¿Cuál será la primera palabra de mi bebé, papá o mamá?
Uno de los momentos más anhelados por los padres es que por fin su bebé diga su primera palabra. Nos preguntamos cuál será, pero deseamos que sea mamá aunque también le enseñemos a decir papá. Son muchas las palabras que el bebé puede entender desde su nacimiento, por lo menos conoce su sonido y los sonidos que componen el habla materna.
Es muy probable que la primera palabra de tu bebé sea papá o mamá, porque es lo que por lo general les enseñamos a decir. Pero también puede ser cualquier otra que tenga que ver con su alimentación, el nombre de las personas a su alrededor o alguna que escuche con frecuencia. A veces es común que repitamos el nombre de una mascota o de otro niño de la casa.
Sin embargo, desde el punto de vista lingüístico, existen palabras que son más sencillas de ejecutar por los órganos que intervienen en la producción del habla. Es probable que el niño solo pueda repetir aquel vocablo que su organismo está dispuesto a producir. Pues muchos de ellos le van a costar o no serán ejecutados de la manera correcta.
“Papá” es más común como primera palabra del bebé
Quizá vemos con sorpresa y en general con celos que su primera palabra sea papá. Incluso suena injusto cuando consideramos todo lo que hemos hecho por él, pero te contamos que no es su culpa. Entre las palabras “papá” y “mamá”, es la primera un tanto más sencilla de producir por nuestro organismo que la segunda.
La fonética es una rama de la lingüística que estudia los sonidos del habla. En este particular explica que para producir elementos de la cadena fónica (palabras) es preciso poner en movimiento varios órganos a la vez. Según los estudios, son las vocales abiertas como la /a/ y las consonantes nasales como la /m/, /n/ y /ñ/ de las más complicadas para el organismo.
En tal sentido, para un bebé que apenas aprende a usar su sistema, la palabra “mamá” podría costarle mucho más que “papá”. Pues la pronunciación de esta última se estima como una de las más sencillas del habla castellana. De modo que, aunque el niño te sorprenda diciendo mamá perfectamente, es posible que tenga que hacer un mayor esfuerzo.
La repetición de sílabas es también muy común la producción de sonidos del bebé, por eso las palabras más comunes tienden a ser en ese estilo: “papá”, “mamá”, “tete”, “dada”, “tata”. Difícilmente un bebé pueda introducir fonemas más complejos como la /r/ o la /z/ en sus primeras palabras; pero no existe una garantía, pese a que se cree que universalmente hay probabilidades de sonidos semejantes.
¿De qué hablan los bebés?
Que un bebé comience a decir sus primeras palabras cerca de los seis meses no implica que no lo haya intentado previamente o que no estuviera familiarizado con estas. Aun cuando el pequeño no pueda exteriorizar sus emociones con palabras, es un hecho que dentro de sí se está formando su estructura léxica.
La lengua en sí es un elemento abstracto que se encuentra en nuestro cerebro listo para interpretar, expresar y analizar estructuras lingüísticas. Cuando un bebé se anima a hablar por primera vez debe haber ensayado que puede hacerlo. Dentro de su cerebro se hallan las estructuras necesarias y tiene activados sus órganos de producción fonética.
En cuanto al significado, muchas cosas que decimos frente a los bebés quizá no las comprendan, pero sí reconocen su sonido. Sabemos que aprenden rápidamente el significado del “no” y que están enterados de lo que es “tete” o “agua”. Por lo tanto, se estrena con palabras que ha escuchado, son fáciles de pronunciar y sabe que tendrán un efecto en los demás.
Desde que son muy pequeños nos encargamos de pedirles que repita “mamá”, por eso, aunque no esté muy claro de lo que significa, sabe que su madre le está pidiendo que lo diga desde que nació. Los bebés hablan de cosas de su entorno, usan palabras para hacer referencia a objetos que ven y señalan. Por lo general son sustantivos relacionados a su vida diaria.
En definitiva, no es posible determinar a ciencia cierta cuál será la primera palabra de tu bebé. Pero sea cual sea, seguro será una experiencia deliciosa escucharle pronunciarla.
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