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Te querré toda mi vida, incluso cuando ya no me necesites

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Sin importar el tiempo o la distancia, el amor de los papás está siempre al lado de sus hijos cuando requieren la compañía de alguien especial.
Te querré toda mi vida, incluso cuando ya no me necesites
Última actualización: 23 septiembre, 2022

La maternidad y la paternidad son caminos que nunca terminan de recorrerse. Pues si ejercemos un papel responsable, amoroso y consciente, acompañamos a los hijos desde el día de su nacimiento hasta el final de los días. Porque el amor de papá y mamá dura toda la vida; incluso cuando algún día el inevitable paso de los años los llegue a separar físicamente de sus pequeños

Y es que, tal como reza la popular canción de Rubén Blades “solo quien tiene hijos entiende que el deber de un padre no acaba jamás”. El amor incondicional que sienten los padres por sus niños, sin importar su edad, es único en su especie. Puesto que no se cansa de brindar cariño y lealtad y, gracias a su entrega desinteresada, lo seguirá haciendo incluso en la distancia.  

El amor de una madre vivirá toda la vida en el corazón de sus hijos

Puede que durante sus primeros años de vida los pequeños requieran de más atención y cuidados, puesto que dependen por completo de sus papás. No obstante, sin importar la etapa de su vida en la que se encuentren, ya sea la niñez, la adolescencia o la adultez, los hijos seguirán necesitando de ese amor sincero que solo una madre o un padre puede brindar.

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El vínculo maternal con los hijos se construye todos los días para que dure para siempre.

Por eso, aunque nuestro paso por el mundo tiene una fecha de despedida, debemos darles a los hijos todo el amor que necesiten mientras podamos hacerlo. No solo mediante palabras bonitas, sino a través de las acciones y los actos de afecto que solo unos padres cariñosos y responsables podrían realizar.

De esta manera, quedará grabada en la memoria de los pequeños todos esos momentos de calidad en donde la felicidad flotaba en el aire. Tal como cuando todo parecía estar en orden cuando estábamos en los brazos de mamá. Así que permite que tu ejemplo, tu compañía y tu cariño sean pilares que les permitan a tus hijos conectar con esos sentimientos de tranquilidad sin importar el tiempo o las circunstancias.

Durante toda la vida el amor de los padres acompañará a sus hijos

El tiempo es uno de los mayores regalos que la vida nos brinda a los padres. Poder despertar y observar a los hijos cada mañana, apreciar cómo van creciendo y se convierten en personas de bien, es algo que debe agradecerse diariamente. Pues es debido a las enseñanzas, lecciones y valores inculcados en el hogar que los niños pueden convertirse en adultos responsables.

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Para que tus hijos y tu familia en general sean conscientes de tu amor, procura demostrárselos mediante actos de afecto.

Aprovecha cada día que pasa para crear recuerdos que vivan en la memoria de los hijos en un lugar especial. Planea momentos de calidad en donde les expreses y les demuestres todo el amor que siempre estará disponible para ellos. Y déjales muy en claro que tu cariño estará a su lado nutriéndolos y sanándolos cuando lo necesiten.

Por eso, mientras tengas la oportunidad y la fortuna, abraza a tu hijo. Sé su mejor amiga, su confidente, su lugar seguro. Conviértete en la persona en la que confía completamente y a la que recurriría cuando algo nuble su mente. Además, bríndale tu luz y compañía para que descanse y se recargue de lo cruel que puede ser el mundo.

Ama a tus hijos siempre, incluso cuando ya no te necesiten

Los hijos no le deben nada a sus padres. Por el contrario, ellos están en deuda durante toda la vida. Porque los pequeños no pidieron venir a este mundo, fue decisión de sus padres traerlos e intentar ofrecerles todas las herramientas para que pudieran crecer sanamente. Es por lo que la labor de un padre jamás termina, porque ese afecto mutuo no se apaga mientras haya vida en los recuerdos del alma.

Ni la muerte escapaz de romper un vínculo tan poderoso como el de una mamá con su hijo. Y aunque ella ya no esté al lado de su pequeño, seguirá escuchando todo lo que tenga por decirle y dándole ese apoyo en la distancia que reconforta el espíritu. Así que ama a tus hijos con el corazón durante toda la vida, incluso cuando ya sean autosuficientes.

Y a pesar de que por naturaleza los padres debemos partir de este mundo primero, desde el primer momento en que vimos a nuestros hijos, de nuestro corazón comenzó a brotar un amor puro e incondicional que siempre los acompañará en su caminar. Ya que, sin importar las distancias físicas, el cariño de mamá y de papá siempre está disponible para sus pequeños.


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