¿Se puede uno enamorar a través de Internet?

Los cambios tecnológicos han alterado cada uno de los aspectos de nuestra vida. ¿Son las relaciones amorosas otro de ellos?
¿Se puede uno enamorar a través de Internet?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 10 mayo, 2021

Antes fueron los sitios de chat, hoy los de citas en línea y las redes sociales. Los modos de socializar van cambiando con el tiempo, pero los objetivos que sus participantes persiguen son los mismos: conectarse con los demás. Sin embargo, nos preguntamos: ¿una persona se puede enamorar a través de Internet?

Las nuevas tecnologías han traído consigo avances que hace apenas unos años ni nos hubiésemos imaginado. Uno de los aspectos de la vida humana que se vio más alterado por este ritmo frenético es el de la comunicación. Pasa tanto en medios masivos como en el intercambio entre pares.

En este ámbito, parece irrisorio pensar que antes el único método de dialogar en línea era con un ordenador con un Internet sumamente lenta, que apenas transmitía imágenes con una cámara de baja calidad y cuya funcionalidad era limitada. Hoy tenemos móviles, tablets y hasta relojes capaces de transmitir mucha más información en segundos.

Eso, lógicamente, provocó una revolución en las relaciones entre las personas. Una revolución a la que todavía nos estamos adaptando. Y el romance no escapa a esto. Hoy las cartas y las serenatas quedaron en el pasado para dar lugar a comunicaciones remotas, virtuales.

No obstante, todavía nos cuesta creer que esto puede tener un destino feliz. Analizamos las causas de esta suspicacia.

Las tecnologías ayudan a reducir las distancias.

¿Cómo nos podemos enamorar a través de Internet?

Lo primero que debemos considerar es que la revolución tecnológica ha causado un cambio rotundo en las culturas y en los estilos de vida de las personas.

Actualmente, usamos Internet para todo: negocios, trámites, compras, trabajo, estudios, y muchos etcétera más. ¿De verdad crees que no podemos incluir al amor en esta lista?

Estas son las tres principales razones por las que el romance virtual es perfectamente viable hoy:

  1. La tecnología nos acerca. A diferencia de décadas anteriores, hoy tenemos contacto ilimitado e instantáneo con gente que puede estar hasta en el otro extremo del mundo. Las relaciones humanas hoy no conocen de límites físicos, al menos en cuanto a imágenes y sonidos. El tacto es una cuenta pendiente que no se ha remediado todavía… Pero quién sabe, veremos en un futuro.
  2. Puedes omitir lo que no quieres dar a conocer. En una cita cara a cara, bastan un par de minutos para conocer reacciones, gestos o incluso rasgos físicos de una persona que pueden no resultarnos tan atractivos. En un mensaje, incluso en una videollamada, el emisor controla qué mostrar y qué no. Esto, claro, juega a favor del encanto y aumenta las oportunidades de enamorar a través de Internet.
  3. Es muy probable que encuentres gente con intereses similares. Navegando en foros de debate o páginas orientadas a un público determinado es sumamente factible que te cruces con gente que comparte tus mismos gustos. Así, la interacción positiva se hace mucho más potable desde un primer momento.

“La revolución tecnológica ha causado un cambio rotundo en las culturas y en los estilos de vida de las personas”

Enamórate de mí: la cultura del narcisismo

Relacionado al punto dos del párrafo anterior, podemos subrayar que las redes sociales, más allá de sus valiosos lados positivos y sus riesgos, nos ayudan a reforzar la imagen ideal que queremos mostrar de nosotros mismos.

Los perfiles de Instagram, Facebook o cualquier otra red social son como álbumes de fotografías públicos a los que intentamos que la gente acceda. Especialmente “esa” persona a la que apuntamos, ya que intentamos impresionarla y demostrarle lo guapos, interesantes, cultos y divertidos que somos.

“Las redes sociales nos ayudan a reforzar la imagen ideal que queremos mostrar de nosotros mismos”

Una plataforma tan personalizable y útil, sumada a los efectos del “me gusta” en jóvenes y adultos, puede ser el punto de partida perfecto para entablar una relación afectiva.

Las relaciones a distancia muchas veces son posibles.

Los peligros de los romances en línea

Hay muchísimos casos de parejas que se llegaron a enamorar a través de Internet y, de allí en adelante, construyeron una historia repleta de felicidad y éxitos.

Pero también hay de las otras historias. Los riesgos de relacionarse con gente que no conocemos son varios, entre los que podemos destacar:

  • Robo de información. Hay muchos impostores que se hacen pasar por gente “normal” para acceder a datos sensibles como tu situación económica, tu lugar de residencia o la composición de tu familia. Procura no dar estos detalles hasta tener más confianza con quien está del otro lado.
  • Posibilidad de fraude. Recuerda que mucha gente usa la web para construir una imagen que no es real. Esto puede provocar que te desilusiones al encontrarte personalmente con algo que en el mundo virtual aparentaba diferente, ya sea en lo físico como en lo actitudinal.
  • ¿Por qué busca relaciones en Internet? Siempre cuestiona por qué alguien que es tan exitoso, amable y atractivo como se presenta en la web está buscando relaciones allí. Si bien hay gente que disfruta de la incertidumbre que brindan estos enlaces “a ciegas”, también están los que se disfrazan para conseguir infidelidades o para disimular  intenciones espurias.

Considerando todo lo anterior, podríamos concluir que la web puede ofrecernos una gran cantidad de sorpresas positivas y negativas. Nadie dice que no puedas encontrar al amor de tu vida o que nunca te vayas a enamorar a través de Internet.

Simplemente, recuerda que todavía no aprendimos a manipularla en su totalidad, por lo que una dosis de precaución y escepticismo es imprescindible. 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.