11 juegos para potenciar el desarrollo motor grueso

Si quieres ayudar a tu hijo a potenciar su desarrollo motor grueso, ¡no te pierdas estos juegos para hacer desde casa!
11 juegos para potenciar el desarrollo motor grueso
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 18 abril, 2024

Cuando hablamos de desarrollo motor grueso en los niños, estamos hablando, básicamente, del movimiento de los músculos grandes del cuerpo. Nos referimos a saltar, correr, trepar, bailar… Lo mejor es que existen juegos para potenciar el desarrollo motor grueso.

Los juegos de movimiento en casa son una excelente manera de potenciar el desarrollo motor grueso de tu hijo. Por eso, no te pierdas las siguientes ideas de juegos que puedes realizar con tus pequeños. Podréis trabajar una gran variedad de habilidades, como coordinación ojo-mano, equilibrio, saltos, habilidades con la pelota, conciencia espacial, fuerza muscular y agilidad.



Juegos para potenciar el desarrollo motor grueso

Madre e hijo jugando a los bolos para potenciar el desarrollo motor grueso.

1. Bolos para el desarrollo motor grueso

Esta actividad se puede llevar a cabo con un juego de bolos de plástico o uno casero. Para esto, usar botellas vacías de plástico y verter un poco de arena o agua en ellas para que se mantengan de pie.

También podéis hacer una actividad artística y pintar las botellas de diferentes colores, así como variar la cantidad de arena o agua para que se puedan derribar con la pelota. Poned las botellas de pie en forma de V y jugad por turnos.

2. Rayuela

Este juego es antiguo, pero sigue gustando mucho a los niños. La rayuela se juega mejor afuera, dibujando los cuadrados con tiza gigante sobre el suelo de cemento u hormigón. Túrnate con tu hijo para saltar a través de los cuadrados dibujados.

Saltad sobre un pie en cuadrados individuales y con dos pies en cuadrados dobles (un pie en cada uno de ellos). Cuando lleguéis al final, daos la vuelta y volved al comienzo. Aprender a saltar sobre un pie o sobre dos es una habilidad importante para un niño en edad preescolar y este es un gran juego para aprender a hacerlo.

Cuando tu hijo haya dominado cómo saltar, varía el juego; usad una piedra y lanzadla al primer cuadro antes de comenzar. Luego, saltad directamente al segundo cuadro sorteando la piedra. Saltad hasta el número 10, daos la vuelta y volved hacia atrás, e inclinaos con una pierna para recoger la piedra al volver al 1.

3. Hacer equilibrio para el desarrollo motor grueso

Usad una viga de un jardín o una viga improvisada de madera u otro material (algunos ladrillos o taburetes bajos). Practicad caminar por ella sin caeros y convertidlo en un juego. Fingid que hay cocodrilos debajo del “puente” en el que estáis. Desafía a tu hijo a cruzarlo, también a dar la vuelta al final y caminar de vuelta sin caerse.

4. ¡Todos al túnel!

Ponte a poca distancia de tu hijo con las piernas bien separadas y haz que ruede una pelota a través del túnel, es decir, a través de tus piernas. Con la práctica, comienza a ponerte más lejos de tu pequeño y haz que el túnel sea más estrecho al acercar las piernas y usar una pelota más pequeña. Este es un buen juego para desarrollar habilidades de pelota y coordinación ojo-mano.

5. Carrera de obstáculos

Desarrolla la fuerza y la agilidad de tu hijo con una divertida carrera de obstáculos hecha en casa. Lo mejor es que se puede construir tanto dentro como fuera del hogar; lo que importa es que seas creativa y coloques varios accesorios en un camino y que tus hijos se turnen para seguir e, incluso, para correr.

Proporciona una combinación de actividades en cada curso, como oportunidades para escalar, saltar, lanzar, etc. Aquí hay algunas ideas para accesorios y actividades:

  • Sillas para pisar y trepar.
  • Tablas para caminar.
  • Cajas de zapatos sobre la cabeza para equilibrar.
  • Saltar sobre escaleras.
  • Balancearse en ramas de árbol.
    Niño haciendo una carrera de obstáculos.

6. Carreras: el huevo y la cuchara

Esta carrera es una de las favoritas en los días deportivos de los niños pequeños; a tus hijos les encantará competir contigo en este divertido juego. Simplemente, hay que hacer equilibro con un huevo en una cuchara desde la línea de inicio hasta la línea de meta.

Es recomendable hervir primero los huevos, a menos que realmente estés de humor para divertirte. Nada agudizará las habilidades y la concentración más rápido que la amenaza de que se rompa un huevo.

7. Simón dice para el desarrollo motor grueso

Simón dice es un juego que se puede jugar para desarrollar muchas de las habilidades de tu hijo, incluidas las habilidades de escucha, concentración, percepción auditiva, etc.

Utiliza este juego como una forma de estimular los músculos grandes de tu pequeño. Haz que sea más divertido con turnos y permite que tu hijo también te dé instrucciones para seguir. Aquí, algunas ideas:

  • Hacer de cangrejo y caminar hacia la pared y volver.
  • Correr hacia un árbol, dar 4 saltos y correr de vuelta.
  • Hacer 3 volteretas, darse la vuelta y ponerse boca arriba.

8. Lanzar globos para potenciar el desarrollo motor grueso

El objetivo es ver cuánto tiempo mantenéis el globo en el aire, lanzándolo de lado a lado, antes de que caiga al suelo. Luego, cuando ya tengáis dominado el vuelo de un globo, podéis hacerlo más difícil e intentar que sean dos globos los que estén en el aire.

9. El semáforo

Con láminas de colores rojo, verde y amarillo, que alcemos alternativamente, cread un semáforo que le diga al niño: con el color verde, avanzad; amarillo, caminad lentamente; verde, corred.

Nos sentamos a una buena distancia con el fin de ir administrando los ritmos y la velocidad. Cuando capte la idea, la coordinación entre colores y movimiento y, en especial, la orden de detenerse o avanzar con lentitud, le exijirán un derroche de fuerza y equilibrio.

10. Caminar como algunos animalitos

Este juego es súper divertido. Antes de que represente los movimientos de los animales, mostradle cómo avanza una tortuga: en el piso y a gatas os movéis muy lentamente. Como se mueven los cangrejos: en cuatro patas, pero de lado. Un gusano: reptando. Una rana: saltando en cuclillas.

O bien, ¿cómo descansa una grulla?: parada sobre una sola pata.

Lo divertido se consigue cuando le pidáis moverse de una manera y, pasados unos 30 segundos, le ordenéis cambiar de animalito. Su coordinación y atención se pondrán a prueba.

11. Caminar sobre almohadones

Para esta actividad llenad el piso de la sala o el cuarto con todas las almohadas y almohadones que tengáis a mano. El ejercicio consiste en que camine sobre ellos controlando el equilibrio. Pierde si se cae y, el reto, levantarse manteniendo la estabilidad para volver a empezar.

Completa el juego poniéndole dificultades como recoger objetos en varios puntos de la superficie alcochada y llevarlos por ejemplo, a una cesta. Si en la actividad hay varios niños, que lo hagan midiendo el tiempo para añadir el recurso de la velocidad.



Importancia de potenciar el desarrollo motor grueso

Entre los tres y los cinco años hay un avance importante en la maduración del sistema muscular, nervioso y la estructura ósea de los niños, por lo que son fundamentales las destrezas motoras que adquieran. El área psicomotora se encuentra en la base de su desarrollo personal, social y mental.

Dice la psicomotricista y psicopedagoda Silvia Mondelo: “El afecto y el tono muscular están estrechamente ligados; de ahí que el diálogo tónico está en la base de toda comunicación y desde ahí crea las condiciones indispensables para el nacimiento del pensamiento, la simbolización y el lenguaje.”
Por eso, en definitiva, no hay nada mejor que potenciar el desarrollo motor grueso mientras disfrutáis jugando juntos y pasando tiempo de calidad. ¿A qué esperas para poner en práctica todas estas actividades?


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  • Manzano, S. M. (2015). La psicomotricidad ayer y hoy: un acontecimiento histórico. Padres y Maestros/Journal of Parents and Teachers, (364), 06-12.

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