El valor de la disciplina en la alimentación

Cuando una persona es disciplinada, probablemente le resulte más fácil conseguir buenos resultados en lo que se propone. Por ello, hablaremos en este artículo sobre el valor de la disciplina para poder conseguir una alimentación saludable.

Madre e hija comiendo de manera saludable.

En casi todos los ámbitos de la vida, ser disciplinado ayuda a conseguir que las cosas salgan bien y se cumplan los objetivos. Al igual que cuando uno trabaja, estudia, construye algo, practica un deporte o hace dieta, la disciplina juega un papel fundamental. Insistiremos en este artículo en el valor educativo de la disciplina en la alimentación como una manera de interiorizar hábitos de constancia y de orden y poder, así, mantener una alimentación saludable y ayudar a conseguir una buena salud.

Disciplina y alimentación

La disciplina hace referencia a un conjunto de normas o reglas cuyo cumplimiento conducen  a cierto resultado. Es decir, hace referencia a un orden y a su mantenimiento como condición para conseguir algo. Con lo cual, podríamos intuir también que, para conseguir cierto orden, es necesaria una cierta anticipación o previsión.Madre cocinando con sus hijos para enseñarles la disciplina en la alimentación saludable.

Por lo tanto, la disciplina en la alimentación implica establecer un orden y un conjunto de normas a seguir para conseguir el objetivo de alimentarse correctamente. Aunque estos objetivos también pueden ser bajar de peso, consumir menos azúcar o menos alimentos procesados, o aumentar el consumo de frutas y verduras. Pero, en definitiva, de lo que se trata es de encontrar un equilibrio en los nutrientes que ingerimos a través de nuestras comidas y poder, así, mantener una buena nutrición.

Aprendiendo a comer y a alimentarnos correctamente

La disciplina en la alimentación tiene un componente educativo importante y debemos educar a los niños y los jóvenes en este valor. El mismo acto de alimentare requiere de un orden, de una regularidad, de una higiene y de ciertas conductas en tanto condiciones para una buena alimentación. Por lo tanto, la educación para una buena alimentación se debe orientar hacia la interiorización de hábitos y rutinas adecuadas en este sentido.

Por lo tanto, tanto en la escuela como en el hogar, los alumnos e hijos deben aprender desde tempranas edades a comer correctamente. Esto supone aprender qué alimentos consumir, de qué forma y a qué horas hacerlo, como forma de conseguir, así, estar sanos y evitar enfermedades.Niña comiendo verdura debido a su disciplina en la alimentación.

Cómo conseguir una disciplina en la alimentación

Para poder conseguir que nuestros hijos y alumnos sean disciplinados en su alimentación, deben ir aprendiendo progresivamente lo siguiente:

  • La importancia de una rutina para comer. Lo cual implica horarios, sitios adecuados, formas correctas de sentarse y de manejar los cubiertos, y medidas de higiene.
  • Ir conociendo progresivamente tipos, características y beneficios de los alimentos. Para saber comer equilibradamente, integrando en las comidas porcentajes correctos de proteínas, carbohidratos y grasas saludables, y descartando o minimizando la ingesta de comida chatarra o basura (bollería industrial y alimentos muy procesados o con altos porcentajes de azúcares).
  • Comprender la relación entre alimentación saludable y desarrollo personal. El aprendizaje de una disciplina con la comida permite que los niños y jóvenes comprendan el beneficio de una buena alimentación como apoyo para conseguir logros a nivel físico, intelectual y emocional.
  • Aprender sobre la importancia de ayudar en el hogar y a los padres con la compra del supermercado o mercado. Sobre la base de la necesidad de una buena organización y previsión  de alimentos como forma de conseguir una alimentación beneficiosa.
Bibliografía

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