Anchoas en el embarazo: todo lo que debes saber

Por su valor nutricional, las anchoas en el embarazo pueden ser beneficiosas. Sin embargo, deberías analizar algunos factores de riesgo. Mira cuáles son y come con seguridad.
Anchoas en el embarazo: todo lo que debes saber
María Patricia Piñero

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 22 octubre, 2023

Si te preguntas cuán beneficiosas son las anchoas en el embarazo, es importante destacar que, como cualquier pescado azul, son una fuente de proteína y grasas de calidad. Sin embargo, antes de incluirlas en tu dieta durante el embarazo, es crucial tomar precauciones para garantizar tu salud y la del bebé.

Analizaremos a fondo todo lo que necesitas saber acerca de las anchoas durante el embarazo, incluyendo sus beneficios nutricionales, niveles de mercurio, riesgos potenciales para la salud materna y pautas seguras para su consumo.

Aun así, es fundamental que consultes a tu obstetra antes de incorporar las anchoas a tu dieta durante el embarazo para asegurarte de que sean adecuadas para tu situación específica.

¿Qué tipo de pescado es la anchoa?

Las anchoas se definen como un producto tradicional europeo elaborado a partir de boquerón, anchoveta y otros engráulidos. Estos pescados pasan por un proceso de maduración controlada en un medio altamente salino, lo que les otorga propiedades sensoriales específicas.

Originarias del mar Mediterráneo y el mar Negro, las anchoas, junto con el jurel y la sardina, se encuentran entre los tres pescados azules o grasos más consumidos en España. En algunas regiones, los términos boquerón y anchoa se utilizan indistintamente.

Estas delicias culinarias se asocian comúnmente con la pizza y la ensalada antipasto, pero también se pueden encontrar en forma de pasta de anchoa, encurtidas en vinagre, filetes en aceite o sal y diversas salsas para pescado, aportando un profundo sabor a los platos.



¿Son seguras las anchoas en el embarazo?

Sí, generalmente las embarazadas pueden comer anchoas con moderación. Las anchoas son una fuente de ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos durante el embarazo para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del feto. Sin embargo, debes tener en cuenta algunos aspectos.

Para determinar qué tan seguro es comer anchoas en el embarazo, hay que analizar el valor de mercurio, su forma de procesamiento, los riesgos de contaminación y la cantidad de sal que aportan a la dieta.

Contenido de mercurio

La Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) promueve evitar el consumo de algunos pescados que tienen altos niveles de mercurio durante el embarazo. Este contaminante puede afectar el desarrollo neuronal del bebé en crecimiento.

El boquerón o la anchoa se clasifica dentro del grupo de pescados azules con bajos valores de mercurio. Desde esta perspectiva, puede ser incluido en el menú semanal de la embarazada, ya que no hay riesgo de toxicidad.

Forma de procesamiento

Antes de consumir anchoas durante el embarazo, es importante considerar algunas medidas de seguridad, tanto en su elaboración industrial como artesanal. El proceso de elaboración de las anchoas comienza con un período de salado que puede durar de 3 a 7 meses, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España.

Después de esta fase, se retira la sal lavando el pescado deshidratado con agua caliente o de forma manual. Luego, se envasan en latas o vidrio con aceite y se sellan herméticamente.

En el ámbito industrial, los envases se escaldan mediante un proceso de inmersión en agua caliente. En el caso de la elaboración artesanal, no se aplica calor. Esto da lugar a lo que se conoce como semiconservas de anchoas, ya que no se someten a esterilización.

Sin importar la forma de preparación, se almacenan en el refrigerador a temperaturas de entre 5 a 12 grados centígrados. Sin embargo, estas temperaturas por sí solas no son suficientes para prevenir ciertos riesgos de contaminación.

También se pueden encontrar semiconservas de boquerones que se preparan con vinagre, conocidos como marinados o en escabeche. En este proceso, el pescado se sumerge en vinagre y salmuera durante un período de tiempo sin esterilización.

En el método artesanal, los lomos de pescado, limpios y sin cabeza ni espinas, se dejan en agua fría con cubos de hielo durante 2 horas en el refrigerador. Luego, se envasan en vidrio y se cubren con vinagre puro durante 45 minutos o por 3 horas si el vinagre se diluye con agua. Estos detalles son esenciales para garantizar la seguridad alimentaria durante el embarazo.



Riesgo de contaminación

La forma como se procesa la anchoa en sus distintas presentaciones puede llevar a un riesgo de contaminación por algunas bacterias o parásitos que causan problemas a la salud de la embarazada. Por eso, hay que seguir algunas recomendaciones para evitar la posibilidad de enfermedades.

Puede ser fuente del parásito Anisakis

El anisakis es un parásito que se adquiere al consumir pescado crudo o poco cocido, así como pescado en vinagre, escabeche o ahumado. Puede provocar alergias graves y trastornos gastrointestinales. Se destruye a temperaturas por encima de 60°C o durante un salado de al menos 6 meses.

La congelación a -20°C durante 2 a 5 días es otra opción segura para eliminarlo, en especial en pescados marinados, en escabeche, ahumados o ligeramente salados. Comprar boquerón congelado es una alternativa.

Las semiconservas de anchoas pueden no requerir congelación, pero si no conoces el proceso de salado, es recomendable seguir las indicaciones de congelación antes de consumirlas, lo que es aún más importante durante el embarazo.

Podría transmitir Listeriosis

Dado que las anchoas no son esterilizadas, existe un riesgo de contaminación por bacterias como la Listeria monocytogenes, que causa la listeriosis. Esta enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud, puede ser grave y transmitirse de la madre al bebé. Además, la Listeria puede sobrevivir a temperaturas de refrigeración.

Para garantizar que las anchoas estén libres de Listeria, es esencial congelarlas a menos de -20°C o cocinarlas antes de su consumo y no deben considerarse como un alimento «listo para comer» durante el embarazo.

Cuidado con el consumo excesivo de sal

El consumo excesivo de sal durante el embarazo puede ser perjudicial, ya que puede dar lugar al aumento de la presión arterial, problemas renales y retención de líquidos. La American Heart Association recomienda que las mujeres embarazadas limiten su ingesta diaria de sodio a 1,5 gramos.

Sin embargo, una porción de 100 gramos de anchoas enlatadas proporciona más del doble de esta cantidad recomendada, con aproximadamente 3,6 gramos de sodio, según los datos de la tabla nutricional del U.S. Department of Agriculture (USDA).

Por lo tanto, si tu obstetra te aconseja reducir tu consumo de sal, debes evitar las anchoas en tu dieta, ya que representan una fuente oculta de esta sustancia.

Beneficios de las anchoas en el embarazo

Veamos cuál es su valor nutricional y qué nutrientes son clave para la salud de la madre y el bebé. La tabla de USDA muestra que 100 gramos de anchoas tiene:

  • 10 gramos de grasa.
  • 29 gramos de proteínas.
  • 2,44 miligramos de zinc.
  • 4,6 miligramos de hierro.
  • 20 miligramos de niacina.
  • 12 microgramos de vitamina A.
  • 0,76 gramos de EPA (omega-3).
  • 1,29 gramos de DHA (omega-3).
  • 69 unidades internacionales de vitamina D.

Las anchoas son consideradas dentro del grupo de los pescados azules o grasos, que se caracterizan por tener un alto contenido de grasas omega-3, en particular, del ácido graso docosahexaenoico (DHA) y eicosapentaenoico (EPA).

Estos nutrientes son de vital importancia para el desarrollo del bebé, ya que el DHA, según un artículo en el International Journal of Food Properties, representa el 30 % de la estructura cerebral y el 85 % de la visión y junto con el EPA cumplen funciones neuroprotectoras.

Según la organización Mayo Clinic, las mujeres embarazadas pueden consumir de 2 a 3 porciones (aproximadamente 225 a 340 gramos) de pescado bajo en mercurio a la semana, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones para garantizar la seguridad de su consumo durante el embarazo.

No olvides estas recomendaciones

Para disfrutar de las anchoas de manera segura durante el embarazo, es fundamental seguir estas recomendaciones:

  • Congela las anchoas o boquerones procesados a -20 grados centígrados durante 48 horas, lo que garantizará la eliminación de parásitos y bacterias.
  • Si es posible, elige conservas de anchoas y otros pescados que estén etiquetados como «libres de anisakis».
  • En caso de que tu médico te haya indicado reducir la ingesta de sal en tu dieta, evita las anchoas en semiconserva.
  • Cocina las anchoas a temperaturas superiores a 60 grados centígrados para asegurar su seguridad. Aunque esto pueda afectar ligeramente su sabor, puedes prepararlas de diversas formas, como anchoas salteadas con verduras al vapor, añadirlas a la sopa, en pizzas de anchoas, en huevos revueltos con anchoas, como acompañamiento de filetes de carne o en salsa para espaguetis.

Es importante recordar que cualquier modificación en tu dieta durante el embarazo debe contar con la asesoría y consulta de tu médico obstetra para garantizar la salud y bienestar tanto tuyo como el del bebé.


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