Mantener una dieta con un gran aporte de nutrientes es vital durante la gestación. En concreto, la vitamina K en el embarazo es fundamental para la coagulación de la sangre y el metabolismo óseo.
Si bien sus necesidades no se encuentran aumentadas respecto a las mujeres no gestantes, cabe asegurarse que su presencia en la dieta es suficiente.
En el siguiente artículo ofrecemos más información al respecto de esta vitamina, sus principales funciones y fuentes alimentarias.
La vitamina K en el embarazo
Bajo el nombre de vitamina K se agrupan una serie de compuestos con una estructura química común. Se trata de una vitamina liposoluble, presente en algunos alimentos y que también se puede encontrar en forma de suplemento.
Sus principales funciones están relacionadas con la coagulación normal de la sangre y el metabolismo óseo. La mayoría de dietas suelen aportar las cantidades diarias recomendadas y su déficit puede ocurrir en personas con una bajo estado nutritivo o con problemas de absorción.
Unos niveles adecuados son necesarios para evitar hemorragias en el parto, ayudar a la curación y garantizar que el calcio puede llegar a los huesos y contribuir en su formación.
Además, para los bebés es clave en el parto ya que ayuda a prevenir un sangrado grave que se conoce como “sangrado por déficit de vitamina K”. Por este motivo se administra de manera sistemática una dosis de vitamina K a los recién nacidos pues es difícil que obtengan las cantidades requeridas a través de la dieta materna.
Para las mujeres sanas embarazadas las necesidades de vitamina K no están aumentadas respecto a las no gestantes. Estas son de 90 microgramos diarios que, en condiciones normales, se estima pueden ser cubiertos a través de los alimentos.
Fuentes de vitamina K
La vitamina K es liposoluble y se puede obtener bajo dos formas diferentes: la filoquinona y las menoquinonas. La primera es la que se obtiene de forma más abundante y sus fuentes son de origen vegetal.
Más en detalle, estos son los alimentos que la pueden aportar en cantidades más significativas:
- Col rizada.
- Repollo.
- Brócoli.
- Col kale.
- Espinacas.
- Nato (un tipo de soja fermentada).
- Carne de res y pollo.
- En otros productos vegetales como los piñones, los arándanos o los aceites vegetales se encuentra en cantidades menores.
Al tratarse de una vitamina liposoluble, es aconsejable acompañar los alimentos que la aportan con fuentes de grasa saludables como el aguacate o el aceite de oliva.
La vitamina K también se puede sintetizar a partir de las bacterias intestinales y una parte de los requerimientos diarios se pueden obtener por esta fuente. No obstante, para ello es necesario mantener la flora en buen estado.
Algunas alteraciones en la composición de la microbiota podrían afectar la capacidad de los microorganismos de producir la vitamina K. Por ello resulta óptimo incluir tanto fibra como probióticos en la dieta regular. Así, se garantiza una buena biodiversidad bacteriana.
En un principio no se considera necesario suplementar esta vitamina durante el embarazo. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Scientific Reports, solo podría ser beneficioso en el caso de detectarse niveles bajos del mismo, pero siempre bajo el consejo de un/a profesional.
Descubre: 3 nutrientes esenciales en el embarazo
¿Es tóxico un exceso del nutriente?
La vitamina K no está categorizada como un nutriente tóxico y no se ha establecido un límite superior tolerable. Tampoco durante el embarazo ya que por el momento se desconocen sus efectos sobre el riesgo teratogénico o reproductivo.
Sin embargo es posible la aparición de reacciones alérgicas a los suplementos y algún otro problema de salud. A pesar de esto, las formas administradas por vía oral no se consideran peligrosas.
Un nutriente importante en el embarazo
Como has podido comprobar, la vitamina K es un nutriente con una importancia elevada en el periodo de gestación. Gracias a ella se promueve la correcta coagulación de la sangre y la formación ósea.
En general el riesgo de déficit es bajo para las mujeres embarazadas sanas con lo que los niveles recomendados se pueden cubrir con vegetales de hoja verde, aceites vegetales, carne y queso en menor medida.
Falta por clarificar si resulta beneficioso sistematizar la suplementación con vitamina K durante el embarazo, ya que los estudios al respecto todavía no son concluyentes. Por este motivo no se recomienda la ingesta de ningún complemento de vitamina K sin el consejo de un profesional.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Brown B, Wright C. Safety and efficacy of supplements in pregnancy. Nutrition Reviews. Octubre 2020. 78 (10): 813-826.
- Centros para el Control y Desarrollo de Enfermedades. Preguntas frecuentes: la vitamina K y la inyección de vitamina K al nacer. U. S. Department of Health and Human Services. Octubre 2019.
- Fusaro M, Mereu MC, Aghi A, Iervasi G, Gallieni M. Vitamin K and bone. Clin Cases Miner Bone Metab. 2017 May-Aug;14(2):200-206. doi: 10.11138/ccmbm/2017.14.1.200. Epub 2017 Oct 25. PMID: 29263734; PMCID: PMC5726210.
- Kellie F. J. Vitamin K supplementation during pregnancy for improving outcomes. Cochrane Database System Reviews. Junio 2017. CD10920.
- National Institutes of Health. Office of Dietary Supplements. Vitamin K. U. S. Department of Health and Human Services. Marzo 2021.
- Shahrook S, Ota E, Hanada N, Sawada K, Mori R. Vitamin K supplementation during pregnancy for improving outcomes: a systematic review and meta-analysis. Sci Rep. 2018 Jul 30;8(1):11459. doi: 10.1038/s41598-018-29616-y. PMID: 30061633; PMCID: PMC6065418.