Enseñar a tu hijo a no burlarse de los demás evitará que se sienta rechazado. Además, los niños deben entender que esas conductas que incluyen burlarse de los demás disminuyen sus habilidades para relacionarse y transgreden las normas y conductas sociales.
El hostigador también sufre
Suele creerse que el niño que se burla de otro no sufre. Pero la realidad indica que es débil y cobarde, y lo encubre a través del hostigamiento. También puede ser evidencia de un comportamiento aprendido en casa o de que no se siente bien consigo mismo.
En algunos casos ha sido víctima de burlas y, para protegerse, hace lo mismo con otros niños.
Es en casa donde empieza la educación en valores. Pero hay padres que no corrigen al niño que se burla de los demás porque no lo ven como un problema. Puede suceder que tengan por costumbre criticar a otras personas y estos son ejemplos que los hijos copian.
Agresividad en el hogar
También hay que indagar las razones que llevan a un niño a comportarse de esa manera. La carencia de afecto o la agresividad en el hogar son detonantes del hostigamiento; los niños desahogarán esa frustración a través de las agresiones físicas y verbales a quienes crean más débiles
Cada padre debe entender que burlarse de los demás puede desencadenar conductas agresivas en su hijo. Además, minimiza sus posibilidades de éxito escolar y afecta su capacidad de tolerancia para relacionarse con los demás.
En materia de control paterno, es imprescindible actuar de inmediato ante cualquiera de estos episodios de hostigamiento.
Los padres, desde casa, deben educar constantemente a sus hijos desde el punto de vista emocional. Enseñar a un niño a no burlarse de los demás pasa por hacerle entender que es un comportamiento inaceptable. Invitarlo a ponerse en el lugar del otro es una manera de fomentar la empatía.
¿Qué hacer para enseñar a mi hijo a no burlarse de los demás?
Burlarse de los demás puede producir en el agresor rechazo, merma en el aprendizaje escolar y baja autoestima. También aumenta la agresividad y la inseguridad personal; es una evidencia de cómo se ignoran las normas que rigen el comportamiento social.
Mostrar el riesgo de que otros actúen igual
Cuando un niño se burla de los demás busca una forma de tener el control o de llamar la atención. Quizás sea la única manera que conoce de relacionarse con los demás
La mejor manera de contrarrestar este comportamiento es hablar con él. Explicar el daño que hace a los demás y lo desagradable de su actuación es parte de la enseñanza.
También hay que hablar sobre el riesgo que implica una actuación de esa naturaleza; si continúa así es probable que otros opten por burlarse de él o que alguien quiera agredirlo.
Predicar con el ejemplo
Los padres deben predicar con el ejemplo y jamás hacer aquello que se quiere corregir en el niño. Lo que sí deben hacer es reforzar las conductas positivas de su hijo a través del reconocimiento del buen comportamiento.
El amor no puede faltar en este proceso de enseñar a un niño a no burlarse de los demás. Si se siente querido disminuirán su inseguridad y, con ello, su agresividad.
Respeto y tolerancia, valores fundamentales
Cuando el niño entienda el daño que hacen las palabras malintencionadas, habrá aprendido a aceptar al otro y sus diferencias.
Fomentar valores como el respeto y la tolerancia incrementará su capacidad de convivencia en la niñez. El resultado es que será una mejor persona en el futuro.
Introspección paterna
Para enseñar a un hijo a no burlarse de los demás, es importante hacer una introspección. Un padre con baja autoestima e incapacidad de hacer amigos no podrá orientar al niño; debe conocerse y valorarse mejor para que el pequeño lo vea como un modelo.
Impulsar y motivar al pequeño es una necesidad. Ayudarle a tener nuevos amigos, hablar bien de las personas y cooperar con los demás son formas de corregir un mal comportamiento.
“Una buena asesoría profesional puede ayudar al niño a encarar sus frustraciones, a manejar la ira o la inseguridad y a aprender a relacionarse”
¿Y si mi hijo es víctima de burlas?
Cuando los hijos son las víctimas del hostigamiento, los padres deben reforzar la seguridad y enseñarles a no temer al qué dirán. Una estrategia puede ser inculcarles sentido del humor o enseñarles a ignorarlas.
Si el niño es víctima de las burlas, es fundamental que los niños le den amor y comprensión. Levantar la autoestima y reforzar su seguridad es parte del proceso de enseñar a un hijo a no hacer caso a lo que digan los demás.
Bibliografía
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