¿Duelen las patadas del bebé?

Los movimientos y patadas del bebé pueden ocasionar dolor a partir del segundo trimestre del embarazo. Sin embargo, cada gestación es diferente.

Mujer embarazada tocando su barriga y sintiendo las pataditas de su bebé.

Es verdad que fascinan a los padres y familiares. Siempre que un pariente o amiga queda embarazada, lo primero que hacemos es tocar su barriga para experimentar esta sensación. Sin embargo, muchas personas suelen preguntarse: ¿duelen las patadas del bebé? ¿Estos movimientos son dolorosos para la mamá?

Todo es bastante relativo. No todas las pataditas de los futuros neonatos duelen, pero hay algunas que sí. Todo dependerá de la fuerza del movimiento, pero también hay otros factores que se deben tomar en consideración.

¿Qué indican las patadas del bebé?

Los movimientos del bebé en el vientre materno, como las patadas, son uno de los primeros signos de vitalidad fetal. Estos aparecen de forma progresiva y son indicativos de un buen desarrollo neuromuscular. 

De hecho, la dinámica de movimiento percibida por la madre, en combinación con la ecografía y el uso del tocodinamómetro, forman parte de las herramientas médicas que evalúan el bienestar intrauterino.

Según un artículo publicado por la revista Obstetrics & Gynecology, los bebés con restricción de crecimiento son identificados de manera significativa antes del nacimiento cuando se utiliza el recuento de movimientos fetales.

Por otro lado, la percepción de las patadas del bebé puede ser diferente en cada embarazo. Esto no solo depende del bebé, sino también de factores de la madre. Por ejemplo, las mujeres con obesidad, o aquellas que usen fármacos sedantes o antidepresivos, pueden percibir los movimientos con menor intensidad.

Los movimientos del bebé a partir de la semana 22

Por lo general, tal y como señala un trabajo desarrollado por la Universidad de los Andes, las embarazadas comienzan a percibir los movimientos fetales entre la semana 18 y 22.

En las gestantes multíparas puede suceder antes, entre la semana 16 y 28 de gestación, mientras que en las mujeres con sobrepeso puede retardarse hasta la semana 24.

En este período solo se perciben algunos roces y contactos leves. Algunas mujeres perciben esta dinámica como aleteos o burbujas en el vientre. Esto es porque el feto es pequeño y el útero aún le brinda espacio para moverse.

«Comienza a sentir a su hijo, al principio en forma de pequeñas burbujas y, después, incluso de patadas».

—Taty Matos (2015)—

Las mujeres experimentarán durante 1 mes y medio golpes y movimientos que no deberían molestar. En este periodo, la presión y las patadas del bebé se incrementarán de forma progresiva en fuerza y regularidad.

En principio, lo que siente la madre es al feto chocando con las paredes del útero, sus cambios de posturas y volteretas. Sin embargo, pronto todo cambiará debido al tamaño y desarrollo del futuro bebé; el espacio se reducirá y por eso la sensación puede cambiar.

Duelen las patadas del bebé a partir de la semana 28

En la semana 28, el bebé continúa en crecimiento, mientras que el tamaño del útero está casi en su límite. Es entonces cuando los leves movimientos pueden convertirse en golpes dolorosos. Estas molestias suelen mantenerse hasta la semana 34, para luego disminuir progresivamente.

En general, los golpes pueden doler porque el pequeño llega con mayor facilidad a las paredes, y también porque tiene más fortaleza física. Además, el bebé está más incómodo y activo, lo que representa, en ocasiones, molestias para la mamá.

En este periodo no solo se perciben patadas, también la madre puede sentir como el bebé gira y se ubica en diferentes posiciones, en especial entre la semana 30 y 32.

Los impactos pueden alcanzar las costillas y otros órganos de la mujer. De hecho, algunos de estos golpes pueden ocasionar la pérdida del aire y despertar a la mujer embarazada.

Las horas de mayor impacto son las noches

De acuerdo con Stanford Medicine Children’s Health los bebés están más activos durante las horas de la noche. Entre las nueve de la noche y la medianoche se incrementa su actividad física. Esto puede ser producto, entre otras cosas, de la ingesta de alimentos.

La mamá debe cuidar su alimentación. Algunos productos como el azúcar pueden estimular a los pequeñines incluso cuando están en el útero; por ello, lo mejor es bajar la ingesta de este alimento durante la cena. En caso de duda, lo mejor es acudir al ginecólogo y preguntar por la dieta indicada.

El horario nocturno es ideal para hacer el conteo de los movimientos del bebé. Esta es una actividad que muchos ginecólogos aconsejan a las madres para conocer el estado del feto. El objetivo de estos registros es comprender la frecuencia del movimiento; de esa forma, la futura mamá podrá prepararse para afrontar los impactos.

Circunstancias bajo las cuales duelen las patadas del bebé más

Cada embazada tiene características particulares, y por eso las patadas no se sienten de forma semejante. Por ejemplo, las madres primerizas pueden experimentarlas con mayor sensibilidad. Entre otras cosas, porque los movimientos pueden tomarles por sorpresa.

Si la madre es delgada, los golpes del pequeño pueden sentirse con mucha más intensidad. En estos casos, los niños pueden impactar con mayor facilidad las costillas y la zona del bajo vientre.

El espacio es más reducido para los futuros neonatos, los movimientos sentidos en estos casos son bastante recurrentes y las madres pueden sufrir dolores molestos. En la mayoría de los casos, los movimientos fetales pueden percibirse desde la semana 18 de gestación. No obstante, el peso del bebé también es un factor que se debe considerar.

De esta forma, el dolor experimentado durante un embarazo varía de una mujer a otra. La intensidad depende así de diversos factores, como la salud de la mujer, la posición y el desarrollo de los bebés, y la capacidad de cada persona para lidiar con las molestias.

¿Cuándo buscar atención médica?

La disminución brusca de los movimientos fetales o la ausencia de los mismos es una señal de alarma que requiere valoración profesional lo antes posible. Para ello, es crucial tener un registro diario de la dinámica de movimiento que permita detectar a tiempo esta anomalía.

No es necesario contar las patadas del bebé a todas horas. En este sentido, es suficiente con tomarse un momento al día para ello. La percepción de menos de 10 movimientos fetales en 12 horas es indicativo de que algo anda mal.

Además, se debe buscar atención profesional en caso de no sentir patadas u otros movimientos luego de la semana 24 de gestación.

Los movimientos del bebé son sinónimo de bienestar fetal

Como ves, el mejor indicativo de que el pequeño está bien son sus movimientos. Más preocupante que el dolor, es el cese súbito o la falta de movimiento del bebé. Además, es recomendable comentar con el ginecólogo los problemas de dolor que se tengan. Todos los síntomas que parezcan extraños deben ser controlados por el especialista.

Respirar, caminar y estimular con música al bebé son algunas prácticas aconsejadas. El yoga para embarazadas también intenta aminorar la molestia de las patadas y los movimientos del feto. La buena noticia es que estos dolores más intensos solo se presentan durante las últimas semanas de la gestación.

Bibliografía

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