¿Has notado cómo disfrutan los niños mientras juegan adentro de una piscina de bolas? Sin importar la edad que tengan, este entretenimiento nunca falla. Pero además de su objetivo lúdico, puede utilizarse para varios propósitos. Entre ellos, la educación y la estimulación del desarrollo cerebral de los niños.
Los niños y el juego
Los niños aprenden todo a través del juego: desde las destrezas motoras, hasta las habilidades cognitivas y socio emocionales. Esta actividad atraviesa su vida y los mantiene en actividad permanente para descubrir y modelar su propio mundo.
Es importante conocer la importancia del juego en la infancia, así como también promoverlo en cada hogar. En línea con esto, la piscina de bolas resulta una opción entretenida y llena de beneficios. ¿Quieres conocerlos?
La piscina de bolas: ¿un juego o varios?
Este entretenimiento tiene la particularidad de ser una opción versátil, capaz de adecuarse a casi cualquier espacio.
Las estructuras pueden ser de tela o inflables, grandes o pequeñas, para uno o más niños. Sin importar su forma, los niños descubren miles de formas de jugar con ellas. De hecho, suelen pasar horas dentro y en movimiento, sin darse cuenta del paso del tiempo.
Por esto, resulta una estrategia sumamente útil para incentivar la actividad física y reducir el tiempo de exposición a las pantallas.
Por medio de los juegos que en ellas se desarrollan, los niños liberan su energía y sus emociones. Y gracias a la amortiguación de las bolas, no corren riesgo de golpearse fuertemente.
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4 beneficios de la piscina de bolas para niños
El juego de la piscina de bolas ofrece diversos beneficios a la salud de los niños, a la vez que garantiza la diversión absoluta. Entre las ventajas más notables se encuentran las siguientes.
1- Desarrolla las habilidades motoras y físicas
Se trata de un juego en el cual se realizan distintas actividades de manera simultánea: Subir, bajar, saltar o arrojarse a las bolas.
Todo esto implica un gran movimiento y coordinación muscular, que le permite a los niños conocer su cuerpo y sus límites, mantener el equilibrio e interactuar con el entorno. Además, favorece el desarrollo de la confianza y la seguridad en sí mismos, a medida que se afianzan las destrezas motoras.
Por otro lado, la piscina de bolas es un elemento útil para trabajar la coordinación entre las manos y la vista, los reflejos y el manejo del espacio. Al desplazarse en distintas direcciones, aprenden a reconocer los conceptos de dimensión, distancia y orientación.
Asimismo, les permite organizar sus propias conductas (decidir qué hacer y en qué orden) en un entorno libre de peligros.
2- Estimula la creatividad y la imaginación
Además de lo propio del juego, la imaginación y la creatividad son otras de las virtudes que afloran. Los chicos inventan sus propios juegos y dinámicas, como una competencia para buscar pelotas de un determinado color o para tirarse por el tobogán tantas veces como se pueda.
De esta manera, en las piscinas de bolas los niños desarrollan la imaginación, crean mundos y comparten con otros niños los distintos escenarios.
3- Permite la expresión de las emociones
La piscina de bolas le permite a los niños liberar la energía, las tensiones y divertirse. Como todo juego, contribuye a la producción de endorfinas u “hormonas de la felicidad”, que favorecen a su bienestar.
Además, también es una buena estrategia para aprender habilidades sociales, tales como la espera de turnos, el respeto por el otro y el hecho de compartir.
Finalmente, este juego les permite ganar autoestima y motivación, ya que disponen de un entorno apto para desafiarse a sí mismos y plantearse retos constantemente.
4- Promueve el tiempo de juego compartido
Una de las grandes ventajas de la piscina de bolas es que divierte a los chicos y a los grandes. De esta manera, fomenta la participación de los mayores en el juego de los niños y mejora la calidad de los momentos compartidos en familia.
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¡Que vuelva el tiempo de los juegos sin pantallas!
Como vemos, el juego es una fuente inagotable de aprendizaje para los niños y les permite desarrollar diferentes habilidades mientras se divierten.
Por eso, es muy importante que los adultos acompañemos y promovamos el juego activo en los niños. Por ejemplo, a través de la creación de espacios destinados a tal fin, en los cuales puedan desplazarse, ensuciarse, moverse y jugar en libertad.
Resulta un punto clave que los padres tomemos conciencia de los efectos negativos de dejar que los niños permanezcan todo el día “enchufados” a un celular o una tablet. En este sentido, es importante reducir el tiempo de conectividad y fomentar el juego libre, creativo y al aire libre, para que vuelvan a explorar el mundo que los rodea.
Incluso, esto también es una oportunidad para pasar tiempo con ellos, para conocerlos más y para fomentar el diálogo familiar. ¿Qué esperas para probarlo?
Bibliografía
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- Minerva Torres, Carmen (2002). El juego: una estrategia importante . Educere, 6(19),289-296.[fecha de Consulta 1 de Septiembre de 2021]. ISSN: 1316-4910. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35601907
- Mora, Cristina. Plazas, Fanny. Ortiz, Alcira. Camargo, Gladys (2016). El juego como método de aprendizaje. Nodos y nudos.
volumen 4 N.º 40. ISSN: 0122-432. Disponible en: https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/NYN/article/view/5244/4010