10 técnicas y claves de estudio para niños con TDAH

Las técnicas de estudio para niños con TDAH les ayudan a organizar y a optimizar el tiempo que le dedican a sus tareas. ¿Quieres conocer algunas? Te las contamos.
10 técnicas y claves de estudio para niños con TDAH
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Elena Sanz Martín

Última actualización: 27 julio, 2022

Estudiar, realizar los deberes o prepararse un examen no son tareas gratas para ningún niño. Todas ellas requieren de buenas herramientas y técnicas para que el esfuerzo no sea en vano. Sin embargo, aquellos pequeños con déficit de atención e hiperactividad enfrentan retos mayores que el resto, pues su naturaleza les impide permanecer sentados y centrarse en la lección. Por eso, a continuación te proponemos algunas claves de estudio para niños con TDAH que pueden serte de gran utilidad.

Ante todo has de saber que la familia ha de involucrarse activamente con el niño con TDAH, apoyarle, guiarle y acompañarle hasta que pueda manejarse de forma autónoma. A este respecto, la paciencia y la empatía son fundamentales. No desesperes, pues con perseverancia y con unas técnicas adecuadas, tu hijo logrará tener éxito en sus tareas académicas.

Con esto en claro, pasamos a hablarte de algunas de las estrategias más eficaces que podéis poner en práctica.

Claves de estudio para niños con TDAH

Antes de escoger una técnica de estudio, es importante hablar de algunos pasos previos que han de estar asegurados para que la sesión sea útil y fructífera.

El sitio en donde se vaya a llevar a cabo la sesión de estudio debe estar limpio, ordenado, ventilado y con todos los elementos necesario al alcance. Así mismo, debe estar desprovisto de objetos que distraigan, como pantallas o juguetes.

1. Asegura un entorno apropiado

El lugar de estudio ha de ser el más tranquilo de la casa y estar destinado únicamente a este fin (dentro de lo posible). Es clave que el espacio circundante esté limpio y ordenado, que cuente con buena iluminación y una adecuada ventilación.

Cada material necesario ha de tener su sitio allí y todos deben alistarse antes de comenzar la sesión de estudio. De esta manera, no habrá interrupciones para levantarse a buscarlos.

Además, es fundamental limitar la presencia de elementos que puedan distraer la atención. Los juguetes han de estar debidamente guardados y los elementos tecnológicos que no sean necesarios han de retirarse de la habitación.

2. Inculca la constancia y las rutinas

Para todos los niños, pero especialmente para los que tienen TDAH, las rutinas son grandes aliadas. Ellos necesitan saber qué pasos han de seguir, en qué orden y en qué momento.

De ser posible, procura ponerlos a estudiar todos los días a la misma hora y por un periodo de tiempo similar. Incluso, la estructura de estudio ha de seguir siempre el mismo orden. A este respecto, conviene comenzar por las tareas de dificultad media, continuar por las más exigentes y terminar con las más sencillas. Así, lograrás aumentar y mantener la motivación.

Para adoptar un hábito y sostenerlo es recomendable confeccionar un horario o calendario y destinar con antelación un día y horario para cada tarea.

3. Despierta la atención y la motivación de tu hijo

Una de las claves de estudio más efectivas para los niños con TDAH es realizar una actividad interesante y agradable durante 5 o 10 minutos antes de ponerse con la tarea.

Jugar a un juego de mesa o a uno tecnológico con partidas cortas, realizar un crucigrama o un sudoku son algunas de las alternativas válidas. Así, se despierta la atención y se logra vencer la pereza que surje a la hora de ponerse a estudiar.

Técnicas de estudio para niños con TDAH

Una vez cumplidos los pasos previos, es momento de escoger las técnicas de estudio a seguir. Cabe recalcar que cada niño es diferente y lo que vale para uno, no vale para otro. Así, trata de probar distintas estrategias hasta dar con aquellas que resulten más cómodas y funcionales.

1. Lectura comprensiva y subrayado

Esta es una de las técnicas de estudio más sencillas y más utilizadas, pero no por ello la más conveniente.

Consiste en una lectura inicial del texto completo y luego, un análisis de su estructura y de sus partes y una nueva lectura comprensiva de cada párrafo. Incluso, es una buena estrategia anotar al margen las ideas principales de cada uno de ellos.

Han de subrayarse las ideas centrales con el fin de asentar la información y facilitar el repaso. Una vez se tenga práctica, es posible usar diferentes colores o trazos para distinguir los conceptos principales de los secundarios.

2. Confección de resúmenes

La lectura comprensiva debería, realmente, ser solo un paso previo. A continuación, es conveniente elaborar un resumen de la materia, que es un escrito breve con los términos e ideas principales, expresado con las propias palabras del niño. 

Los resúmenes nos obligan, de alguna manera, a elaborar el material y a hacerlo propio. Ya no solo leemos pasivamente lo que está escrito, sino que construimos el conocimiento en nuestras mentes. Así, este proceso ayuda a consolidar la información en la memoria.

Sin embargo, es importante cuidar que el resumen sea riguroso: que no se omitan partes importantes ni que sobren datos. Por ello, un adulto ha de acompañar al niño en el proceso.

3. Armado de esquemas y mapas conceptuales

Para algunos niños los resúmenes serán suficiente, sin embargo, para la mayoría será necesario dar un paso más. En estos casos, los esquemas y mapas conceptuales ayudan a sintetizar la información y a organizarla visualmente, para que sea más sencilla de entender y de aprender.

Es importante que se basen en palabras clave (es decir, usar poco texto) y que sigan una jerarquía, a fin de recordar qué conceptos están subordinados a otros. Para indicar estas relaciones pueden utilizarse flechas, llaves y otros símbolos.

A este respecto, una de las claves de estudio más útiles para los niños con TDAH es el denominado estudio en movimiento. Estos pequeños tienen dificultades para permanecer quietos y sentados durante largos periodos; así, pueden beneficiarse de leer el texto mientras están de pie o caminan por la habitación. También, puede resultarles más agradable tener una pizarra o una pantalla en la cual elaborar sus esquemas en movimiento, en lugar de hacerlos en un cuaderno.

4. Flashcards

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Las ayudas memoria son elementos claves para memorizar y evocar datos “duros” e importantes en una asignatura. Eso sí, es clave que se trate de información concisa y concreta para lograr el cometido.

Las flaschcards son tarjetas de papel o cartulina de tamaño reducido que podemos emplear con diferentes fines.

A la hora de estudiar pueden crearse con los conceptos clave del temario, de forma que el niño elabore el material de estudio. Para repasar, puede colocarse una pregunta en una cara y la respuesta en el reverso. Así, el menor podrá poner a prueba sus conocimientos antes del examen.

Además, pueden utilizarse a modo de autoinstrucciones. Los niños con TDAH tienen dificultades para seguir los pasos y completar los procesos sin distraerse. Por eso, una buena propuesta es elaborar una serie de tarjetas para ayudarles a recordar qué hacer en cada momento.

Por ejemplo, pueden contener los pasos necesarios para resolver un problema de matemáticas o un análisis sintáctico. También pueden ser más generales y ayudarles a recordar cómo afrontar una tarea: leer el enunciado, parar, preguntarse qué piden, analizar las opciones de respuesta y contestar.

5. Grabaciones

Todas las personas tenemos diferentes estilos de aprendizaje. Algunos son más visuales, otros más auditivos o más sensoriales. Si adecuamos las estrategias de estudio a esta característica personal, todo resultará mucho más sencillo.

Así, los menores más auditivos pueden disfrutar de una grabación en voz del temario que deben aprender y aprender mejor al escucharlo en varias ocasiones.

Esta grabación también puede hacérsela otra persona, pero idealmente debe ser una adaptación resumida del temario, creada y expresada por ellos mismos.

6. Exposición en voz alta

Los menores con TDAH se sienten más cómodos haciendo y moviéndose, que recibiendo la información de manera pasiva. Por lo mismo, puede resultarles útil repasar la materia a través de exposiciones en voz alta. Así, tras haber leído, resumido y comprendido el material de estudio, pueden exponerlo en voz alta como si dieran una clase. 

7. Reglas mnemotécnicas

Por último, el uso de reglas mnemotécnicas es una forma sencilla y divertida de facilitar el proceso de memorización. Existen diferentes tipos: acrónimos, acrósticos, canciones, el método Loci y más.

Los padres pueden explicárselas al niño y ayudarle a crear algunas propias, hasta que adquiera la soltura suficiente para hacerlas por sí mismo.

Las técnicas de estudio para niños con TDAH son grandes aliadas

Las anteriores son solo algunas sugerencias pero, en realidad, cada niño o cada familia pueden descubrir su propia técnica de estudio. La clave está en fomentar la constancia, la perseverancia y, sobre todo, la guía y la ayuda.

Aquellos padres que se involucran con sus niños con TDAH en el cumplimiento de sus deberes escolares les facilitan enormemente la tarea. No solo les ayudan a cumplir con sus asignaciones, sino que, sobre todo, les “enseñan cómo aprender”. Una vez que el menor domine y sepa aplicar estas técnicas, será mucho más autónomo en su estudio diario.


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