Genética y salud bucal: trastornos dentales hereditarios en niños

La herencia puede favorecer el desarrollo de algunas enfermedades de la boca. Te contamos la relación entre la genética y la salud bucal.
Genética y salud bucal: trastornos dentales hereditarios en niños
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 07 febrero, 2024

¿Pueden los niños heredar los problemas dentales de sus padres?, ¿influye la genética en la salud bucal de los más pequeños? Lo cierto es que sí existe un vínculo y aquí te lo explicamos.

Los trastornos específicos que se manifiestan en la boca pueden ser heredados por los niños. Por otro lado, los genes también juegan un papel en determinar ciertas características de la cavidad bucal que pueden aumentar o disminuir las posibilidades de desarrollar enfermedades orales comunes. A continuación, te brindaremos más información al respecto.

¿Los problemas dentales pueden ser hereditarios?

Sí, algunos problemas dentales pueden heredarse. Como adelantamos, la genética influye en la salud bucal. Los genes pueden provocar anomalías específicas en la boca o favorecer al desarrollo de algunas afecciones dentales.

Debido a la herencia, algunos niños pueden ser más propensos a experimentar ciertos problemas orales. Esto no significa que todos los hijos de padres con trastornos dentales heredarán las mismas condiciones, pero sí aumentan las probabilidades de desarrollar ciertas afecciones.

La Asociación Dental Americana (ADA) explica que aún no se ha identificado ningún gen específico que tenga un gran impacto en la aparición de las caries o la enfermedad de las encías. Además, agrega que muchas de las patologías comunes no se heredan como un solo defecto genético, sino que son el resultado de interacciones gen-ambiente.

La combinación de la predisposición genética con factores externos negativos, como una mala higiene bucal o una dieta inadecuada, llevan a que los niños desarrollen problemas en la boca.

Sin embargo, la herencia interviene en la aparición de ciertas anomalías orales específicas o de síndromes sistémicos que tienen manifestaciones en la boca. Los estudios develan que los genes influyen en el crecimiento de los dientes y maxilares, por ende, condicionan su desarrollo normal.



Trastornos dentales hereditarios en los niños

Los genes intervienen en el proceso de formación y crecimiento de todas las estructuras de la boca. Alteraciones en los genes implicados en estos procesos puede dar origen a anomalías en los dientes y los maxilares.

Piezas de más o de menos, elementos con formas o tamaños anormales, tejidos dentarios débiles y alteraciones en la erupción dentaria, son algunos ejemplos. Algunas de las anomalías en los dientes se manifiestan de manera aislada. En cambio, otras veces, son una manifestación más de un cuadro sindrómico.

La lista de afecciones orales de origen hereditario es extensa. A continuación, nombramos las más representativas.

  • Amelogénesis imperfecta: se caracteriza por el desarrollo anormal del esmalte dental. Los dientes son débiles, decolorados y propensos a fracturarse.
  • Dentinogénesis imperfecta: este trastorno afecta la formación de la dentina. Los dientes afectados presentan una apariencia translúcida o marrón-azulada y también son débiles y propensos a romperse.
  • Agenesia dental: se trata de la ausencia de uno o más dientes, ya sean temporales o definitivos, porque no se han llegado a formar.
  • Displasia ectodérmica: esta afección genética altera el desarrollo de los tejidos que provienen del ectodermo, incluidos los dientes. Es habitual que a los niños con este problema les falten piezas dentarias o estén poco desarrolladas.

Una publicación de Acta Odontológica Venezolana identifica síndromes y enfermedades sistémicas que alteran la cronología de la erupción dentaria. Estas afectan el tamaño y la forma de los maxilares y los dientes, y presentan otras manifestaciones a nivel de la cavidad bucal. Estas son algunas.

  • osteogénesis imperfecta,
  • síndrome de Albright,
  • síndrome de Down,
  • querubinismo,
  • displasia cleidocraneal,
  • disostosis craneofacial,
  • síndrome de Teacher Collins,
  • síndrome de Pierre Robin,
  • síndrome de Hollermann – Streiff.

¿Cómo influye la genética en la salud bucal de tu hijo?

Además de producir las anomalías puntuales que mencionamos, los genes también influyen en las características de la boca. Así, la herencia tiene un papel destacado en algunos aspectos que inciden en la salud bucodental.

La calidad de la estructura del esmalte dental, por ejemplo, está determinada por los genes. Este tejido puede ser más o menos resistente a la acción de los ácidos provenientes de la placa bacteriana. Un esmalte débil predispone a los niños a desarrollar caries. Los genes también influyen en la preferencia por determinados sabores que producen más placer.

Como lo expone una investigación publicada en la revista European Review for Medical and Pharmacological Sciences, la elección de los alimentos se debe a una mezcla de señales sensoriales en las que intervienen los genes relacionados con el gusto, el olfato y la textura de las comidas.

Los niños pueden consumir dulces en exceso porque heredan la inclinación hacia las comidas con azúcares y esto aumenta el riesgo de que desarrollen caries.

La composición y secreción de la saliva también viene determinada por la herencia. Se ha sugerido que los genes determinan las propiedades protectoras de este fluido y por eso, sus características varían de unas personas a otras.

El microbioma es el conjunto de comunidades bacterianas que existen en la boca y que varían según su ubicación. La respuesta del sistema inmunitario a estas colonias permite mantener un equilibrio que evita las enfermedades.

Pero la eficiencia de la inmunidad depende, entre otras cosas, de los genes. Así, algunos niños son más susceptibles de que las bacterias de su boca les ocasionen problemas.



Problemas de salud bucal en los niños influenciados por la genética

Los genes determinan las características de la boca, el desarrollo de los maxilares, la salida de los dientes, la calidad de los tejidos dentarios, las preferencias alimenticias y las propiedades de la saliva, entre muchas otras cosas. En función a estas particularidades de su boca, algunos pequeños tienen un mayor riesgo de padecer las siguientes patologías.

  • Caries dentales: tener una dieta en la que predominan los dulces, una saliva con pocas propiedades protectoras, un sistema inmune debilitado o un esmalte alterado, favorece el desarrollo de las caries en los niños.
  • Maloclusiones: la mala alineación de los dientes y la mandíbula puede ser hereditaria. Los genes determinan cuánto y cómo crecen los huesos y dónde se ubican las piezas dentarias.
  • Problemas de encías: las alteraciones del tejido gingival es mayor en los niños con susceptibilidad a la inflamación o con una respuesta inmunitaria alterada ante las bacterias presentes en la boca.
  • Sensibilidad dental: sufrir dolor o molestias intensas al consumir alimentos o bebidas frías, calientes, dulces o ácidas, puede deberse a un esmalte con una estructura defectuosa por razones genéticas.

La genética no es la única responsable de los problemas de salud bucal

Si bien la genética es un factor que incrementa el riesgo de que los niños padezcan algunos problemas de salud bucal, no es determinante. La mala higiene oral, una dieta poco saludable, la presencia de hábitos orales nocivos y la falta de asesoramiento odontológico por parte de un profesional, también influyen en la aparición de estos trastornos.

Comprometerse con el cuidado de la boca de los más pequeños es fundamental para mantener su sonrisa saludable, independientemente de los factores hereditarios.


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