El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una patología de orígen neurobiológico que se manifiesta a través de una enorme dificultad para concentrarse, para planificar o para organizarse. Sin embargo, no siempre se expresa de la misma forma y, según las circunstancias, puede causar mayor o menor inconveniente en quien lo padece. En este sentido, la crianza para una madre con TDAH puede ser todo un reto.
En los niños, el signo más característico es el movimiento y dan la impresión de que nunca pueden quedarse quietos. Pero los adultos, que han aprendido ciertas normas sociales, ponen de manifiesto sus dificultades de otra manera: refieren tener la sensación de que el tiempo se diluye como arena entre los dedos.
Cuando hablamos de TDAH, lo asociamos directamente a la niñez, ya que durante mucho tiempo el foco estuvo puesto allí. No obstante, en algún momento de la vida estos infantes devienen en adultos y el trastorno no desaparece por arte de magia, sino que cambian las dificultades.
Por otro lado, el género también es un determinante que impacta de manera diferencial en hombres y en mujeres. Pensemos que en general los varones son socializados para “estar en movimiento” y son a quienes más se le inculca el deporte y la actividad física. Mientras tanto, a las mujeres se las socializa más tranquilas, más “quietas”, con el foco puesto en otras tareas más estáticas.
Ahora bien, ya consideramos la variable sexo/género, pero si avanzamos aún más y reflexionamos sobre otras circunstancias vitales, surge qué pasa durante la maternidad. Ser madre ya conlleva todo un desafío propio que, en general, tiene mucho de aquello que el TDAH dificulta. ¿Cómo es ser madre con TDAH? Te lo contamos a continuación.
Madres que viven con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
¿Por qué es importante mencionar cómo se vincula la maternidad con la hiperactividad? Porque es necesario visibilizar y entender que las mamás suelen lidiar permanentemente con los sentimientos de culpa. No solo por la propia autoexigencia, sino porque la sociedad les demanda que sean buenas madres, profesionales exitosas, mujeres impecables, con la casa siempre perfecta y de excelente humor. Todo eso junto y al mismo tiempo.
Como podrás comprobar, a las mujeres se les exige mucho. Y cuando estas mamás viven también con su TDAH, la experiencia puede ser sumamente frustrante. A su vez, la doble carga mental que afecta a estas madres es un factor que complica el curso de la enfermedad.
En muchos casos, las mujeres suelen ser diagnosticadas con algún trastorno de ansiedad o de depresión durante la maternidad. Esto es un error, ya que se deja el TDAH sin el adecuado tratamiento. Por este motivo, es crucial que los profesionales de salud tengan en cuenta el género durante la exploración de los síntomas típicos de esta condición.
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Recomendaciones para una madre con TDAH
A continuación, vamos a acercarte algunos consejos útiles para llevar adelante tu rol de madre si tienes TDAH.
Comparte la crianza
La corresponsabilidad con tu pareja es fundamental para el bienestar en el hogar. Es importante que no seas la única persona que conozca los horarios de tus hijos, que cocine o que se ocupe de hacer las compras.
El TDAH supone un enorme reto en la planificación y en la concentración, de modo que si siempre rondan miles de actividades en tu cabeza, todo será doblemente difícil y alguna quedará en el camino.
Por eso, contar con una red de apoyo y contención va mucho más allá de las paredes del hogar. También es importante saber delegar y pedir ayuda a los vínculos cercanos, sean tíos, tías o las amigas.
Cuida de ti misma
Las mujeres somos socializadas “en relación a” para cuidar de otras personas. El mensaje que nos llega desde pequeñas es que somos valiosas siempre que podamos cuidar de otros. Pero en ese mandato se pasa por alto que es tan importante cuidarse a una misma como ocuparse de los demás.
A veces es necesario descansar, ponerse al día con pendientes, asistir a controles médicos o dedicarse un momento para el ocio personal. Por eso, es de suma importancia que seas capaz de ponerte en primer lugar, de cuidar de tu salud, de concederte tiempo libre y de no interrumpir tu tratamiento.
EL TDAH tiene una alta carga genética, así que no olvides comentárselo al pediatra de tus hijos, de modo que se realicen los estudios necesarios.
Confía en ti y valora quien eres
Es muy importante el abordaje de las emociones en las madres con TDAH, pues en ocasiones conviven con altibajos emocionales, producto de la sensación de no poder con todo y de no llegar con las actividades a tiempo.
Sin embargo, esto no puede ser atribuido únicamente a la enfermedad; las demandas de la vida diaria son excesivas y muchas veces se intenta hacer malabares con ellas. Una madre con TDAH puede sentirse doblemente agobiada.
Más allá de lo dificultoso que sea el asunto, el TDAH no es un impedimento para tener una vida de calidad. Pero es necesario darle su lugar, su cuidado, trabajar sobre las emociones que despierta y especialmente, aprender a lidiar con la culpa. Además, el autoconocimiento y la aceptación de lo que uno es ayuda a identificar las propias fortalezas y debilidades, a fin de orientar un poco mejor la intervención.
Por último, la colaboración del entorno cercano es muy importante y para eso, es necesario que quienes tiendan una mano se informen adecuadamente para comprender el trasfondo de ser una madre con TDAH.
Bibliografía
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- Alpízar-Velázquez, Alejandra. (2019). Desregulación emocional en población con TDAH; una aproximación teórica. Revista Costarricense de Psicología, 38(1), 17-36. Disponible en: https://dx.doi.org/10.22544/rcps.v38i01.02
- Rodillo, E. (2015) Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adolescentes. Revista Médica Clínica Las Condes. Vol. 26. Núm. 1. páginas 52-59. DOI: 10.1016/j.rmclc.2015.02.005. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-trastorno-por-deficit-atencion-e-S0716864015000097