El consumo de sustancias como la marihuana se va extendiendo cada vez más en el colectivo adolescente, e incluso en chicos más jóvenes. Por ello, muchos padres se preguntan “¿cómo ayudar a un hijo que fuma porros?”.
Muchas veces, esta conducta esconde la necesidad que tienen los adolescentes de formar parte de un grupo, contar con la aprobación de los demás y”gustar”. También el deseo de probar cosas nuevas, la adicción que genera la propia sustancia, etc.
Profundizar en las motivaciones y buscar la conversación con nuestro hijo es esencial para abordar el tema. No debemos hacerlo desde la confrontación o el autoritarismo, porque eso generará que el muchacho se cierre en banda. Hay que plantearlo desde la escucha activa y la empatía.
“La época de la adolescencia puede marcar la diferencia entre toda una vida exitosa o toda una vida de fracasos”.
-Anónimo-
¿Cómo ayudar a un hijo que fuma porros?
Aunque se trate de un tema complejo, que muchas veces requerirá ayuda profesional, les dejamos 6 ideas clave sobre cómo ayudar a un hijo que fuma porros.
No te enfrentes a él
Al hablar con tu hijo sobre el consumo de porros, procura no hacerlo desde la confrontación. Establece una conversación, con el objetivo de descubrir información y no para castigarlo.
Es recomendable que afrontes la situación con calma y serenidad, aunque sea difícil. Lo ideal es abordar el tema de manera natural y no imponer autoridad.
Busca un buen momento para hablar
Otro factor clave para ayudar a un hijo que fuma porros es buscar el momento adecuado. Conversa con él cuando esté tranquilo. Dale calidez y confianza para que se sienta seguro a la hora de hablar. Pregúntale qué motivaciones le han llevado a iniciar este hábito.
Ten en cuenta su edad
No es lo mismo hablar con un preadolescente que con un chico mayor. Los adolescentes son más reacios a la comunicación con sus padres. A esta edad, los chicos suelen buscar la transgresión de las normas y la aceptación de su grupo de iguales.
Dialoga y reflexiona con él
Si tu hijo te confirma que fuma porros para evadir sus problemas, razona con él. Reflexiona con él sobre sus inquietudes y qué otras maneras tiene de afrontarlas. Puedes ofrecerle estrategias alternativas.
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Si te dice que lo hace porque le gusta, también ayúdalo a reflexionar. Ahonda en qué siente al fumar porros, en sus motivos, en las consecuencias. Puedes incluso proponerle pedir ayuda profesional.
Acompáñalo
Ayudar a un hijo que fuma porros no se trata de castigarlo ni victimizarlo, sino de que sienta que estás de su parte. Que buscas comprenderle y que estarás a su lado en sus decisiones.
Esto no quiere decir que aceptes todo lo que haga, sino que busques la manera de conectar con él y entenderlo (aunque sus decisiones no las compartas).
Habla con tu hijo que fuma porros respecto de los pros y contras
Un buen ejercicio para hacer que reflexione, es determinar los pros y contras del hecho de fumar porros. Anótenlos en una libreta. Se trata de que él perciba que no eres su enemiga, sino su aliada. Que puedes llegar a comprender las “cosas buenas” que experimenta al fumar porros.
Sin embargo, será importante hacer hincapié en las cosas malas. Que tome conciencia de ellas, que visualice los aspectos negativos a corto y largo plazo.
¿Cómo afectan los porros al cerebro del adolescente?
Según un estudio realizado en 2019 por investigadores de la Universidad de Vermont (EEUU), publicado en el Journal of Neuroscience, reveló importantes hallazgos: los cerebros de los menores que han consumido marihuana una o dos veces en la vida, tienen más volumen de materia gris en la amígdala y el hipocampo. Esto, en comparación con los que nunca probaron la sustancia.
La amígdala es la estructura cerebral relacionada con el miedo y las emociones. El hipocampo, en tanto, está implicado en el desarrollo de la memoria y habilidades espaciales. En la misma investigación, se afirma que las diferencias en ambas estructuras persistieron, pese al control de variables como el sexo, el estatus socioeconómico y el consumo de alcohol o tabaco.
Por otro lado, el trabajo demostró el vínculo entre el aumento del volumen de materia gris entre los consumidores esporádicos de cannabis y las evaluaciones de razonamiento o ansiedad.
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“El desarrollo en la adolescencia se caracteriza por la oscilación entre progreso y retroceso”.
-Anónimo-
Ayudar a un hijo que fuma porros: abordar la situación
Afrontar que tienes un hijo que fuma porros es un tema delicado. Debes darle la confianza suficiente, pero también guiarlo para que no incurra en conductas adictivas. Tu reacción debe ser equilibrada: ni castigadora, ni permisiva, pero tampoco desinteresada. Hay que tomar las riendas del problema, indagar en las causas y buscar soluciones.
Las drogas son muy temidas por padres y madres que buscan un buen desarrollo para sus hijos. Los estupefacientes en general, aún siendo algunos más inocuos que otros, siempre conllevan un impacto negativo para la salud física y mental.
Por eso, si crees que tu hijo ha empezado a fumar porros, no huyas del problema ni trates de minimizarlo. Cuanto antes lo hables con él, más fácil será modificar esa conducta. También recuerda que existen centros especialistas en la materia, que pueden ofrecerte la atención necesaria para tratar este problema.
Bibliografía
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Orr, C. et al. (2019).Grey Matter Volume Differences Associated with Extremely Low Levels of Cannabis Use in Adolescence.
- Pereira C., G. (2018) Psicopatología del yo y su problema de adaptación por consumo de marihuana. Universidad Técnica de Babahoyo.
- Del Pueyo, B. Perales, A. (2006) ¿Y si mi hijo se droga? Random House Mondadori.