¿Qué puede comer un niño con gastritis?

En esta lista detallada de alimentos que pueden ayudar a los niños con gastritis, incluimos un apoyo nutricional. De todos modos, no olvides consultar con el médico.

La gastritis es una inflamación del estómago y es la causa principal del dolor abdominal en los niños. Son varias las razones que pueden conllevar a este trastorno y, sea cual sea, los cambios en la alimentación forman parte del tratamiento a seguir. Si deseas saber qué puede comer un niño con gastritis, en este artículo te lo respondemos.

Toma nota para que sepas cuáles son los principales alimentos a incorporar, su consistencia, la distribución durante el día y qué comidas a descartar. No olvides asistir al pediatra o al gastroénterologo.

¿Qué causa la gastritis?

La gastritis ocurre cuando la capa más externa del estómago se inflama como respuesta a diversos factores. Pero, ¿cuáles son los más frecuentes en el niño? Te lo explicamos:

  • Estrés: los niños, al igual que los adultos, se sienten agobiados y ansiosos por distintos motivos. Las relaciones interpersonales, el entorno familiar, las tareas escolares, entre otros, pueden generar tensiones emocionales que afectan su sistema digestivo.
  • Malos hábitos alimenticios: la omisión del desayuno, elegir comida chatarra, tener horarios desajustados para comer o atragantarse de golosinas con aditivos y colorantes, son algunos ejemplos que pueden conllevar a la gastritis.
  • Infecciones bacterianas: a veces, se pueden consumir alimentos contaminados por bacterias que a la larga terminan por generar una gastritis. Este es el caso del Helicobacter pylori, una bacteria que puede pasar desapercibida al principio, pero que con el tiempo desarrolla los síntomas de la gastritis.

¿Cómo identificarla?

Un niño con gastritis puede tener sensación de vacío en el estómago, náuseas, vómitos, rechazo a los alimentos, aliento con olor ácido, reflujo y dolor abdominal.

Conoce qué puede comer un niño con gastritis

Lo primero es que el pediatra identifique el trastorno e indique el tratamiento farmacológico. Además, la dieta debe ser recomendada por el nutricionista. Es primordial seleccionar alimentos que protejan la mucosa del estómago y descartar aquellos que pueden empeorarla. La idea es cubrir las necesidades nutricionales con poca estimulación gástrica y aliviar las molestias.

El huevo, la carne y el pescado son buenas opciones para incluir en la dieta de los niños con gastritis, aunque hay que tener en cuenta las preparaciones.

Carnes, pescados y huevos

La proteína siempre formará parte del plan de dieta para los niños con gastritis. Sin embargo, es recomendable hacer una buena selección de los alimentos.

  • Huevos: deben ser cocidos, nunca fritos, no condimentados y no se tienen que preparar con leche entera ni con ingredientes grasos. Además, la pimienta o cualquier otra especia irritante debe descartarse.
  • Carnes: hay que optar por aquellas de fácil digestión, como la carne de ave sin piel. Por su parte, cuando el dolor es agudo, se deben desmenuzar las carnes para ayudar al proceso de digestión.
  • Pescados: los pescados magros son buena opción. En el caso de los mariscos, se aconsejan asados o a la parrilla, pero nunca rebozados.

Lácteos

Se recomienda el uso de la leche y sus derivados descremados, ya que la grasa láctea, al igual que otras, puede irritar más la mucosa gástrica. Los quesos magros como el cottage están permitidos y el yogur, pese a su acidez, también es una buena opción.

Cereales

Una revisión del 2019 señala que en la actualidad se recomienda elegir los alimentos fuentes de fibra con cierta prudencia. Por ejemplo, se debe dar preferencia a la fibra soluble, como los mucílagos y los beta-glucanos, que mantienen la salud digestiva. Los cereales contienen mucha de esta fibra, como la avena, la cebada, la quinoa y el amaranto. Otras fuentes son las pectinas de las frutas y los carbohidratos de las leguminosas.

El arroz y las pastas integrales son una opción que se puede incorporar después de superar el dolor agudo y a tolerancia del niño. Se deben servir pocas porciones.

Legumbres

Las legumbres, como lentejas, arvejas o frijoles, también contienen fibra soluble e insoluble, así como proteínas y otras propiedades nutricionales. Estas le dan un lugar privilegiado en la dieta del niño. Eso sí, se aconseja remojarlas entre 8  y 12 horas. Luego, se cambia el agua de remojo para que no se produzcan gases y se cocinan lo suficiente hasta que queden bien blandas.

Se deben servir en sopas cremas o como acompañante en preparaciones de tipo puré, sin condimentos ni especias fuertes. Así, se prueba la tolerancia poco a poco.

Frutas y verduras

Según la revista Nutrients, en 2022, algunas frutas y verduras se asocian con un riesgo reducido de enfermedad gástrica, debido a su poder antiinflamatorio. Las más recomendadas son las manzanas, las peras, la zanahoria, el pepino y la calabaza.

Estas son una buena fuente de fibra soluble, pero se deben elegir aquellas que sean poco ácidas. Según los autores, esta fibra sirve como un componente intermedio que disminuye las concentraciones de jugo gástrico y previene la erosión de la mucosa del estómago. Se sugiere que las frutas y verduras estén bien cocidas y sin piel. Por ejemplo, se pueden preparar mermeladas o compotas naturales o en forma de geles, con gelatina sin sabor.

A la hora de elegir frutas y verduras, se debe optar por aquellas que no son muy ácidas. Las peras, por ejemplo, son una buena opción.

Probióticos

Una revisión indica que son varios los estudios que resaltan el efecto beneficioso de los probióticos en la gastritis causada por Helicobacter pylori. Algunos de estos alimentos que transportan bacterias que mejoran la salud digestiva incluyen el yogur firme o batido, el chucrut y la kombucha, entre otros.

Qué no puede comer un niño con gastritis

Algunos alimentos deben evitarse durante la gastritis. En los casos en que se haga crónica, deben ser omitidos por largo tiempo de la dieta y probar la tolerancia en la medida en que mejore.

  • Alimentos altos en grasa: incluye embutidos, mayonesa, salsas, mantequilla, margarina, papas fritas, comidas rápidas y helados, entre otros. Los frutos secos también deben usarse con precaución. Esto ocurre porque cuando se consume mucha grasa, hay una mayor producción de sales biliares, lo que agudiza el proceso inflamatorio.
  • Bebidas carbonatadas y otras azucaradas: según un estudio, el azúcar de las bebidas carbonatadas reduce la entrada que hay entre el esófago y el estómago, por lo que aumenta la presión en la zona. Esto causa más irritación de la mucosa gástrica.
  • Alimentos muy condimentados: las especias provocan irritación de la mucosa y elevan la secreción gástrica y el proceso inflamatorio. Entre estas se encuentran la pimienta, la paprika, el vinagre, el picante y la mostaza.
  • Productos estimulantes: se deben eliminar el café, el té, el chocolate y las bebidas energéticas.
  • Alimentos muy ácidos: no se recomienda ingerir algunos cítricos y otras frutas. Los fermentados sí están permitidos, pero siempre y cuando lo indique el pediatra.
  • Tomate y sus derivados, como los jugos, la salsa y la pasta.
  • Ajo y cebolla.
  • Carne roja, ganso o pato.

Es clave consultar con los especialistas

La dieta para la gastritis resulta ser muy flexible, ya que los niños pueden reaccionar de manera distinta a los alimentos. Lo que puede ser bueno para unos, puede no serlo para otros. Por eso, no es de sorprender que algunos comestibles a evitar sean tolerados en pequeñas porciones, mientras que los recomendados pueden no caerles bien a todos. En este sentido, cualquier alimento que siente mal, debe retirarse de inmediato de la dieta.

Se debe recordar que el niño debe masticar bien y de manera lenta cada uno de los alimentos. Por último, el pediatra o el gastroenterólogo, así como el nutricionista, deben estar al tanto de la evolución del menor.

Deben ser alimentos de consistencia blanda y preparaciones fáciles de digerir. Además, deben comer varias veces al día y a una temperatura apropiada.

Bibliografía

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