¿Qué tan bien crees que tu hijo puede adaptarse al cambio? Ya sea que hablemos de un cambio de escuela, un cambio de ciudad o un cambio de circunstancias familiares, siempre se tratará de un proceso traumatizante.
Por fortuna, existen algunas estrategias para hacer todo mucho más sencillo. Encontrarás que unos hijos lidian muy bien con lo que se les presente. Para otros, el proceso puede ser más o menos duro. También va a depender en gran medida del tipo de cambio.
No esperes la misma actitud de dos hijos a la misma situación. Cada uno tiene su forma de ver la vida pero estas 5 formas de ayudar a tu hijo a adaptarse al cambio te darán la ayuda extra que quizás buscas:
1.- Avisa sobre las transiciones para que tu hijo se vaya preparando
No es bueno que le des la noticia del cambio a tu hijo así de la nada. Ten en cuenta que a ti tampoco te gustaría que él lo hiciera contigo. Los cambios no son malos, pero se necesita de tiempo para dejar una cosa y empezar a hacer otra.
Como padres, han debido trabajar para que sus hijos tomen determinados hábitos y un cambio requiere el mismo tiempo. Una buena técnica es darle una advertencia de que se aproxima un cambio al tiempo que comienzas a conversar sobre el tema de forma muy general.
2.- No olvides sus sentimientos
Para muchos de nosotros oír a nuestro hijo llorar o verlos teniendo una explosión de rabia es muy difícil. Sentimos su dolor, nos sentimos desconcertados y solo queremos que paren. Debes tener en cuenta que esa es una reacción muy comprensible cuando llega el momento de adaptarse al cambio.
Tu hijo necesita expresar sus sentimientos y tú precisas entender que no hay nada de malo en que él sienta eso. Ese contacto con los sentimientos ayuda a que el niño aprenda a regular la intensidad de ellos. Esto será una gran lección y debe pasar por ella.
3.- Despierta la curiosidad de tu hijo
¿Quién dijo que los cambios no pueden ser divertidos? Muestra para tu hijo el lado bueno de la transición. Habla sobre las cosas nuevas que puede experimentar, transforma su tristeza en curiosidad.
Muestra los puntos positivos del cambio que se avecina. Deja que participe en la toma de decisiones y en lo que tienes planificado. Ejemplifica las diferencia entre el antes y el después, es importante que más que miedo o rabia, él tenga curiosidad.
Habrá situaciones, como el divorcio, donde sea más complejo hablar de los cambios. Aquí entran emociones muy profundas pero también puedes ayudarle a ver el lado positivo.
4.- Sé afectuoso
Todos necesitamos sentir muestras de cariño. Tocar, acariciar o jugar ayudará a tus hijos a sentirse seguros y cómodos con sus cuerpos. Los abrazos son medicinas para el alma y ayudarán mucho a la hora de adaptarse al cambio.
Dependiendo de la edad y de las preferencias personales de su hijo, puedes intentar masajes o sentarte junto a él durante la lectura de un libro o en alguna actividad parecida. Lo fundamental es que sienta que estás ahí.
5.- No cambies la rutina diaria
Los niños tienen dificultad con los cambios ya que tienden a sentirse ansiosos. Les gusta saber de antemano qué va a pasar por lo que mantener las mismas rutinas que todos los días será importante para todos.
Si participa en el proceso de crear una nueva rutina, la cooperación será mucho mayor.
Ayuda a tu hijo a adaptarse al cambio al verlo con naturalidad
Ten en mente que los cambios no son malos y que, de hecho, son muy comunes. Cada persona es única y cada quien tiene su forma particular de luchar con algún cambio, transición o mudanza. Todo dependerá de su personalidad, de su grado de madurez emocional y el momento de vida en el que se está haciendo el proceso.
Por eso es importante garantizar estas formas y algunas otras que puedas aprovechar para favorecer en esta nueva etapa en la vida de tu hijo. Lo importante es tener paciencia y aprender a reconocer los sentimientos y necesidades de los niños.