El valor de la amistad es incalculable, es una relación que comienza con los familiares y se traslada a la escuela. Una vez allí tu hijo o hija aprende nuevas actividades que lo impulsan a tratar con otros niños y probar lo que supone tener amigos. Para saber cómo fomentar la amistad en clase, se requiere del apoyo de padres y maestros para aprender a socializar sanamente.
¿Qué es la amistad?
Amistad viene del vocablo latino amicus (amigo) derivado de la palabra amare (amar). Es una relación de afecto y compañerismo entre dos o más individuos. Es la dependencia más común entre los seres humanos. La amistad, también, es un sentimiento recíproco basado en confianza, amor, respeto y consuelo. Además, es una de las uniones más especiales que existen.
Amistad en cada etapa
Esta comienza en la infancia y se desarrolla más en el colegio al interactuar con personas que no conoce. En este sentido, si tu hijo logra forjar amistades eso le ayudará a tener una vida social sana en etapas posteriores de su vida. Por otro lado, lo ayuda a seer una persona segura y con buena autoestima. Y, además, lo prepara para saber escuchar.
Las amistades entre niños de edad escolar nacen, crecen y se fortalecen a medida que el niño pasa de una etapa a otra.
Entre los 3 y los 4 años
A esta edad les gusta jugar en pequeños grupos y aprenden reglas sociales. Juegan en pares aunque cada uno esté absorto en su actividad particular. Básicamente, es un juego individual con la cercanía de otro niño, hasta que aprende a intervenir. Cuando se deja llevar y rompe las barreras del egocentrismo.
De los 4 a los 6 años
Expresan sus gustos y eligen un solo amigo para jugar, aunque no sepa si tienen algo en común. Por lo general, no establecen una amistad sólida, de modo que no extrañarán a ese amigo si dejan de verlo.
A los 7 años
Comienza a compartir juegos deportivos, a pensar de manera lógica y abstracta. Respeta las reglas de juego porque aprende a razonar.
A los 8 años
Encuentra su primer mejor amigo, puede ser uno o varios. Comienza a estrechar lazos y aparecen los conflictos que deben aprender a manejar. A esta edad es consciente del significado de la amistad y de compartir.
La amistad en las aulas
La convivencia escolar impulsa a tu hijo a construir amistades duraderas. Los maestros y orientadores pueden marcar la pauta al respecto y ayudar a los niños y padres a participar en:
- Actividades para desarrollar habilidades recreativas y sociales para que intercambien experiencias, gustos y preferencias.
- Reuniones para que los padres se conozcan y animen a los niños a ser amistosos.
- Talleres docentes sobre interrelación entre alumnos.
- Lecturas y escritura por medio de canciones, cuentos, narraciones que inciten a la amistad.
Cómo se forma
Aprender a hacer amigos es una experiencia nueva para los niños, y por eso necesitan guía para tener éxito. A través de sus amistades tu hijo amplía sus horizontes, ve el mundo desde otra perspectiva. Se dará cuenta que hay otras personas con los mismos intereses y habilidades que él o ella y también que difiere de otros niños.
Beneficios que aporta
La amistad surge por los juegos y esa interacción promueve el correcto proceso psicosocial y moral. Los enseña a comunicarse, cooperar, resolver problemas, conocer y controlar las emociones, respetarse y negociar.
El niño solitario tendrá dificultades emocionales, mientras que si es amistoso tendrá una mejor actitud hacia la escuela y su entorno general. La amistad lo dota de las competencias necesarias para enfrentarse a la vida a medida que crece.
En conclusión, que los padres y maestros sepan cómo fomentar la amistad en clase es fundamental. El niño o niña tiene que aprender a desarrollarse como un ser social y establecer una relación entre iguales. La amistad le enseña inclusión, compañerismo, solidaridad y sinceridad. Lo ayuda a crecer, a mostrar empatía y construir para sí mismo y para otros un entorno pacífico y alegre.
Bibliografía
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