Los primeros meses de amamantamiento suelen ser los más difíciles para la madre, pues, en ocasiones, se acompañan de signos y síntomas molestos. ¿Te aparecieron bultos en el pecho y estás en período de lactancia? ¡Tranquila! En el próximo artículo te contaremos cuáles son las causas más frecuentes de esta condición y cómo puedes resolverla.
Tengo unos bultos en el pecho y estoy en plena lactancia, ¿qué significa?
Los bultos en el pecho durante la lactancia son bastante habituales. En general, se forman a partir de una congestión de los conductos lactíferos, unos tubos delgados que llevan la leche desde la glándula productora hasta el pezón.
La obstrucción de estos ductos hace que el líquido se acumule dentro y se inflamen sus paredes. Por este motivo, es posible que palpes una formación dura y dolorosa por debajo de la piel de tus senos. En ocasiones, también puedes observar calor y rubor en el tejido cutáneo que está por encima de la dureza. Lo más común es que localices los bultos en la zona cercana a las axilas.
Este problema es bastante común entre las nuevas madres, sobre todo durante los primeros meses de lactancia. Pues a pesar de la buena preparación, la puesta en marcha del amamantamiento y la adaptación del bebé al pecho pueden generar un desequilibrio entre la producción y la salida de la leche.
Ahora bien, si estos bultos son muy dolorosos y la piel se vuelve muy sensible al menor roce, es conveniente solicitar la evaluación del especialista. Es fundamental descartar una mastitis en este contexto.
Causas más comunes de bultos en el pecho durante la lactancia
Como vimos, lo habitual es que estos bultos en las mamas sean producto de una acumulación leche por un ducto obstruido, que a su vez se debe a las siguientes condiciones:
- Mal agarre del bebé: cuando el bebé no se prende bien y la succión del pecho no es eficaz, no saldrá la suficiente leche. Como consecuencia, este fluido se acumulará en las mamas y formará estos molestos bultos.
- Vaciado insuficiente del pecho: se debe tener en cuenta que es necesario que el bebé vacié primero una mama, para luego ofrecerle la otra. De no ser así, hay mayor riesgo de que la leche se acumule y forme estos bultos. También, que el bebé no obtenga suficiente grasa de la leche que aparece al final de las tomas, lo que causará una ganancia insuficiente de peso.
- Presión en las mamas: si el sujetador o la ropa que se usa en esta etapa es muy ajustada, no permitirá la libre circulación en las mamas y favorecerá a su congestión. Lo mismo ocurre cuando la madre duerme boca abajo y presiona los senos.
- Tomas poco frecuentes: si pasan varias horas entre las tomas, es probable que la leche producida se acumule y se formen bultos. Recordemos que en las primeras semanas de vida el bebé debe hacer entre 8 y 12 tomas diarias.
- Producción excesiva de leche: algunas madres producen una gran cantidad de leche y sus bebés no son capaces de consumirla en su totalidad. Esto hace que los pechos no se vacíen totalmente luego de las tomas y el fluido se acumule dentro.
- Infección (mastitis): si esta congestión no se trata a tiempo, los bultos podrían causar una infección. De ser así, la mamá debe ser evaluada por el especialista cuanto antes.
Otras posibles causas
No se debe desestimar otras posibles causas de la aparición de bultos en los senos durante la lactancia, entre las que se destacan las siguientes:
- Absceso mamario: es la complicación de una infección superficial de la piel o de una mastitis. En este caso, el bulto es muy doloroso, la piel que recubre la zona se torna roja, tensa y brillante. En algunos casos, puede favorecer a la salida de pus. Debe tratarse cuanto antes con antibióticos.
- Galactocele o quiste de leche: este bulto se caracteriza por la acumulación de tejido graso fuera de los conductos galactóforos. No es doloroso y tiende a desaparecer espontáneamente luego de una buena toma.
- Fibroadenoma o hamartoma: son tumores benignos que pueden aparecer durante la lactancia.
- Cáncer de mama: aunque poco habitual, los bultos en el pecho durante la lactancia también pueden deberse a un tumor maligno. Por este motivo, es importante comentarlo con el médico si el bulto persiste en el tiempo.
¿Cómo aliviar los bultos que se forman en el pecho durante la lactancia?
Cuando aparezcan estas lesiones en los pechos es crucial prestarles atención y enfocarse en tratarlos, esto con el fin de prevenir complicaciones. Entonces, toma en cuenta los siguientes consejos para aliviar el malestar en tus senos:
- Continúa la lactancia normalmente. Alimenta al bebé a libre demanda, pues si paras la lactancia, la condición podría empeorar.
- Vacía el pecho afectado y ofrécelo primero en las siguientes tomas. Si aun así notas que el pecho persiste congestionado entre tomas, utiliza el sacaleches o recurre a la extracción manual del remanente.
- Aplica compresas frías luego de amamantar. Esto ayuda a descongestionar y a disminuir la inflamación y el dolor. No es adecuado aplicar calor, pues favorece a la proliferación de bacterias que aumentan el riesgo de infección.
- Posiciona al bebé adecuadamente para drenar la zona del pecho congestionada. Para esto, orienta el mentón del bebé hacia el lugar donde se encuentra el bulto. Es decir, si el bulto se encuentra debajo de la mama y en la zona interna, usa la postura clásica de amamantar. Si está abajo y en la zona externa, entonces implementa la postura de balón de rugby.
- Realiza masajes circulares en la mama afectada, que vayan desde la base de la mama hacia el pezón. Efectúa este masaje antes de amamantar, al amamantar o antes de utilizar el saca leche. Esta técnica ayuda a liberar el bloqueo del ducto.
- Usa un sujetador especial para amamantar, que no quede ajustado, y escoge ropa cómoda. De igual manera, evita posiciones para dormir y descansar donde presiones directamente los senos.
¿Se puede prevenir la aparición de estos bultos?
Para prevenir la aparición de estos molestos bultos, la clave es favorecer el flujo o drenaje de la leche a través de los conductos lácteos. Para esto, ofrece el pecho a libre demanda, emplea el saca leche de ser necesario y alterna las posiciones para amamantar.
Los bultos mamarios son el producto de la congestión y suelen durar, aproximadamente, 3 días. El dolor mermará luego del vaciado, pero es posible que reaparezca cuando el pecho vuelve a llenarse de leche. Toma en cuenta los cuidados anteriormente descritos para aliviar este síntoma y evitar complicaciones.
Es importante destacar que, si la aparición de estos bultos evoluciona a dolor agudo en el seno, enrojecimiento, calor en la zona, fiebre y malestar, se debe descartar una mastitis. Consulta al especialista para que te oriente sobre los pasos a seguir.
De igual forma, es conveniente pedir un asesoramiento con una asesora de lactancia con el fin de determinar qué causa estos bultos y resolverlo cuanto antes.
Bibliografía
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