Cómo prevenir el miedo al fracaso en los jóvenes

El miedo al fracaso puede acrecentarse con la llegada de la adolescencia haciendo sufrir a los jóvenes. Te damos algunas pautas para ayudarlos.
Cómo prevenir el miedo al fracaso en los jóvenes
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 21 noviembre, 2020

Si recuerdas tu adolescencia, te darás cuenta de la enorme importancia que le otorgabas a asuntos que ahora te parecen irrelevantes. Recordarás cuánto te preocupaba suspender un examen, ser rechazado por la persona que te gustaba o no encajar en un grupo de amigos.

A medida que maduramos, vamos aprendiendo a relativizar las dificultades que se nos presentan, pero los adolescentes viven cada situación con una gran intensidad. Por ello, el miedo al fracaso puede generarles un gran sufrimiento.

Al inicio de la pubertad, hacia los doce años, comienzan a aparecer miedos evolutivos relacionados con el éxito escolar y la vida social. Es normal que los jóvenes se encuentren ahora más preocupados por este tipo de cuestiones. Sin embargo, es importante que cuenten con herramientas de afrontamiento adecuadas que les permitan afrontar ese temor. Y es aquí donde la labor de los padres puede resultar decisiva.

Chico adolescente prensando mucho sobre el miedo al fracaso.

El miedo al fracaso en los jóvenes

La adolescencia es una etapa marcada por la búsqueda y construcción de la propia identidad. Los jóvenes comienzan a desligarse de la familia y centran su atención en la imagen que proyectan hacia sus iguales, quienes se convierten ahora en el centro de su mundo. Por lo mismo, aspectos como la imagen física, la popularidad o el éxito académico y deportivo ocupan gran parte de la mente de los menores a esta edad.

Es en este contexto cuando el miedo al fracaso puede jugar en su contra y les puede llevar no solo a sufrir a nivel subjetivo, sino también a perder o rechazar buenas oportunidades.

Este miedo se manifiesta en forma de perfeccionismo y excesiva autoexigencia. Los adolescentes que lo sufren no se permiten fallar y se castigan duramente si lo hacen. Cometer un error en una tarea escolar o en una conversación con sus amigos puede perturbarles de forma importante.

Este miedo a fracasar les lleva a no involucrarse en actividades en las que no estén seguros de salir airosos. No toman riesgos porque perciben el error como algo catastrófico.

Así, pueden evitar tomar clases de algo que les gusta solo por temor a no hacerlo bien o pueden rechazar una salida o viaje con compañeros de clase para evitar hacer algo vergonzoso o ser rechazados. En definitiva, son muchas las vivencias que pueden perderse por este miedo.

¿Cómo prevenir el miedo al fracaso en los adolescentes?

Todas las actitudes que mantenemos vienen determinadas por nuestros pensamientos. Y, en este caso, el miedo al fracaso surge a partir de la idea que los jóvenes tienen del error y del éxito. Por ello, lo mejor que podemos hacer es ayudarlos a que sus creencias sean lo más positivas y ajustadas posible. Para ello, podemos recurrir a las siguientes estrategias:

  • Dar ejemplo. Los niños aprenden claramente por imitación observando a los adultos. Pero los adolescentes, aunque no lo parezcan, aún siguen viéndose influidos por lo que observan en sus padres. Así, revisa qué actitud mantienes tú ante tus propios errores. ¿Los aceptas, extraes un aprendizaje y vuelves a intentarlo? O, por el contrario, ¿te autocastigas, te culpas y te sientes desbordada por el fallo?
  • Evita ser excesivamente exigente con tu hijo. Está bien que le inculques responsabilidad y perseverancia, pero trata de centrarte más en el proceso que en el resultado. Es decir, ten en cuenta su esfuerzo y valóralo independientemente de que triunfe o fracase en la tarea.
  • Explícale que el error forma parte de la vida y es esencial para aprender. Que todos los humanos somos imperfectos y estamos en constante crecimiento a partir de nuestros fallos. Además, trata de recordarle que cada vivencia es importante en sí misma por lo que nos enseña, más allá de si es un triunfo o un tropiezo.
    Chico adolescente con problemas de aprendizaje frente al ordenador.

El error es parte del proceso

Puede que estos conceptos resulten difíciles de comprender en la adolescencia, una etapa marcada por la intensidad y labilidad emocional. Sin embargo, a base de repetición y ejemplo, el mensaje calará en la mente del joven.

No fracasas si te has esforzado, no fracasas si aprendes de la experiencia. El miedo no te mantiene a salvo, solo te impide vivir. Así que, inténtalo, esfuérzate, corre el riesgo. Si te caes, puedes volver a levantarte; el error es parte del proceso.


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