¿Se puede comer picante en el embarazo?

Existen algunos alimentos que deben ser restringidos de la dieta durante el embarazo, ya que pueden ser peligrosos para la salud del feto. ¿Los conoces?

Comer picante puede ser bastante beneficioso para la salud. Ahora bien, no está recomendado durante todas las etapas de la vida o al menos, no en todos los contextos. Existen situaciones en las que se desaconseja la ingesta de alimentos con este sabor por su capacidad irritante. Por ello, hoy te vamos a contar si se puede o no comer picante en el embarazo.

Antes de comenzar, hay que destacar que la dieta durante el periodo de gestación ha de estar optimizada con el objetivo de asegurar el correcto desarrollo del feto. Es importante conseguir un aporte nutricional óptimo, ya que un déficit de nutrientes esenciales podría generar malformaciones y repercutir negativamente sobre la salud del bebé.

Beneficios del picante

El sabor picante suele estar generado por una sustancia denominada capsaicina. Dicho elemento ha demostrado ser capaz de activar el metabolismo y promover así la pérdida de peso. Además, genera un ligero incremento en la temperatura corporal, lo que resulta en una movilización y oxidación más eficiente de los lípidos (grasas). Por este motivo, se suele incluir en el contexto de las dieta de adelgazamiento.

Asimismo, la capsaicina también ayuda a controlar la inflamación, tal como evidencia una investigación publicada en la revista European Journal of Pharmacology. Hay que tener en cuenta que este mecanismo es responsable del desarrollo de muchas patologías complejas a lo largo de la vida. Por eso, conviene tenerlo controlado para que sea eficiente, pero que no se promocione en exceso.

En el contexto deportivo, se suele utilizar dicha sustancia de manera tópica en algunas cremas con el objetivo de generar un efecto analgésico a nivel muscular. Incluso, su consumo vía oral podría contribuir a reducir el dolor articular, lo cual es también beneficioso para las mujeres embarazadas.

ajo aji ciruela pimienta

¿Está recomendado el picante en el embarazo?

Lo cierto es que no hay ningún artículo científico que desaconseje el picante en el embarazo por riesgos para la madre o para el bebé. Su consumo es seguro durante toda la etapa de gestación. Incluso, puede estar especialmente aconsejado para controlar los niveles de inflamación y asegurar la homeostasis.

Como única contraindicación se podría destacar que el picante cuenta con cierta capacidad irritante. Por este motivo, si la mujer embarazada ha comenzado a desarrollar síntomas digestivos a causa de esta condición, quizás no sea la mejor alternativa. Podrían volverse más intensos el ardor, el reflujo o incluso la diarrea, en caso de existir.

Tampoco se debe incluir este sabor en la dieta en grandes cantidades si existieran patologías inflamatorias de tipo intestinal, independientemente del proceso de gestación. En estos casos, se podría experimentar un aumento de la incomodidad.

¡Cuidado con las salsas picantes!

A pesar de que el picante es bueno para la salud y de que se puede consumir durante el embarazo, conviene tener cuidado con cierto tipo de salsas picantes, sobre todo las de tipo industrial.

En ocasiones estos productos cuentan con aditivos en su interior o con grasas de tipo trans. Ambos elementos podrían resultar perjudiciales para la salud si se consumen de forma recurrente.

Resultan especialmente preocupantes los lípidos trans. Dichos compuestos consiguen incrementar la incidencia de patologías complejas como la diabetes, pues generan una mayor inflamación en el medio interno. Están desaconsejados en cualquier etapa de la vida y mucho más en el embarazo.

Durante la gestación conviene priorizar el consumo de alimentos frescos de alta densidad nutricional, buscando la máxima optimización de la fisiología.

Mujer embarazada llevando una alimentación saludable.

Se puede comer picante en el embarazo

Como has podido comprobar, se puede comer picante en el embarazo sin ningún problema. No resultará en ningún caso peligroso para la salud de la madre o del feto. Solamente habrá que restringir su presencia en la pauta dietética en el caso de que se experimenten molestias intestinales o digestivas. También, si se ha desarrollado alguna patología inflamatoria de tipo intestinal.

Para terminar, ten en cuenta que durante el embarazo se vuelve crucial promocionar los hábitos de vida saludables. Las rutinas de la madre durante esta etapa condicionan la salud del bebé a futuro. Suele ser preciso también incluir en la pauta ciertos suplementos para evitar déficits y, con ello, algunas malformaciones. Por ejemplo, el de ácido fólico.

Bibliografía

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