Enseñar a los niños a ser educados es una responsabilidad de los padres que resulta sumamente importante. Ciertamente, comprender y usar buenos modales aporta a los pequeños aspectos positivos como educación, cortesía y empatía hacia los demás.
Los buenos modales aportan a los niños una actitud de mayor aprecio por ellos mismos y por el entorno que les rodea. Su enseñanza debe llevarse a cabo desde una edad muy temprana y esto ha de ser parte de un aprendizaje diario.
En la sociedad tecnológica de hoy en día, enseñar modales a los niños es algo más crucial que nunca. Sin ninguna duda, uno de los trabajos más importantes que tienen los padres es ayudar a los hijos a desarrollar habilidades sociales, mostrarles cómo interactuar de forma educada con las personas y a tratarlas con respeto y consideración.
5 tips para enseñar a los niños a ser educados
Los siguientes consejos se deben tener en cuenta a la hora de enseñar a los niños a ser educados:
1. Sé un modelo de comportamiento
El primer consejo esencial para enseñar a los niños a ser educados es que tengas en cuenta que ellos imitarán a sus referentes. Por ello, debes modelar un comportamiento educado para que los pequeños sigan tu ejemplo.
Asimismo, debes hablar en un tono amable con tus hijos y pedirles cualquier cosa sin amenazas. No siempre es fácil tener paciencia con ellos, pero como adulto, es tu responsabilidad modelar el comportamiento apropiado.
2. Sensibilidad
Las buenas maneras derivan del respeto hacia otro individuo; la ruta hacia el respeto es, esencialmente, la sensibilidad. Si le puedes enseñar a un niño el valor de esta cualidad, le estás dando un maravilloso regalo.
La raíz de los buenos modales es el respeto por las otras personas y la raíz del respeto es la sensibilidad. La sensibilidad es una de las cualidades más valiosas que puede inculcar a su hijo desde la infancia. El niño sensible se preocupa por los sentimientos de los demás y se convierte naturalmente en una persona educada.
“La educación es el mejor amigo. Una persona educada es respetada en todas partes. La educación supera la belleza y la juventud”
—Chanakya—
3. ‘Por favor’ y ‘gracias’
Enseñarles a decir “por favor” y “gracias” es el principio fundamental para enseñar a los niños a ser educados. Este, por supuesto, es uno de los fundamentos de los buenos modales. A medida que los niños crecen, los padres pueden alentarlos a escribir notas de agradecimiento, preferiblemente con papel y lápiz.
No hace falta decir que los niños deben aprender a decir gracias por los regalos que reciben. Pero también se les debería educar a dar las gracias a las personas que los asisten o les sirven, como los camareros en los restaurantes, e incluso a sus familiares cuando hacen algo por ellos en el curso de sus rutinas diarias.
4. Deben respetar el turno de palabra
Haz que tu hijo tenga el hábito de esperar su turno para hablar. De hecho, se trata de un problema frecuente con el que muchos niños, especialmente los más pequeños, se encuentran. Sucede porque, a menudo, quieren expresar sus pensamientos tan pronto como se les ocurre algo.
Los niños también son naturalmente egocéntricos y pueden necesitar recordatorios para esperar hasta que alguien haya terminado de hablar antes de interrumpir. Para ayudar a los niños a aprender este hábito, los padres pueden intentar usar un recordatorio visual, como un animal de peluche o un bastón que indique cuando es su turno.
5. No fuerces los modales
El lenguaje es una habilidad para ser disfrutada, no forzada. Si bien está bien recordarles ocasionalmente un ‘por favor’ antes de conceder la solicitud, tampoco es bueno forzar las situaciones.
De hecho, hay que tener cuidado: el niño puede cansarse de estas palabras educadas incluso antes de que comprenda su significado.
Asimismo, cuando le recuerdes a un niño que diga ‘por favor’, debes hacerlo como parte de un buen discurso, no como un requisito para obtener lo que desea. De esta manera, conseguirás que el pequeño adhiera estas palabras a su vocabulario de manera natural.
Por último, te recordamos que necesitas tener mucha paciencia para enseñar a los niños a ser educados. Ciertamente, es algo en lo que debes trabajar día a día para conseguir los resultados. ¡Aunque estamos convencidos que nunca te arrepentirás del tiempo invertido!