El síndrome del emperador: niños tiranos

El síndrome del emperador en los niños puede representar un gran problema de comunicación en la familia. ¡Descubre todo sobre esta condición justo aquí!
El síndrome del emperador: niños tiranos
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 abril, 2021

Los niños tiranos son esas pequeñas personitas dueñas de casa que mandan y disponen a su antojo: y no precisamente con besos, cariños y mano suave. Los niños tiranos, tal y como dice el vocablo, son amos del espacio y las personas que le rodean. Su dictadura es tal que no pocas veces hace que la familia se desmorone.


Estos pequeños levantan pocos centímetros del suelo y, sin embargo, su mandato alcanza alturas insospechadas.

Ellos agreden física y psicológicamente a sus adultos y los manipulan al punto de que parece como si en realidad fueran adultos disfrazados de niños y, su inteligencia, sobrepasara la de sus progenitores hasta el punto de ser niños superdotados.

Los niños tiranos son los fieles exponentes del síndrome del emperador, un problema que aqueja a varias familias de este siglo.

El síndrome del emperador

El síndrome del emperador es un trastorno de la conducta originado por el mal manejo y la deficiente educación que reciben los niños.

Entiéndase que con deficiente educación nos referimos a:

• Satisfacer todos los gustos de los infantes desde que son bien pequeñitos.
• Ser poco autoritarios con ellos.
• Doblegarse ante sus caprichos.
• Soportar en silencio sus pataletas y al final complacerlas.
• Exigirles poco.
Sobreprotegerlos.
• Ser permisibles y hasta aplaudir sus “fechorías”.
• No ponerles límites.
• Darles poca disciplina.
• Premiarlos en demasía y sobre todo por responsabilidades y deberes que como niños deben tener.
• Darles poco afecto.

Entre otros consentimientos.

Cómo ayudar a tu hijo cuando está enfadado

Se plantea que actitudes como las anteriores van otorgándoles a los menores de edad la potestad de ser los reyes de su hogar, el centro del universo.

Estos niños van creciendo con la idea de que son merecedores de todo y que realmente se debe hacer lo que ellos mandan. Papá y mamá están a su lado para acatar sus órdenes sean cuales sean.

El síndrome del emperador reina en los niños que provocan y desafían a sus padres, que los maltratan y se vuelven agresivos ante cualquier negativa.

Ahora bien, resulta imprescindible aclarar que el síndrome del emperador no solo se pone de manifiesto por la mala crianza que reciben los hijos.

No pocos expertos aseguran que tiene también un componente genético y está influenciado por la sociedad individualista, competitiva y egoísta que también los moldea.

Trastornos de la conducta en los niños tiranos

Aunque hemos hecho alusión a algunos trastornos de la conducta de los niños tiranos, a continuación, queremos hacerte una lista de todos los malos comportamientos que se asocian a ellos.

El síndrome del emperador concibe a menores:

• Irritables en exceso que se enojan muy fácilmente.
• Agresivos, que maltratan verbal y hasta físicamente a sus adultos cuando sus deseos no son complacidos.
• Autoritarios.
• Con poca tolerancia a la frustración.
• Provocadores. Les gusta probar fuerza.
• Egocéntricos.
• Son poco empáticos y compasivos con quienes les rodean.
• Egoístas.
• Son intolerantes a los obstáculos.
• Tienen poco autocontrol.
• No les gusta esforzarse. Exigen tenerlo todo al alcance de la mano.
• Ansiosos.
• Se les hace difícil sentir culpa, arrepentimiento o remordimiento. Son prácticamente incapaces de desarrollar consciencia de sus malas acciones.
• Impulsivos.
• En el peor de los casos pueden hasta cometer actos de crueldad.

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¿Qué puede hacer la familia para ponerles freno a los niños tiranos?

La familia educa en valores dándoles el mejor ejemplo a sus hijos. Los enseña con amor y paciencia.

Pero algunas veces el amor y la paciencia no son las mejores formadoras. Cuando se trata de “meter en cintura” a niños tiranos, la mano dura es la única que puede lograr tal propósito.

Hay que entender que mano dura no es golpearlos, tirarles de las orejas, darles pescozones, cachetadas, zarandearlos… la violencia solo genera odio y más violencia.

Para educar bajo este precepto a los niños tiranos hay que enseñarles lo que significa la palabra disciplina.

Como siempre la detección y el tratamiento a tiempo van a abreviar y allanar el camino.

Si sospechan que están criando a niños tiranos les aconsejamos, primero, acudir a la búsqueda de ayuda psicológica especializada, pero también, tomar estas medidas.

Los niños que son tiranos o que se están formando como tal deben sentir la firmeza de sus padres. Si ustedes les dicen que no pueden tomar algo, es porque no pueden tomarlo en verdad. Deben mantener su palabra.

Los castigos no deben quedar solo en regaños. A los niños tiranos no les basta con eso, de hecho, los regaños suelen ser motivos de burla.

Hay que encontrar reprimendas que en realidad signifiquen castigos para ellos. Quizás privarles de un videojuego, salir de casa durante el fin de semana, etc.

Si hay que castigarlos también se les debe explicar por qué, hacerles ver el mal que causaron, y todo lo que implicó su mal comportamiento.

Por último, los privilegios se les deben dar cuando los merezcan. Si no hicieron nada por alcanzar sus metas, si no se esforzaron por superarse, ser mejores y obrar en bien común, no hay que premiarlos ni alabarlos.

Tomen en cuenta nuestros consejos.


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