3 canciones para ayudar a los niños a dejar el chupete

Desde que nacen, los niños tienen propensión a succionar, lo que supone un reflejo vital para alimentarse. El chupete está incluido en este hábito; a medida que pasa el tiempo, algunos pequeños se quedan ‘enganchados’ a este elemento.

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Francisco María García

Última actualización: 07 octubre, 2022

La succión es un reflejo que el niño trae consigo desde el vientre materno. Es la acción que le servirá para alimentarse apenas nace, sea a través de la lactancia materna o del biberón. Algunos bebés aceptan de inmediato el chupete, ya que encuentran en la tetina una fuente de relajación y placer.

Posteriormente, a medida que crecen, los bebés abandonan gradualmente el hábito de succión. Esto implica que el chupete apenas si será una compañía para dormir, hasta que ellos solos lo vayan dejando. Algunas canciones para ayudar a los niños a dejar el chupete pueden ser de mucha utilidad en estos momentos.

Sucede que, cuando al niño le cuesta dejar el chupete por sí solo, requerirá de la amorosa ayuda de la familia. Hay que recordar que su cuerpo está en formación permanente, y el uso del chupete más allá de cierta edad puede incidir negativamente en el paladar.

Entre los riesgos del uso excesivo del chupete está que quede la mandíbula inferior sobresaliendo con respecto a la superior. Además, el uso del chupete después de los dos años también puede afectar el crecimiento de los dientes y el habla.

3 canciones para ayudar a los niños a dejar el chupete

La mejor manera de transitar con los pequeños las distintas etapas de crecimiento es recurriendo a los mimos, cuentos y muchos juegos. De esta manera, ellos pueden sentirse integrados y lograr una comprensión mayor de cada situación que se presenta.

Las canciones para ayudar a los niños a dejar el chupete no solo ayudan a los niños; también los padres y madres encuentran argumentos útiles. No hay que olvidar que lo importante  para que el niño lleve a cabo esta transición con éxito es no presionarlo.

El chupete debe dejarse atrás con alegría, como un logro personal y no como un castigo o una decepción. Por eso, no sirve de nada colocar vinagre o limón en el chupete para darle un sabor desagradable. Ese tipo de medida solo conduce al niño a una frustración innecesaria.

El destete, dejar el chupete y el biberón y el uso del baño en reemplazo del pañal se hacen más llevaderos con canciones y recursos lúdicos que refuercen el paso a la nueva etapa. Con estas tres canciones para ayudar a los niños a dejar el chupete, se ofrece un aporte para el crecimiento amoroso de los más chiquitos.

Canciones didácticas para aprender y divertirse juntos

Yo tengo una casita

Las canciones didácticas para aprender a contar pueden servir para entretener al niño y hacerle más llevadera aquella insondable cuestión de ‘hacerse mayor’.  Con Yo tengo una casita, el niño practica el uso de la voz a la vez que repasa los hábitos domésticos.

Esta canción se repite tres veces: la primera en voz baja, la segunda en voz normal y la tercera en voz más alta.

Una hora duerme el gallo

Esta canción es ideal para aprender a contar con rima y la participación de personajes muy diversos. Será muy divertido para un niño que está dejando el chupete comenzar a aprender los números del uno al doce.

El elefante

Un clásico entre clásicos para los niños de ayer y hoy. Si bien puede cantarse a todas las edades, esta es una buena opción de canción para viajar con niños.

A veces, en el coche, el niño que está dejando el chupete puede ponerse algo ansioso; la canción de los elefantes tiene un ritmo atrapante y, a la vez, una didáctica única para aprender la sucesión de números.

En definitiva, cada mamá conoce a su hijo y puede ir buscando de a poco las palabras, los juegos y las canciones para ayudar a los niños a dejar el chupete.

Hay muchas recetas, como inventar historias de hadas, ratoncitos o duendes que se llevan chupetes y dejan monedas; todo depende de la imaginación para acompañar el proceso. Lo importante es siempre el respeto a las emociones y los tiempos de los pequeños.