Seguramente, sabes que los niños en la adolescencia sufren una crisis, que podemos observar por sus cambios de comportamiento. Pero se ha comprobado que, en muchos casos, los niños de 6 años sufren la llamada ‘crisis de la adolescencia infantil’.
¿En qué podemos advertir dicha crisis? En los pequeños de esta edad es común ver cambios de conducta y, por lo tanto, surgen las discusiones en casa, haciendo que esto se convierta en una rutina que se repite día tras día. Es importante que los padres tengamos en cuenta tres ideas básicas: ser pacientes, ser cariñosos y ser exigentes.
Cambios de comportamiento: crisis de la adolescencia infantil
Cuando los padres observamos en nuestros hijos de 6 años estos cambios en su comportamiento, solemos reaccionar con incertidumbre. No entendemos cómo un niño tan pequeño ya tiene estos problemas de conducta. Esto nos produce frustración y tensión porque nuestros hijos no se comportan como deberían de hacerlo.
Si observamos que nuestro hijo de 6 años está empezando a comportarse como un pequeño adolescente, no debemos preocuparnos. Muchos profesionales se refieren a esta crisis como ‘la crisis de la adolescencia infantil’. Estas crisis son normales y deben darse para que las personas podamos cambiar y evolucionar. A esta edad es cuando un niño ya está preparado para empezar a formar su propia identidad y personalidad, por eso tiene lugar esta crisis.
Cómo se manifiesta la crisis de los 6 años o adolescencia infantil
No acepta la autoridad, cosa que anteriormente sí hacía
Durante esta etapa, el niño es posible que cuestione todo lo que se le dice y se oponga a lo que sus padres le dicen.
No es reflexivo
El pequeño comienza a comportarse de manera impulsiva y no tiene en cuenta las consecuencias de sus actos. Hace lo que le apetece cuando le apetece y no piensa en nada más.
Inestabilidad emocional
Lo mismo están llorando y al rato les da por reír. Pasan de un estado a otro con mucha facilidad. Están más sensibles emocionalmente y pueden reaccionar, en algunas ocasiones, de manera desproporcionada.
Actitudes desafiantes
Puede mostrar estas actitudes en un intento de imponer su voluntad y de hacer lo que él quiera.
Dificultad a la hora de tomar decisiones
Si tiene que elegir o tomar una decisión, se siente agobiado y no sabe qué camino escoger.
Mayor ‘activismo’
Se convierten en niños con mucha actividad y dinámicos, con grandes inquietudes e intereses por todo lo que les rodea y desean descubrir actividades nuevas.
Esta etapa resulta muy difícil para los niños. Se sienten indefensos, vulnerables e intranquilos, ya que tienen que hacer frente a la formación de su nueva identidad y, por lo tanto, asumir un rol diferente al que tenían hasta el momento. Por este motivo, es importante que se sientan comprendidos, que les proporcionemos seguridad, confianza y cariño durante esta crisis de adolescencia infantil.
Causas que empeoran la adolescencia infantil
Aunque es frecuente que esta crisis surja a los 6 años, no tiene por qué aparecer en todos los niños y, si aparece, puede que no lo haga con la misma intensidad. Así pues, no debemos olvidar que cada niño es un mundo y que cada uno tiene unas características que lo hacen único.
- En la familia: el estrés familiar, un tipo de apego inseguro, falta de pasar tiempo con los padres, estilo educativo permisivo o autoritario.
- En el niño: el niño que ya tiene un temperamento difícil, baja autoestima y poca confianza en sí mismo, falta de seguridad, impulsividad, dificultades en su proceso evolutivo.
- Amigos: que haya un rechazo por parte de su grupo de amigos o compañeros, incluso amistades problemáticas.
- En el colegio: falta de adaptación al entorno escolar, bajo rendimiento escolar, dificultades de aprendizaje. Esta crisis suele aparecer en el momento en que los niños pasan de Infantil a Primaria, y este cambio puede producirles también un desajuste.
- Conexión padres-colegio: ausencia de contacto de los familiares con el colegio donde va el niño, los padres no conocen a sus amigos o compañeros, etc.
Durante este periodo, a veces, es complicado mantener la calma y tener un estado de ánimo tranquilo, sobre todo cuando se ponen inaguantables. Pero los gritos y la tensión con nuestros hijos no nos van a llevar a ninguna parte. Lo principal es tener paciencia y, si se ponen muy desafiantes, mantener siempre la norma clara e ignorarlos hasta que se les pase.
Este periodo puede ser un reto para los padres pero, con cariño, amor y paciencia, al final, todo pasa y podemos evitarnos discusiones y un mal ambiente en casa.