¿Cómo fomentar el aprendizaje cooperativo en niños?

El aprendizaje cooperativo es la base para que los niños aprendan a convivir con otros y respetarlos, mientras adquieren nuevos conocimientos académicos. Hay diversas estrategias para aplicar dicho enfoque educativo. Aquí te explicamos dos de ellas.
¿Cómo fomentar el aprendizaje cooperativo en niños?
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 09 julio, 2020

Fomentar el aprendizaje cooperativo en niños es fundamental para que sepan trabajar en equipo desde pequeños. Para saber enseñarles esta habilidad, es necesario conocer algunas estrategias de colaboración que se puedan poner en práctica desde el colegio.

De hecho, la escuela es el mejor contexto para instruir a los niños en la cooperación, pues es un lugar en el que pasan gran parte del día y en el que están obligados a permanecer en contacto con otros compañeros.

¿Qué es el aprendizaje cooperativo?

El aprendizaje cooperativo es un enfoque educativo que consiste en realizar agrupaciones de estudiantes para trabajar en equipo y realizar actividades académicas de manera coordinada. Dichos grupos de alumnos deben ser:

  • Reducidos.
  • Mixtos.
  • Heterogéneos.

Así, los niños se convierten en los protagonistas del proceso de aprendizaje, puesto que asumen los conocimientos de forma autónoma y activa, siendo guiados y supervisados por el profesor. Por tanto, se puede decir que los objetivos del aprendizaje cooperativo son:

  • Fomentar las relaciones sociales positivas entre el alumnado.
  • Potenciar el respeto y la aceptación de la diversidad.
  • Conseguir que los estudiantes sean autónomos e independientes en la construcción del propio aprendizaje.
    ¿Cómo fomentar el aprendizaje cooperativo en niños?
  • Mejorar la cohesión grupal.
  • Formar un clima de convivencia positiva.
  • Atender a las necesidades educativas de todo el alumnado.
  • Reducir el fracaso escolar.

¿Cómo fomentar el aprendizaje cooperativo en niños?

Para fomentar el aprendizaje cooperativo en niños y potenciar la colaboración entre el alumnado, es necesario saber poner en práctica diversas estrategias educativas, como las tutorías entre iguales o los grupos interactivos. A continuación te explicamos en qué consisten cada una de estas técnicas.

Las tutorías entre iguales

Las tutorías entre iguales son una estrategia de colaboración entre el alumnado que consiste en formar parejas entre ellos. Así, cada uno de los miembros asume uno de los siguientes papeles:

  • Tutor. El encargado de enseñar.
  • Tutorizado. El aprendiz.

Estos deben trabajar juntos en un objetivo común, compartido y conocido, que se logra a través de un marco de interacción planificado por el profesor.

Con esta técnica de aprendizaje, el estudiante con el rol de tutor aprende ofreciendo ayuda pedagógica a su compañero, ya que debe preparar los contenidos de forma reflexiva para poder explicárselos a su pareja. Y, además, tiene que ser capaz de formular preguntas sobre el conocimiento, ideas, relaciones o principios.

A su vez, el tutorizado aprende gracias a la ayuda personalizada y permanente que recibe por parte de su compañero. Pero, para que esto se pueda llevar a cabo correctamente, el profesorado debe encargarse de:

  • Dar feedback al alumno tutor respecto a su rendimiento y deficiencias observadas.
  • Planificar cuidadosamente el proceso de aprendizaje.
  • Preparar los materiales adecuados.
  • Formar al alumnado en sus roles respectivos.
  • Estructurar la relación de las parejas, dándoles tiempo para que aprendan a funcionar.
  • Proponer tareas que sean significativas y vitales para los estudiantes.

Además, la evaluación también debe ser hecha por el estudiante tutor hacia su tutorizado, destacando sus progresos y avances.

¿Cómo fomentar el aprendizaje cooperativo en niños?

Los grupos interactivos 

Otra estrategia didáctica para fomentar el aprendizaje cooperativo en los niños, es la denominada grupos interactivos. Esta se basa en la formación de grupos reducidos, entre tres y seis miembros, y heterogéneos, en los que todos los componentes cumplen una parte de la tarea de forma independiente, pero con una finalidad compartida.

Cada equipo está guiado por una persona adulta (pueden ser profesores, familiares, orientadores, etc.) que tiene la labor de dinamizar las actividades y mediar en los aprendizajes. Por su parte, el profesor encargado de ser el tutor del aula tiene el rol de:

  • Coordinar las tareas.
  • Organizar la responsabilidad de cada miembro implicado.
  • Formar los grupos.
  • Atender y apoyar en las necesidades que surgen durante el trabajo.
  • Explicar las actividad de aprendizaje.
  • Supervisar el proceso y evaluar los logros de los estudiantes.

Además, el diálogo entre los niños es imprescindible para el buen funcionamiento de los grupos interactivos. Lo cual potencia que los pequeños se sientan útiles, escuchados y tengan un mayor autoconcepto y mejores habilidades sociales.

Asimismo, es necesario que, al finalizar cada sesión, se hable sobre el trabajo realizado para que los alumnos reflexionen sobre la clase y refuercen lo aprendido.


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