Rabietas al vestir a los niños: por qué y qué hacer

Las rabietas a la hora de vestir a los niños son algo habitual en muchos casos, pero no deja de generar estrés en los cuidadores. ¿Quieres saber cómo sobrellevarlas mejor? Te lo contamos.

¿Qué padre no ha tenido que lidiar con las rabietas al vestir a su niño? Seguro que sois varios los que os sentís identificados con esto. Muchos chicos se resisten a vestirse y acaban enojados. Esta actitud es totalmente normal, ya que están en plena lucha por obtener su independencia. Por este motivo, no quieren ponerse la ropa que les elegimos y prefieren ser ellos los que decidan qué, cómo y cuándo.

Los pequeños, además de tener una rutina, también necesitan tener disciplina y recibir límites claros y consistentes por parte de los cuidadores. De lo contrario, se sienten perdidos y se comportan como malcriados. La ropa puede ser un momento de conflicto entre adultos y niños, pero ¿qué podemos hacer al respecto? En este artículo te lo contamos.

¿Por qué aparecen las rabietas al vestir a los niños?

Las pataletas a la hora de vestirse, aunque nos crispen los nervios, son normales y esperables durante la infancia. A partir de los 3 años, aproximadamente, llega la etapa de la autoafirmación y los niños empiezan a oponerse a sus padres en múltiples oportunidades para reafirmar su identidad. La personalidad está en pleno proceso de desarrollo y por eso, las rabietas al vestir suelen ser muy habituales.

Otra cosa que ocurre en las mañanas es que los padres tenemos prisa, por lo que el momento de vestir a los pequeños se convierte en un factor de estrés. La cuestión es que los niños no entienden este concepto y además, necesitan de otros tiempos para concretar sus tareas. Por eso, hay que tratar de ser pacientes con ellos y acompañarlos a desarrollar la autonomía de forma adecuada.

¿Qué podemos hacer para evitar las rabietas al vestir a los niños?

Aunque no podamos evitar su negación a vestirse, lo que sí podemos cambiar es el contexto para que ese momento no se transforme en el primer conflicto del día. Para esto, te acercamos algunas pautas útiles. ¡Apunta!

Se debe explicar a los menores cuál es la ropa que deben usar en cada momento, como por ejemplo, el uniforme de la escuela. También, se les puede aclarar que para otras situaciones podrán elegir la que más les guste.

Explicarles qué ropa es la correcta para cada momento

Debemos decirles que para ir al colegio o a trabajar tenemos que llevar una ropa concreta, aunque no sea de nuestro agrado; pero que el día que no vamos al cole, podemos ponernos la que más nos guste. Puede que al principio no lo entiendan y que sigan los enfadados, pero poco a poco lo comprenderán.

Negociar con ellos

No es recomendable dejarles que se salgan con la suya siempre. Sin embargo, si bien los menores necesitan unos límites, es válido negociar con ellos. ¿Cómo? Podemos darles otras alternativas para que sientan que tienen más autonomía, aunque seamos nosotros los que ponemos las condiciones. Por ejemplo, podemos hacer los siguientes planteos:

  • ¿Te visto en tu habitación o en la de mamá?
  • Elige tú cuál de estas dos camisetas prefieres, ¿la roja o la azul?

Esto hará que sientan que se les tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones y, sobre todo, que se les trata con respeto y cariño.

También, les podemos explicar que si se niegan a ponerse la ropa, entonces seremos los papás quienes seleccionemos su atuendo y que ese día no tendrán la oportunidad de elegir, pero seguro que otro día sí. De esta forma, les mostramos que confiamos en que lo pueden hacer bien y sin berrinches.

Ser pacientes y comprensivos

Es importante hablar con los niños y explicarles que por las mañanas no podemos ir tan tranquilos como en el fin de semana o a la salida del cole. De lo contrario, podríamos llegar tarde al colegio y no nos dejarían entrar.

Debemos hablarles con calma y con paciencia para que, poco a poco, puedan comprender la situación. Es importante que seamos conscientes de que los niños necesitan que razonemos junto a ellos. Hay que tratar de evitar las imposiciones, pues los pequeños están en una etapa de aprendizaje y tienen que saber que todo tiene una causa y una consecuencia.

No perder los nervios

Es importante no perder la calma y evitar los gritos, que en lugar de ayudarnos a resolver el conflicto, hacen que la situación empeore. Si vemos que estamos por perder la paciencia, debemos respirar y pensar que eso no va a servir para que los niños terminen con esa rabieta. Es una etapa en la que la comunicación y el refuerzo de las buenas conductas son clave.

Si los berrinches se extienden hacia otras áreas y no sabemos como enfrentarnos a eso, lo que debemos hacer es buscar la ayuda de un especialista en crianza. Así, podremos conseguir las herramientas necesarias para hacer frente a este tipo de situaciones que surgen en la cotidianeidad.

Es normal que el pequeño pretenda vestirse solo, aunque todavía no pueda hacerlo de la manera correcta. Los adultos deben tratar de mantener la calma en todo momento y evitar los gritos.

Elegir la ropa la noche anterior

Otra cosa que podemos hacer para evitar los berrinches de los menores al vestirlos es elegir la ropa la noche anterior. De esta forma, no tendremos que ir con prisa tan temprano para seleccionarla y podremos hacerlos partícipes de la elección de su vestimenta. También, evitaremos el conflicto habitual de las mañanas.

Cambiar su foco de atención ante el berrinche

No todo sirve igual para todos los niños, ya que no hay una receta mágica para la crianza, pero cambiar el foco de atención cuando se desata una crisis a veces funciona. Por ejemplo, podemos inventar una historia, hablarle sobre algo que hicimos el día anterior o preguntarle sobre lo que hizo él en el cole. Esto hará que se distraiga en otras cosas que le resulten interesantes, al tiempo que aprovechamos para vestirlo.

Sobre las rabietas al vestir a los niños podemos decir

Las rabietas al vestir a los niños son totalmente normales a partir de los 3 años. Estas aparecen cuando los menores advierten que no se cumple lo que ellos quieren o desean. Esta cuestión no debe preocuparte si no son extensibles a otros ámbitos de su vida o si no generan un problema significativo en la dinámica familiar. De lo contrario, lo mejor será buscar ayuda profesional.

Seguramente, los consejos que te hemos dado en este artículo, te ayudarán a manejar la situación de una mejor manera y sin olvidar que las bases fundamentales serán siempre la paciencia y el amor.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

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  • Pernasa, P. D., & de Lunab, C. B. (2005). Las rabietas en la infancia: qué son y cómo aconsejar a los padres. Revista Pediatría de Atención Primaria7(25). En internet: https://archivos.pap.es/files/1116-410-pdf/423.pdf
  • Tantrums, T. (2008). Las rabietas o berrinches. En internet: https://www.mcfarlandclinic.com/media/documents/peo_document396_sp_1_A3F3EA815A567_1595C24A67079.pdf
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