Cómo sobrevivir al postparto

Durante el embarazo, experimentamos una serie de cambios a nivel físico, psíquico, familiares y de pareja para los que debemos estar preparados. ¿Cómo enfrentar de manera efectiva el postparto?
Cómo sobrevivir al postparto
Sara Cañamero

Escrito y verificado por la enfermera Sara Cañamero.

Última actualización: 23 mayo, 2019

El postparto poco tiene que ver con sábanas inmaculadas, todo alegría, algodón de azúcar, mañanas tranquilas y esa atmósfera que roza lo empalagoso que inunda las redes sociales.

Los dolores, las noches sin dormir, las dudas, el cansancio, los altibajos emocionales, la readaptación a la nueva situación y los cambios de roles van a ser “compañeros de viaje” en las semanas que siguen al parto. Y por supuesto que habrá momentos de felicidad máxima, risas, ternura y mucho amor.

Sin embargo, debemos ser conscientes de que aunque el embarazo sea una de las etapas en las que la mujer está cuidada al máximo, en el postparto no debemos relajarnos. Van a ocurrir una serie de cambios a nivel físico, psíquico, familiares y de pareja para los que debemos estar preparados.

No debemos dejarnos engañar por el bombardeo de imágenes e información al que nos vemos sometidos en los últimos tiempos, ya que las redes sociales están contribuyendo a hacer visible un periodo del postparto que puede no ser real; sin embargo sí que podemos correr el riesgo de querer acelerar procesos, obviar determinadas sensaciones o sentimientos.

En el postparto debemos cuidarnos, respetar los tempos de recuperación, estar atentas a los cambios anímicos, mimarnos y dejarnos mimar. Apoyarnos en nuestra pareja, en nuestra familia y amigos, en grupos de apoyo y crianza…

¿Cómo tener una mejor recuperación postparto?

Veamos qué podemos hacer en el postparto para que nuestra recuperación tras los meses de gestación, el parto y la crianza sean mejores.

Déjate ayudar

Muchas de nosotras caemos en la trampa de intentar ser superwoman y nos creemos que podemos con todo, o que realizamos los cuidados del bebé mejor que nadie (puede que sea cierto, pero no significa que los demás no lo hagan muy bien también). Queremos tener la casa limpia, recibir visitas, estar guapas…

Pero el cuidado de un recién nacido requiere en los primeros días una dedicación plena. Así que rodéate de gente que te eche una mano para aquello en lo que no seas imprescidible, como las tareas domésticas, comidas, cambio del pañal… Te aseguro que lo vivirás con mucho menos estrés todo si permites que los demás te ayuden.

Descansa

Seguro que has escuchado eso de “intenta dormir cuando lo haga el bebé”. Esta frase que ya casi puede ser considerada sabiduría popular es muy cierta. Tu cuerpo está involucionando al estado previo al embarazo, debe recuperarse del parto (que supone un enorme gasto energético), atender las necesidades del bebé y, si optas por la lactancia materna, solo tú podrás alimentarlo.

Para hacer todo esto tu organismo necesita energía, recuperación y descanso por tu parte. No aproveches las horas en las que el bebé duerme para hacer cosas de la casa, comida, etc. Solo descansa, duerme, reposa. Tú lo necesitas para recuperarte mejor, sobre todo las primeras semanas.

Ejercicio sí, pero con cuidado

Mucho se está estudiando sobre los efectos de la actividad física en momentos puntuales de la vida de la mujer como lo son el embarazo, la menopausia y, por supuesto, el postparto. No es necesario esperar a que termine la cuarentena para comenzar a realizar algo de ejercicio aeróbico de bajo impacto, como caminar o elíptica.

También son recomendables los hipopresivos que trabajan de manera específica las partes del cuerpo que más han sufrido cambios en los meses anteriores, como el abdomen y el suelo pélvico.

Siempre recomendamos acudir a una revisión del suelo pélvico y del abdomen con la matrona o el fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, quienes te recomendarán las mejores actividades y te dirán cuándo es el mejor momento para iniciarlas.

Sexualidad

La actividad sexual puede iniciarse cuando queráis, teniendo en cuenta que lo único que está prohibido es el coito, que podrá reanudarse una vez pasada la cuarentena y hayas dejado de sangrar.

Todas las muestras de cariño e intimidad están permitidas (besos, caricias, masajes…). Sin embargo, debemos ser conscientes de que  las cosas han cambiado: la líbido de la mujer suele estar muy baja debido a varios factores como la influencia hormonal, el cansancio, que empleamos toda la energía en el cuidado del bebé, no nos reconocemos en nuestro cuerpo… Todo esto parece influir no solo en el deseo de la mujer, sino también en el de la pareja.

Cuando retomamos las relaciones con penetración podemos notar la zona con mayor sensibilidad y molestia; a veces incluso puede doler debido a posibles contracturas, cicatrices en tensión o sequedad vaginal (aumentada si se da pecho). Es fundamental que si el dolor no cede, acudas a una especialista en suelo pélvico (matrona o fisioterapeuta) para que lo valoren y te ayuden a solucionar el problema.

Recuerda que la lactancia materna no es un método anticonceptivo; si no entra dentro de vuestros planes ser de nuevo padres, usa métodos anticonceptivos hormonales (consulta al ginecólogo o a la matrona especialmente si das el pecho) o de barrera.

Higiene

Evita el baño de inmersión, piscinas, duchas vaginales, uso de tampones, etc. hasta pasadas al menos 6 semanas postparto, ya que el útero aún tendrá una herida en la zona donde estaba inserta la placenta y esta podría infectarse y provocar una endometritis. Puedes realizar tu higiene diaria mediante la ducha.

Y para los loquios (sangre que se expulsa durante la cuarentena) recomendamos usar compresas de algodón desechables y ropa interior de algodón para que la zona transpire lo mejor posible.

Las contracciones después del parto son menos frecuentes en madres primerizas.

Come bien, bebe mucho

El postparto no es el mejor momento para ponernos a dieta, pero sí para cuidar lo que comemos. Sin restringir la ingesta ni comer vorazmente debemos apostar por una alimentación equilibrada.

La hidratación también es importante, en especial si damos el pecho. Así que escucha a tu cuerpo y bebe agua cada vez que tengas sed.

En resumen, cada mujer experimenta el embarazo y postparto de una manera diferente y no existen fórmulas mágicas. Llevar hábitos de vida saludables es importante en cada momento de nuestra vida, pero más si cabe durante este. Si estás embarazada, intenta vivirlo de una manera sana pero sin obsesionarte y añadirte una presión extra. Todo vuelve a su ser, date un poco de tiempo y no te juzgues duramente. ¡Suerte!


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.