Los juegos para estimular la expresión no verbal animan a grandes y pequeños. Este tipo de diversión invita a los participantes a realizar posturas extrañas y a poner diversas muecas, produciéndose situaciones cómicas que hacen reír a todos los jugadores.
Los juegos sin palabras resultan ideales para que los niños trabajen la capacidad de comunicarse solo por medio de gestos y movimientos. De modo que aprendan a utilizar el propio cuerpo para expresarse, lo cual es clave para su desarrollo futuro.
«Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento».
—Albert Einstein—
5 juegos para estimular la expresión no verbal
¿Quieres estimular la expresión no verbal de tus hijos de una forma lúdica y entretenida? A continuación, te recomendamos cinco juegos para conseguirlo. Esperamos que alguno de ellos sirva para pasar un buen rato en familia.
1. Adivinar las palabras a través de la mímica
Antes de empezar a jugar, hay que decidir quién será la persona responsable de conducir el juego. Esta se encargará de escribir una lista de palabras para representarlas. Así, los jugadores se dividen en dos grupos y se sitúan a cierta distancia de la persona que conduce el juego.
Por turnos, un miembro de cada grupo tiene que dirigirse al guía para que este le diga la palabra de la lista que debe representar solo con gestos y movimientos. El resto de los participantes del grupo tiene que adivinar la palabra.
Cuando alguien adivina la palabra, debe ir hasta el conductor del juego y preguntarle cuál es la palabra que tiene que representar con mímica. Gana el grupo que logre adivinar antes todas las palabras de la lista. Otra variante es hacer este mismo juego con títulos de películas, con profesiones, etc.
2. Cadena de gestos, uno de los juegos para estimular la expresión no verbal
Este juego no solo favorece la expresión corporal en niños, sirve también para desarrollar la memoria y la atención. Para comenzar a jugar, los participantes tienen que sentarse en el suelo formando un círculo para que todos se puedan ver las caras con facilidad.
Uno de los jugadores tiene que hacer un gesto utilizando el rostro, las manos o los pies. El jugador que está situado a su derecha, debe repetir el mismo gesto y llevar a cabo otro distinto.
Cuando le llega el turno al tercer jugador, este tiene que repetir el primer y el segundo gesto y añadir uno nuevo a la serie. Así, se forma una cadena de gestos, hasta que se dé toda la vuelta al círculo o hasta que uno de los jugadores se equivoque y no recuerde alguno de los gestos realizados.
3. Las estatuas
El juego consiste en bailar y moverse al ritmo de la música, hasta que esta se detiene y la sala queda en silencio. En ese momento, los participantes deben quedarse quietos, como estatuas, y mantener la posición en la que se encontraban.
Uno de los jugadores debe asumir el papel de supervisor y asegurarse de que ninguno de los participantes se mueve. Para complicar el reto, este puede hacer muecas y gestos, intentando hacer reír a las estatuas.
Si alguno de los participantes no consigue aguantar la risa o se mueve, entonces, pierde y pasa a ejercer el papel de supervisor en una nueva partida. Con este juego, los niños trabajan el autocontrol y la atención.
Debes saber que la educación musical y la expresión corporal, según lo afirma esta investigación desarrollada en la Universidad de Valladolid, se funden en un lenguaje hecho de sonidos, ritmos, emociones y movimientos. La unión resulta eficaz en los procesos de enseñanza-aprendizaje y favorece la educación integral del niño.
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4. Imitación en espejo
Para jugar a este juego, los participantes tienen que agruparse en parejas y colocarse uno frente al otro. Se activa un cronómetro, con una duración de un minuto y, durante este tiempo, uno de los miembros de la pareja debe realizar de forma continuada gestos y movimientos, que el jugador de enfrente tiene que imitar. Existe una condición: no está permitido reírse.
De esta manera, en el caso de que el jugador que está imitando se ría antes de haberse acabado el tiempo, perderá la partida. Pasado un minuto, se intercambian los papeles, es decir, el jugador que copia las acciones pasa a ser el que las lleva a cabo, y viceversa. Este juego requiere mantener la concentración para imitar perfectamente los gestos que hace el jugador contrario.
5. Adivina la profesión
¿Cuántas veces has escuchado «cuando sea grande seré…»? Pues bien, una manera divertida de darle cauce a estos sueños, es jugar a adivinar oficios o profesiones a partir de mímicas y gestos no verbales.
Se necesita mucha creatividad, expresión corporal, disfraces e improvisación. Cada participante tiene unos minutos para hacer su papel frente a un jurado compuesto de familiares y amigos.
El performance sacará a relucir repertorios complejos: qué sabe el niño acerca de las actividades laborales que escenifica, los estereotipos puestos en juego, y los movimientos y recursos, tanto corporales como materiales, necesarios para representar las profesiones.
Si deseas ahondar en los juegos de roles y en la dramatización de profesiones, te invitamos a leer «¿Qué quieren ser los niños de grandes?», un trabajo de campo publicado en Voces, Portal de Educación.
Sobre los juegos para estimular la expresión no verbal
Para hacerlos más divertidos y a la vez educativos, incorpora en las sesiones elementos de distintos órdenes.
- Visuales: como iconos, colores representativos o imágenes.
- Acústicos: sonidos, ruidos, música.
- De valoración humana: edad, sexo, tipificación social, nacionalidad, rasgos estéticos y físicos, etc.
Todo consiste en generar competencias comunicativas que permitan la interacción, la comprensión de la realidad y la representación del mundo de forma imaginaria.
De hecho, la ludomotricidad, como lo explica este artículo publicado en Emásf Revista Digital de Educación Física, abarca la danza, los campamentos de verano, las caminatas y los paseos, los juegos tradicionales, los malabares y las acrobacias, entre otras muchas actividades.
Finalmente, como lo podrás comprobar, los 5 juegos propuestos son una excelente opción para estimular la expresión no verbal en los más pequeños de la casa y pasar un rato divertido y de calidad en familia. ¿Qué esperas para empezar a jugar con tus seres queridos?
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Allué, J. M. (1998). El gran libro de los juegos. Barcelona: Parramón Ediciones.
- Aranda Benito, M. (2021). Desarrollo de la expresión corporal a través de juegos musicales. [Trabajo de Fin de Grado UVa, Universidad de Valladolid] Repositorio Documental. https://uvadoc.uva.es/handle/10324/49094
- Hernández, H. J. P., & Rosas, C. S. (2019). Transitando del juego motriz a la ludomotricidad en educación física. EmásF: revista digital de educación física, (60), 42-56. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7063105
- Lara, M. Á. (2019). ¿Qué quieren ser los niños de grandes? Voces Portal de Educación, 8(3), 29. http://revistavoces.net/que-quieren-ser-los-ninos-de-grandes/