Vómitos en los bebés: cuándo preocuparte

Durante el proceso de maduración del tubo digestivo, los vómitos y las regurgitaciones son eventos muy frecuentes. Entérate por qué ocurren y qué implican.
Vómitos en los bebés: cuándo preocuparte
Marcela Alejandra Caffulli

Revisado y aprobado por la pediatra Marcela Alejandra Caffulli.

Última actualización: 06 julio, 2023

Habitualmente, los padres se inquietan cuando sus hijos tienen vómitos y si bien son muy frecuentes en los bebés, es importante conocer a qué se deben. Así mismo, reconocer aquellas señales de alarma que requieren una consulta frecuente con el pediatra.

Entérate de esto y mucho más en el siguiente artículo. ¡No te lo pierdas!

¿Qué son los vómitos?

El vómito es un acto reflejo complejo, por medio del cual el estómago libera su contenido hacia el esófago y luego, al exterior por la boca.

A diferencia de lo que sucede en las regurgitaciones o en el reflujo gastroesofágico, el vómito implica un esfuerzo coordinado entre los siguientes órganos:

  • Tubo digestivo: estómago, esófago, boca.
  • Músculos del tórax y del abdomen: diafragma, pared abdominal, intercostales, entre otros.
  • Esfínteres: son las compuertas que separan las cavidades digestivas y que deben abrirse simultáneamente.

Esta reacción de nuestro cuerpo ocurre por diversos motivos, pero en todos los casos se activa el centro nervioso que coordina este mecanismo, con el objetivo de eliminar el contenido estomacal.

regurgitacion leche bebe

Causas de vómitos en los bebés

Los vómitos constituyen un síntoma muy frecuente en la infancia y sus causas no siempre son digestivas. En algunas enfermedades son el síntoma predominante, mientras que en otras constituyen una manifestación secundaria.

A continuación, te contamos las causas más frecuentes de vómitos en los bebés.

Infecciones

Este es el motivo más común de vómitos en la infancia y puede ser de origen viral, bacteriano, parasitario o fúngico (por hongos).

Algunas infecciones ocurren directamente a nivel del tubo digestivo, como las gastroenteritis o las hepatitis y los vómitos constituyen un síntoma predominante.

Otras infecciones, como las otitis o las infecciones urinarias, pueden manifestarse a través de este síntoma. Cuanto más pequeño es el bebé, más probable es que los vómitos formen parte del cuadro clínico. Por el contrario, en el caso de las meningitis esta regla se invierte y los vómitos suelen aparecer como manifestación en los niños mayores.

Existe otro tipo de infecciones más severas y generalizadas (sepsis), que se caracterizan por síntomas más intensos y variables, que acontecen en un niño en regular estado general. Dentro del espectro de las manifestaciones posibles, se encuentran los vómitos.

Intoxicaciones

Luego de las infecciones, las intoxicaciones son la causa más común y dentro de estas, aquellas producidas por alimentos. Estas ocurren como consecuencia de una higiene inadecuada durante la manipulación, la preparación o la conservación de los alimentos. Si bien son más frecuentes en el verano, pueden ocurrir durante todo el año.

Un ejemplo de estas son los lácteos que han perdido la cadena de frío. Si bien muchas veces alertamos cambios en el sabor, esto no siempre ocurre.

Además de los alimentos, las intoxicaciones por ciertos medicamentos (como la aspirina) o los tóxicos del ambiente (como el plomo o el mercurio) pueden manifestarse a través de los vómitos.

Alergias

Ante un bebé pequeño con vómitos, es importante considerar una posible alergia a la proteína de leche de vaca. Si bien no existe una única forma de presentación para esta condición, los vómitos suelen ser un síntoma frecuente y es importante que el médico la considere entre los diagnósticos diferenciales. Sobre todo, cuando el bebé vomita frecuentemente.

Obstrucciones digestivas

El sistema digestivo se compone de varias estructuras tubulares, que se continúan unas a otras desde la boca hasta el ano.

Cuando se obstruye el paso del alimento a cualquier nivel, se congestiona el tránsito en la zona anterior a la obstrucción, tal como ocurre en un atascamiento vehicular. Esto provoca que el alimento regrese nuevamente a la boca y sea eliminado a través del vómito.

Algunas patologías que producen esta condición son las siguientes:

  • Íleo meconial.
  • Estenosis pilórica.
  • Cuerpos extraños o bezoares.
  • Hernias, invaginaciones o vólvulos intestinales.

Otras causas

Con menor frecuencia, los vómitos de los bebés pueden deberse a otras causas. Entre ellas, las enfermedades metabólicas (como la hiperplasia adrenal congénita), las enfermedades neurológicas (como el edema cerebral), las enfermedades renales, cardíacas o hepáticas.

¿Qué riesgos implican los vómitos en los bebés?

Ante la presencia de vómitos en un bebé pequeño, debemos pensar qué le ocurre a su organismo y por qué se manifiesta de esta manera.

En este punto, es importante diferenciar al vómito de las regurgitaciones (eliminación involuntaria y sin esfuerzo) o del reflujo (más progresivo y crónico).

En sí mismos, los vómitos implican una pérdida de líquidos corporales. Si este síntoma persiste a lo largo del día y se compaña de la imposibilidad de reponerlos a través de la boca (intolerancia oral), el niño acaba por deshidratarse.

El momento en el que la deshidratación pasa de ser leve a severa depende, en gran medida, de la edad y del tamaño del niño. De esta forma, a menor edad, mayor es el riesgo de deshidratación en el bebé.

¿Cómo puedo ayudar a mi bebé cuando tiene vómitos?

Lo más importante que hay que controlar en un bebé con vómitos es el estado de hidratación y para esto, es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:

1. Haz una pausa en la alimentación luego del vómito

Es importante detener la alimentación del bebé luego del vómito, para que su organismo pueda reponerse. En este sentido, es importante brindarle algunas medidas de confort, como higienizarlo, mantenerlo en posición erguida y tranquilizarlo.

Durante un rato es conveniente no ofrecerle líquidos, para que pueda superar las náuseas y el malestar.

2. Cuando sea el momento, ofrécele líquidos fraccionados

Una vez que el bebé esté compuesto y lo acepte, hay que ofrecer líquidos en pequeñas cantidades.

Hay que recordar que su estómago aún está sensible y no puede tolerar grandes volúmenes de una vez. Por este motivo, lo ideal es que reciba el volumen habitual, pero repartido en un mayor número de tomas más pequeñas.

  • Si el bebé toma pecho, hay que ofrecérselo como siempre y observar sus señales. Los bebés que se amamantan suelen autorregularse y fraccionar ellos mismos la toma.
  • Si el bebé recibe leche de fórmula, es necesario ofrecerle volúmenes más pequeños, en varias oportunidades. Puede ser con el biberón, con una cuchara o con una jeringa.
  • Si el pequeño es mayor de 6 meses, se le pueden ofrecer líquidos claros fraccionados y frescos: agua o los sueros de rehidratación oral.

No se recomienda el uso de bebidas azucaradas ni jugos de frutas ni bebidas para deportistas con este fin.

3. Controla los pañales

Como respuesta a la deshidratación, los bebés tienden a orinar menos. Cuando esto ocurre, es necesario reforzar las medidas de hidratación, ya que la pérdida superó a la ingesta.

A su vez, cuando la deshidratación se resuelva, es común notar que el bebé vuelve a mojar sus pañales al ritmo habitual.

4. Reinicia la dieta habitual

Si el bebé ya come, a medida que mejora se le pueden ofrecer los alimentos habituales de su dieta. En general, son bien tolerados los cereales, pollo, pavo, frutas y verduras.

Bebé comiendo papillas de frutas para merendar.

¿Cuándo debería llevar al bebé a la guardia?

Según las recomendaciones de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría, es necesario dirigirse a la centra de emergencias cuando el bebé con vómitos cumple con algunos de los siguientes criterios:

  • Es menor de 3 meses, que ya ha vomitado dos o más tomas.
  • Sus vómitos son seguidos y abundantes.
  • Presenta incapacidad para retener líquidos en el estómago por más de 15 minutos.
  • Tiene vómitos verdosos, con sangre o de aspecto de borra de café.
  • Está decaído, tiene mucha sed, sus ojos están más hundidos, llora sin lágrimas u orina poco.

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