena higiene en los oídos.

¿Por qué es importante la higiene en los oídos?

El oído es el conducto sensorial interno, en tanto que el pabellón auditivo es la parte externa, cubierta por folículos pilosos y glándulas. Estas producen un aceite ceroso que se conoce como cerumen, el cual se abre paso hasta la abertura del oído. La cantidad de cera que se produce varía de acuerdo al organismo de cada persona.

El cerumen atrapa las partículas de polvo del aire; de esta manera evita que lleguen al tímpano y lo protege. Es decir, la cera tiene una función preventiva en el oído.

Sin embargo, cuando se acumula en la entrada del oído, suele bloquear el conducto auditivo externo. Esta es una de las causas más comunes de la pérdida de audición. Es por ello que es de vital importancia la higiene en los oídos; no debes dejar que un exceso de cerumen se acumule allí.

Mantener el oído limpio permite que este órgano cumpla eficazmente su función auditiva y de equilibro. Esto se conoce como higiene auditiva y, con las precauciones debidas, evitarás infecciones y problemas como la disminución de la capacidad auditiva.

Cómo limpiar los oídos correctamente

La evolución de las patologías auditivas es cada día más notoria. No obstante, puedes evitarlas al limpiar correctamente el oído solo las veces necesarias.

Principalmente, debes usar un difusor de agua marina para diluir la cera acumulada y para que sea más fácil de remover; también puedes usar glicerina. Esta acción tendrá mayor efecto si se lleva a cabo una hora antes del baño, pues la ducha es el mejor momento para la higiene del oído.

La higiene en los oídos es primordial para mantener su salud y funcionamiento.

Luego de unos minutos, inclina la cabeza sobre una toalla para drenar el agua y la cera diluida. Tras esto, seca la parte externa de la oreja con la toalla; así evitarás la aparición de hongos.

La periodicidad de este proceso debe ser en días alternos. Recuerda que el oído no debe quedar totalmente libre de cera.

En cuanto a la higiene del pabellón auricular, basta con limpiarlo con las manos durante la ducha. Ayúdate con un poco de jabón líquido y asegúrate de secar bien con una toalla.

La limpieza de los oídos en los niños y bebés

Los mismos principios que aplican para la higiene auditiva en los adultos son aplicables a los niños. Muchos de ellos (especialmente los preescolares) son propensos a acumular cerumen debido a los escasos hábitos de limpieza, además de la tendencia a llevarse objetos a los oídos que pueden empujar el cerumen hacia las partes más profundas.

Para los bebés y niños más pequeños, utiliza de forma ocasional una gasa o algodón humedecido que puedes introducir superficialmente a través del conducto auditivo externo. Ten cuidado de no hacerlo con fuerza, ya que podría lastimar parte del tejido. Por supuesto, no debes usar bastoncillos a menos que sea para limpiar el pabellón auricular.

Si existe sospecha de una otitis (por dolor y fiebre), vale la pena primero acudir al pediatra para recibir una orientación. A menos que haya supuración, la limpieza del oído no suele la prioridad, sino tratar la infección. En todo caso, los métodos antes mencionados son válidos para la higiene.

¿Qué evitar al limpiar los oídos?

Frecuentemente, se diagnostican problemas auditivos por limpiar los oídos inadecuadamente. Por ejemplo, algunos recomiendan el agua oxigenada para la higiene del órgano auditivo. Sin embargo, esta no es la mejor opción; de hecho, los médicos no la indican, especialmente en los pacientes con tímpano perforado. Procura no usarla al limpiar los oídos.

Por otra parte, evita usar hisopos de algodón para eliminar la cera de los oídos, puesto que, en lugar de extraerla, esto empuja el tapón de cera hacia adentro. Si el cerumen penetra el oído, puede causar severos daños en el tímpano.

Tampoco introduzcas ninguna clase de objetos como palillos, alfileres o ganchos para aliviar el oído o limpiarlo. Al hacerlo, corres el peligro de romper las estructuras del oído.

“Mantener el oído limpio permite que este órgano cumpla eficazmente su función auditiva y de equilibro”

Cómo saber cuando los oídos están sucios

Puedes determinar si necesitas limpiar los oídos si presentas algunos síntomas característicos. Por ejemplo, pérdida de audición, irritación en el oído y picor; en ocasiones puede que el tapón de cerumen se mueva y te cause cierto dolor. Si aún después de hacer la respectiva limpieza en casa sientes los malestares, entonces debes acudir al médico.

La otitis externa aguda se da con mucha asiduidad en verano, cuando aumenta el contacto con medios acuáticos.

Cuidados necesarios para un oído sano

La buena salud del oído no solo depende de la limpieza, sino que también debes cuidarlo de sufrir daños y lesiones. Esto es especialmente relevante en los niños; sobre todo si practican natación, procura que naden siempre con tapones para proteger el conducto auditivo.

De hecho, según un artículo de investigación, las otitis externas son cinco veces más frecuentes en nadadores, y el grupo etario más afectado son los niños entre 5 y 12 años de edad (escolares).

Además, evita exponer los oídos a ruidos muy intensos y, si sientes molestia o dolor, evade la autoexploración. Tampoco te automediques ni te insertes nada en el oído.

Del mismo modo, procura mantener la televisión y el equipo de sonido a un volumen moderado. También, evita usar auriculares con mucha frecuencia y mantén los oídos alejados de la humedad; después del baño, asegúrate de secarte bien.

En conclusión, la higiene en los oídos debe ir acompañada de buenos hábitos. Procura mantenerlos limpios y secos para evitar complicaciones que pueden afectar considerablemente tu vida cotidiana.

Bibliografía

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