El trastorno de la conducta disocial es un desorden que suele aparecer en edades tempranas, alrededor de los 5 o 6 años. Está caracterizado por una deficiencia en el control emocional y comportamental que lleva al niño a no respetar los derechos de los demás ni a ajustarse a las normas sociales. Es importante una detección temprana para ponerle solución cuanto antes.
Todos vivimos en sociedad y, por tanto, debemos respetar los derechos de los demás a través de unas normas que debemos seguir. La mayor parte de las personas respetamos estas normas, ya que es algo que ya tenemos interiorizado. Sin embargo, las que padecen esta afección son incapaces de respetarlas.
¿Qué es el trastorno de la conducta disocial?
El trastorno de la conducta disocial es común que se dé en niños menores de edad, aunque puede producirse en otros momentos del desarrollo infanto-juvenil. Se caracteriza por tener comportamientos que atentan contra los derechos de los demás, no respetan las normas sociales y provocan enfrentamientos con las figuras de autoridad.
Estas conductas deben producirse de forma persistente y repetitiva durante al menos doce meses para su diagnóstico. Quienes lo padecen suelen tener comportamientos agresivos contra personas o animales (en ocasiones, pueden incluso torturar a animales pequeños), robar, entre otros.
Estos niños tienen deterioro significativo en varios ámbitos, como la escuela y su vida social. Sienten poca empatía, ignoran los sentimientos de los demás y actúan, la mayoría de veces, sin pensar en las consecuencias e impulsivamente.
Síntomas del trastorno de la conducta disocial
Para hacer el diagnóstico, es necesario que estén presentes 15 síntomas en el último año y, al menos, que aparezca 1 en los último 6 meses. Así, los síntomas quedan organizados de la siguiente manera:
- Destrucción de la propiedad: puede provocar incendios o destruir propiedades.
- Fraudes o robo: robo sin enfrentamiento, miente, tima, atenta contra el hogar o el automóvil de otras personas.
- Agresión a animales y personas: amenaza, intimida, comienza peleas físicas, es cruel con personas o animales, fanfarronea, etc.
- Violación grave de normas: escapa de casa, falta al colegio o instituto sin autorización, no vuelve a casa por la noche, etc.
Existen 3 tipos de trastorno de la conducta disocial, dependiendo de la edad de inicio de los síntomas:
- Infantil. Los síntomas aparecen antes de los 10 años y pueden perdurar a lo largo de la vida adulta y estar asociado al trastorno antisocial de la personalidad. Suele tener peor pronóstico.
- Adolescencia. Se inicia después de los 10 años; tiene menos gravedad y deterioro. Está asociado a unos niveles más altos de rebeldía y rechazo de las normas sociales.
- No especificado. Este es utilizado cuando es complicado establecer la edad de inicio de los síntomas.
Causas del trastorno de la conducta disocial
Son varias las causas que pueden influir en el inicio del trastorno de la conducta disocial y, en ocasiones, pueden interaccionar unas con otras.
- Cognitivas.
- Genéticas: existencia de antecedentes familiares con dicha afección.
- Personales: antecedentes de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastorno negativista desafiante.
- Socioeconómicas: vivir en entornos marginales y de bajo nivel socioeconómico.
- Familiares: familias desestructuradas, abuso de sustancias, maltrato, abuso, negligencia infantil y estilos educativos inadecuados.
- Psicofisiológicas: poca reacción del sistema nervioso autónomo.
- Temperamentales: carácter difícil, insensibilidad afectiva, baja evitación del daño.
- Relación con neurotransmisores: mal funcionamiento de la noradrenalina y serotonina.
- Relaciones con los iguales con problemas de conducta.
Tratamiento del trastorno de la conducta disocial
Hoy en día, todavía no tiene un tratamiento totalmente establecido. Suelen utilizarse programas en los que los padres y los niños juegan un papel crucial junto con profesionales de distintas disciplinas.
Psicoterapia
- Programas de entrenamiento en habilidades sociales y de comunicación, resolución de problemas.
- Reforzamiento de las conductas prosociales, modelado, contratos conductuales y expresión emocional.
- Utilización de programas cognitivo-conductuales: enseñar formas positivas para relacionarse y proporcionarle conductas alternativas a las propias del trastorno.
- Psicoeducación a padres: enseñar a los padres cómo tienen que actuar ante el trastorno de la conducta disocial.
En casos muy complicados, puede recomendarse medicación con fármacos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
Recomendaciones para padres
- Educar en estilo asertivo y democrático. Evitar la sobreprotección, indiferencia y sobreexigencia.
- Cuando se establezcan las normas, explicar las consecuencias de su incumplimiento y ser congruentes siempre.
- Desarrollar el repertorio de habilidades sociales y de comunicación.
- Proporcionar apoyo emocional y social para favorecer un óptimo desarrollo.
- Ser insistente en la regulación emocional y la educación.
- Enseñar estrategias de resolución de problemas como alternativa a la agresión.
- Buscar la ayuda profesional para que apoye este proceso.
En cuanto al trastorno de la conducta disocial…
En definitiva, el trastorno de la conducta disocial es un trastorno que hay que detectar en cuanto aparezcan los primeros síntomas para poder iniciar un tratamiento y, de esta manera, mejorar su pronóstico.
Ante la mínima duda de que tu hijo pueda padecer este trastorno, es importante que busques ayuda profesional para hacer una evaluación exhaustiva y comenzar el tratamiento cuanto antes. No desesperes, ten paciencia y mantén la calma. Coco a poco irá mejorando.
Bibliografía
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