5 claves para enseñar a debatir a los niños

Cuando pensamos en un debate, en general, lo vinculamos con el mundo adulto. Nos imaginamos una situación clásica o típica de dos personas subidas a un estrado que discuten sobre ideas o posturas diferentes y hasta opuestas. Sin embargo, si nos animamos a ir un poco más allá, muchas de las habilidades que se ponen en juego en un escenario como este se aprenden desde niños.

Incluso, aprender a debatir desde pequeños representa enormes ventajas en el desarrollo y en la vida adulta. De modo que no es algo que debería «dejarse para después», sino empezar a fomentar desde la infancia. Claro que al referirnos a un debate en edades tempranas, no implica hacerlo en los términos de los mayores, sino que se deben respetar las edades y los ritmos propios. Veamos entonces algunas claves para enseñar a debatir a los niños.

Apunta estas claves para enseñar a los niños a debatir

Un debate no debe ser planteado en términos de ganadores o perdedores, sino de un intercambio, aprendizaje y enriquecimiento mutuo. De este modo, no se trata de una competencia por quién tiene la razón. Si tomamos esta idea como punto de partida, a continuación te contamos algunas claves para enseñar a los niños a debatir.

1- Practicar

Nadie nace con sabiduría como para sostener un debate con éxito. Además, los nervios de hablar en público y el hecho de saber que puede haber personas que nos observan, también son factores que influyen.  Por eso, hay que elegir el tema y buscar la circunstancia, que podría ser durante la merienda o mientras compartimos algún juego.

Siempre se pueden usar preguntas del tipo ¿y qué piensas de este tema?, ¿por qué crees que las cosas son así?, o ¿por qué crees que las cosas deberían ser de otra forma? De este modo, no solo practican sino que también los incentivamos a pensar.

Tener en cuenta la gestión emocional también es clave, ya que a veces las emociones pueden invadir al niño y llevarlo a actuar de una manera inesperada. Por ejemplo, puede bloquearse, enojarse, incomodarse o ponerse eufórico, entre otras.

2- Enseñar la escucha y la espera

Imaginemos que según la edad en la que se encuentre, un niño tiene el pensamiento más o menos centrado en sí mismo. Por ello, es importante enseñarles la importancia de escuchar, de esperar un turno para hablar y de no interrumpir a los otros. Para ello, pueden emplearse algunas estrategias como pedirle que levante la mano cuando quiera decir algo o pasarse algún objeto para marcar los turnos de habla.

3- Prepararse e informarse

El ejercicio de buscar información será acorde con la edad del niño. Pero es importante señalar que para poder debatir sobre un tema, es necesario conocer algo sobre él previamente. Podemos tener opiniones sobre algo en particular, pero de cualquier modo, es clave saber explicarlas y expresarse.

4- Enseñar valores

Es importante que los niños comprendan que un debate no es nada más que una circunstancia en la que se exponen puntos de vista y argumentos sobre una postura o forma de pensar. Por eso, es necesario educar en el respeto a las personas y sus opiniones. También, hay que dejar en claro que no está bien insultar, gritar, atacar o burlarse de los otros.

5- Ser un buen ejemplo

Los niños aprenden mucho tanto de lo que les enseñamos como de aquello que ven. En ocasiones, están presentes cuando tenemos conversaciones y debates con otras personas y son capaces de registrar nuestras emociones, nuestras conductas y hasta nuestros tonos de voz. Por eso, es muy importante ser un buen ejemplo.

Algunos beneficios de enseñar a los chicos a debatir

Algunas de las ventajas de debatir son las siguientes:

• Desarrollan un espíritu crítico y un pensamiento autónomo.
• Desarrollan la empatía, la escucha, la tolerancia y el respeto por el otro.
• Aprenden a dialogar y no confrontar.
• Cuando el debate se emplea como una estrategia en el aula, los niños se comprometen con el aprendizaje y se vuelven verdaderos protagonistas de la construcción del conocimiento.
• Aprenden a tener un registro de las emociones y de todo lo que les pasa a nivel corporal. Todo eso les ayuda a conocerse y a ejercitar el autocontrol.

El ejercicio de elegir por sí mismos

Para muchas personas puede resultar extraño asociar dos términos o situaciones como niñez y debate. Sin embargo, posibilitar que tengan dicho ámbito de expresión no solo fortalece otras habilidades, sino que les permite poner en juego sus propios pensamientos y deseos. Además, de esa forma, aprenden a tomar decisiones por sí mismos.

Todo esto no es otra cosa que facilitar la participación, el protagonismo infantil, la responsabilidad y la autonomía. Estas cualidades son muy importantes para la etapa escolar en particular y para la vida en general.