5 tipos de alimentos que afectan al estado de ánimo de tu hijo

Una alimentación sana y nutritiva es básica para el estado de ánimo de los niños. Los colorantes y otros aditivos, el azúcar o la cafeína podrían, por el contrario, perjudicarles.

niño mirando chocolate y golosinas

Los padres debemos saber que hay ciertos alimentos que pueden afectar al comportamiento y al estado de ánimo de nuestros hijos. Por ejemplo, es bastante conocido que los alimentos con abundante azúcar añadido puede causar episodios caracterizados por la subida de energía y una mayor actividad.

Pero los cambios de humor que pueden sufrir los niños no se limitan a los causados por los dulces. Hay otros tipos de alimentos que pueden influir en el estado de ánimo de los niños y en su comportamiento. Los vemos a continuación.

Los alimentos y el estado de ánimo

De todos es sabido que la dieta y la alimentación tienen un impacto directo en el desarrollo y la salud de los más pequeños. Pero no solo se relacionan con el crecimiento y los problemas físicos sino que también se con el estado de ánimo, el desarrollo mental y su rendimiento.

Se trata de un campo de investigación muy reciente que arroja datos nuevos con rapidez aunque por el momento se conocen pocas relaciones causa – efecto.

Sin embargo sí que se ha podido observar que ofrecer una alimentación saludable con todos los nutrientes necesarios puede mejorar las habilidades cognitivas (concentración o memoria por ejemplo) y la salud mental.

Al contrario, las dietas con un bajo aporte nutritivo se relacionan con problemas de comportamiento y emocionales, tanto en niños como adolescentes. Estas se caracterizan por la alta presencia de chucherías, azúcar, patatas y alimentos fritos; y se relacionan también con una mayor probabilidad de sufrir una depresión en la adolescencia.

De forma sintetizada vamos a enumerar a continuación algunos de los alimentos y compuestos que ejercen un efecto negativo en el comportamiento y el estado anímico de los más pequeños.

1. Bebidas azucaradas y alimentos con gran aporte de azúcar añadido

Los hidratos de carbono sencillos (entre los que se encuentran el azúcar añadido) se absorben de forma mucho más rápida que los complejos. Como resultado, el aporte de energía se efectúa de manera brusca e inmediata y algunos niños pueden activarse sin control cuando los ingieren en exceso.

En cambio los hidratos de carbono complejos proveen energía de forma continuada y podrían ayudar en la absorción del aminoácido triptófano. Este último participa en la segregación de serotonina que, a su vez, es responsable del equilibrio en el estado de ánimo y de la sensación de relajación.

Asimismo parece ser que una dieta con un porcentaje elevado de azúcares reduce de forma significativa la ingesta de otros nutrientes necesarios, algunos de los cuales son básicos para un correcto funcionamiento neuronal y un buen estado de ánimo de los pequeños.

Un estudio reciente muestra que la ingesta de estas bebidas y alimentos es dañina para su bienestar diario. La aparición de síntomas como nervios, ansiedad y un mayor riesgo de desarrollar adicción a estos alimentos es más común entre los niños que los consumen con regularidad.

niño con chuches

Las bebidas y refrescos azucarados son uno de los productos que más contribuye a la ingesta de azúcares añadidos en los niños. Pero también hablamos de bollería, pasteles, galletas, chucherías, helados o chocolate.

2. Lácteos

Estamos tan acostumbrados a escuchar las supuestas bondades de la leche que pensamos que los lácteos son los mejores alimentos para los niños. Pero no tiene por qué ser así siempre.

Si un niño presenta intolerancia a la lactosa o es alérgico a las proteínas de la leche y los productos lácteos, su consumo puede provocar cambios en su estado de ánimo y el comportamiento. Muchos niños se vuelven irritables o agresivos cuando consumen lácteos si estos no les sientan bien.

3. Colorante artificiales

Los colorantes alimentarios son productos químicos que se utilizan para dar color a algunas preparaciones y sirven también para mantener o mejorar su apariencia. Su uso está regulado pero algunos expertos consideran que su presencia debería ser evaluada de nuevo, sobre todo en referencia a su ingesta en los más pequeños.

La evidencia actual, basada en estudios con humanos, muestra una relación entre la exposición a los colorantes alimentarios y resultados conductuales adversos en niños. Estos se hacen evidentes tanto si padecen trastornos previos como si no.

Los colorantes artificiales pueden influir en algunos síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Además, podrían causar ansiedad, impulsividad y dolores de cabeza en los niños.
bebe con yogur

La mayoría de colorantes se encuentra en todo tipo de productos: yogures de sabores, bebidas, patatas fritas, gelatinas, mermeladas, caramelos, barritas chocolateadas, salsas, etc.

Su regulación es variable según los países y cada tipo de colorante, aunque existen grupos de presión para obligar a la industria a dejar de usarlos. De forma reciente en Europa se ha prohibido la utilización del colorante E171 ya que no se considera seguro.

4. Conservantes

Hay varios conservantes que pueden causar problemas de comportamiento y concentración en los niños. Algunos de los cuales se han obtenido datos son el benzoato de sodio y el glutamato monosódico.

En este último los síntomas de una intoxicación tras su ingesta pueden ser dolor de cabeza, depresión, cambios de humor, ira, ansiedad o confusión mental.

Se encuentra presente en snacks salados, sopas preparadas, carnes procesadas, salsas, condimentos, platos precocinados, etc. El benzoato se usa en aliños de ensaladas, mermeladas, refrescos o zumos de frutas.

5. Bebidas con cafeína

La cafeína es otro de los compuestos presentes en algunos alimentos que puede afectar el estado de ánimo de los niños. A menudo se asocia con efectos positivos, como una mejor concentración y capacidad de terminar las tareas.

Pero también puede producir consecuencias no deseadas. Desde la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Juvenil señalan el nerviosismo, la hiperactividad y la ansiedad como algunos de las reacciones adversas. 

Es importante prestar atención pues hoy en día el café no es el único producto a través del cual los niños y adolescentes ingieren cafeína. Es habitual que se encuentre en:

  • Algunos tipos de refrescos y bebidas energéticas.
  • Tés y bebidas refrescantes a base de té.
  • Chocolate y alimentos con sabor a café (yogures, postres, batidos, etc.)
  • Refrigerios: barritas, caramelos, chicles.

Cómo actuar con los alimentos y mejorar el estado de ánimo

Como ya hemos visto, la dieta es uno de los factores que puede influenciar el comportamiento de los hijos. Algunos de los factores que más preocupan a los padres son la irritabilidad, los cambios de humor, la concentración, la agresividad, la hiperactividad o la falta de energía.

Una alimentación saludable y nutritiva es buena para mejorar estos aspectos. Sobre todo durante la infancia, cuando se encuentran en una etapa crucial de desarrollo neurológico. Para ello es necesario que la dieta se base en algunos de los siguientes aspectos:

  • Abundancia de frutas, verduras, frutos secos, aceite de oliva y proteínas magras.
  • Pescado azul una o dos veces a la semana, por su contenido en grasas omega 3. También se encuentra en las nueces y las semillas de lino.
  • Los carbohidratos preferidos deben ser aquellos provenientes de los granos integrales, las legumbres, las frutas y las verduras.
  • Evitar o reducir al máximo los alimentos procesados, los zumos y los refrescos. Entre ellos se encuentran la mayoría de alimentos que empeoran el estado anímico de los niños al contener cantidades elevadas de azúcar, colorantes, aditivos alimentarios o cafeína.
  • Ofrecer alimentos probióticos como el yogur, el kéfir o el chucrut.
  • En estas edades tempranas puede ser beneficioso la ingesta del desayuno y evitar que pasen muchas horas sin comer durante el día para no notar la falta de energía.

Si se perciben cambios de conducta o humor en los hijos podría ser útil llevar un diario de alimentos lo más estricto posible. Hacer un seguimiento de lo que comen y observar su comportamiento puede ayudar a saber qué es lo que influye en su estado de ánimo y también en su salud en general.

Aunque la comida no es la causa de todos los problemas y de comportamiento es importante asegurarse de que tu hijo no está sufriendo de algo que puede ser fácilmente remediado simplemente modificando la alimentación.

Cuidado con algunos alimentos que pueden alterar el estado de ánimo de los niños

Evitar todos los compuestos que podrían ser perjudiciales y ofrecer una alimentación saludables son los aspectos dietéticos que se pueden modificar para un mejor estado de humor, concentración, rendimiento y salud mental de los pequeños.

Sin embargo no hay que olvidar que otros aspectos tienen un rol destacado, como el ejercicio físico, el descanso o el apoyo y el amor de los padres, familiares y amigos.

Como siempre, ante cualquier cambio de humor importante o actitud que te preocupe acerca de tus hijos lo más recomendable es asesorarse con un profesional de la salud.

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