Cómo escoger dibujos animados apropiados para tus hijos

Los dibujos animados poco apropiados pueden afectar el desarrollo cognitivo, social y emocional de tus hijos. Si no sabes qué programas infantiles escoger, te ofrecemos algunas pautas al respecto.
Cómo escoger dibujos animados apropiados para tus hijos
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 25 enero, 2023

A los niños les encantan los dibujos animados y esos divertidos personajes que les acompañan desde la pantalla. Si piensas en tu propia infancia, probablemente algunos de tus mejores recuerdos estén relacionados con este tipo de programas infantiles. Sin embargo, existen muchas opciones disponibles y no todas son igual de adecuadas y beneficiosas. Por eso, hoy queremos orientarte respecto a cómo escoger dibujos animados apropiados para tus hijos.

Aunque a veces se satanizan, lo cierto es que las series infantiles no son negativas por sí mismas. De hecho, no solo entretienen a los niños, sino que además les transmiten valores, les muestran cómo comportarse en sociedad y contribuyen con múltiples aprendizajes. Tal vez tus pequeños hayan aprendido los colores gracias a un programa infantil o adquieran vocabulario en inglés de la mano de estos dibujitos. Veamos más a continuación.

Ten en cuenta la edad a la hora de escoger dibujos animados apropiados

Este es uno de los principales parámetros a tener en cuenta. Y es que un bebé y un niño en edad escolar no deben ver los mismos programas, ya que su maduración cerebral y sus necesidades son diferentes. A este respecto, una premisa promulgada y respaldada por una gran cantidad de expertos y asociaciones de pediatría es la siguiente: los menores de dos años no deberían estar expuestos a las pantallas.

Esta puede parecerte una afirmación muy tajante, pero lo cierto es que se ha comprobado cuán perjudiciales resultan estos estímulos audiovisuales para los más pequeños. Ten en cuenta que el cerebro de los bebés aún está muy poco desarrollado y que estos primeros años de vida son una etapa crítica en la que experimentan cambios en el volumen, la estructura y las conexiones cerebrales. Y, en este proceso, las pantallas pueden interferir.

La estimulación que un menor de dos años necesita es principalmente el contacto con sus figuras de apego y la interacción con el entorno en un ambiente natural y no virtual. Ver dibujos animados puede causar un estado de alerta permanente, irritabilidad, problemas de atención e impulsividad y dificultades en el desarrollo de la empatía y la socialización.

La exposición a las pantallas ha de controlarse y no debería superar una hora diaria en menores de cinco años. En los más mayores, lo ideal es no sobrepasarse las dos horas.

Analiza el tipo de estimulación

Cuando vamos a escoger dibujos animados apropiados solemos centrarnos en los personajes y en la trama, pero no contemplamos un aspecto de gran importancia: el tipo de estimulación que ofrecen a los niños. Hay ciertos programas infantiles que muestran ritmos lentos en la narrativa y en la presentación de las imágenes, pero otros tienden a la sobreestimulación.

Así, presentan planos cortos, escenas rápidas y luces y sonidos intensos. De este modo, captan la atención de los niños. De hecho, en cierta forma los hipnotiza y resultan adictivo para ellos. Por supuesto, quedan pegados a la pantalla, sin distraerse y sin reclamar la atención de los padres, pero la hiperestimulación que reciben no es positiva, por lo que es preferible evitarlos.

En la medida de lo posible, opta por series infantiles más lentas y calmadas, con planos de escena largos y sonidos de fondo poco estridentes. Así, evitamos que se afecten las funciones cognitivas, el procesamiento sensorial y los procesos emocionales del niño.

Observa los valores y modelos que se ofrecen

Otro aspecto a considerar es el tipo de valores que transmiten los programas, así como las actitudes y comportamientos que modelan los personajes. Los niños, mediante el aprendizaje vicario, interiorizan los comportamientos y las formas de ser de sus dibujos favoritos. En consecuencia, tienden a imitarlos y asimilan las palabras que usan y las reacciones que tienen. Por lo mismo, es importante asegurarnos de que esos ejemplos sean positivos.

Algunas series infantiles promueven enseñanzas muy positivas para los más pequeños. Sin embargo, hay otros programas cuyos protagonistas tienen poco control emocional, se encuentran solos o no hablan adecuadamente. Todos estos aspectos deben tenerse en cuenta, ya que es una información que va directo a la mente en desarrollo de los menores.

Hay series infantiles que promueven el compañerismo, la solidaridad, el valor de la familia, la empatía o la responsabilidad. Sin embargo, con otras habrá que tener más cuidado.

Escoger dibujos animados apropiados y supervisar

Finalmente, es decisión de cada familia escoger los programas infantiles que más se adapten a las enseñanzas que quieran transmitir a sus niños. Sin embargo, aspectos como la recomendación de edad, el tipo de estimulación y los valores son los principales parámetros que deberían considerarse. A pesar de esto, es muy recomendable visionar las series y dibujos animados junto con los niños, en lugar de dejarlos solos frente a la pantalla.

El visionado conjunto nos permitirá entender de primera mano qué es lo que ven, generar conversaciones al respecto con ellos y realizar las aclaraciones que consideremos pertinentes. Con todo esto en cuenta, no hay por qué temer que los niños pasen ciertos momentos de ocio y disfruten de sus programas favoritos. Si se realiza una elección adecuada, estos pueden resultar muy educativos y ser un gran complemento de su aprendizaje.


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