¿Qué es un relactador y cómo se utiliza?

¿Sabías que existe un método de suplementación con el que puedes ofrecer leche de fórmula y a la vez amamantar a tu bebé? Conoce cómo se utiliza y en qué casos se recomienda.
¿Qué es un relactador y cómo se utiliza?
Leidy Mora Molina

Escrito y verificado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 28 septiembre, 2023

El relactador es un dispositivo diseñado para ayudar a restablecer la lactancia materna, ya que permite suplementar al bebé con leche extraída o fórmula mientras se le amamanta.

Este aparato resulta útil en diversas situaciones, como cuando se busca una lactancia materna exclusiva o mixta en bebés que han dejado de ser amamantados. También se utiliza para ayudar a los bebés prematuros a mejorar la succión o para aumentar la producción de leche.

A continuación, te explicaremos qué es un relactador, cómo funciona, cuáles son sus beneficios y cómo utilizarlo de manera adecuada. Sigue leyendo para obtener más información.

¿Cómo funciona un relactador?

El relactador, también llamado sistema de nutrición suplementaria, es un dispositivo con el que se puede ofrecer al bebé leche de fórmula o leche materna extraída y, al mismo tiempo, amamantarlo. Esto permite que los pechos estén estimulados y produzcan leche, mientras se complementa la nutrición del bebé.

Esta herramienta consta de un recipiente donde se coloca la leche a ofrecer. De este recipiente salen una o dos sondas que se adhieren al pecho de la madre y se posicionan de manera que el extremo del tubo coincida con la punta del pezón. De esta manera, cuando el bebé succiona, obtiene leche del relactador, además de la leche que extrae del pecho materno.

Su función principal es suplementar al bebé mientras se encuentra succionando el pecho materno. Además, contribuye a aumentar la producción de leche materna y fomenta la vinculación afectiva entre la madre y el bebé, todo ello sin necesidad de recurrir al uso de biberones, los cuales no se recomiendan durante la lactancia.

Un estudio publicado en la revista Turkish Journal of Medical Sciences detalla que el relactador puede utilizarse como un método alternativo en el proceso de transición a la lactancia materna exclusiva en bebés prematuros ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Según este estudio, tanto el relactador como el biberón arrojaron resultados similares en términos de aumento de peso diario de los bebés, transición a la lactancia materna exclusiva, éxito en la lactancia y duración de la hospitalización.



Tipos de relactadores

Los relactadores, también conocidos como Sistema de Nutrición Suplementaria o Sistema Suplementario de Enfermería (SNS), están disponibles en el mercado y se pueden adquirir de forma comercial. También es posible crear un relactador casero utilizando materiales que se pueden encontrar en farmacias. Veamos los tipos de relactadores que existen.

1. Relactador comercial

Este tipo de relactador es práctico y funcional. Incluye un recipiente que se cuelga del cuello y del que salen dos sondas delgadas que se fijan a los pezones de la madre con cinta adhesiva. Además, suele venir con tres sondas de diferentes calibres para adaptarlas a las necesidades del bebé.

En general, se recomienda utilizar siempre la sonda de menor calibre para que la leche fluya en menor cantidad, permitiendo que el bebé obtenga más leche extraída del pecho. No obstante, si se busca realizar una transición del biberón a una lactancia materna exclusiva, se puede empezar con sondas de mayor calibre y cambiar a una más pequeña a medida que el bebé se adapte.

2. Relactador casero

Para crear un relactador casero, se utiliza un recipiente, como un biberón y una sonda nasogástrica pediátrica de pequeño calibre, idealmente número 5. Aquí te indicamos los pasos para armar un relactador casero:

  1. Lava tus manos con agua y jabón.
  2. Corta 2 centímetros del extremo de la sonda para quitar la punta.
  3. Pasa la sonda por la tetina del biberón. Si utilizas otro envase, perfora la tapa del envase elegido y pasa la sonda por el orificio.
  4. Vierte la leche en el recipiente y asegúrate de que el extremo de color de la sonda esté cubierto por la leche. El otro extremo de la sonda debe estar sujeto al pecho.
  5. Coloca el recipiente entre los senos, y si es necesario, utiliza un cordón o cinta para colgarlo.

Luego, puedes ofrecer el pecho al bebé y observar cómo fluye la leche. Si fluye demasiado rápido, se recomienda bajar el recipiente. Por otro lado, si fluye demasiado lento, se debe posicionar por encima de los senos para que la leche fluya con mayor rapidez. En cualquier caso, se aconseja interrumpir de manera ocasional el flujo de leche para que se asemeje al flujo natural del pecho.

¿Cuándo se indica el uso de un relactador?

Según la Academia Española de Pediatría, el uso de un relactador se considera en diversas situaciones específicas con el propósito de promover la lactancia materna y atender las necesidades de alimentación de los bebés. Estas situaciones incluyen:

  1. Inducir la lactancia en niños adoptados.
  2. Animar a bebés reacios a succionar para que se prendan del pecho, ya que con relactador el alimento fluye más rápido y en mayor cantidad.
  3. En bebés que no ganan suficiente peso durante la lactancia materna exclusiva.
  4. En mujeres con mamas hipoplásicas que no logran cubrir las necesidades nutricionales del bebé por poca producción de leche.
  5. En bebés prematuros con poca fuerza de succión. El relactador puede ayudarlo a mejorar la fuerza de succión y a alimentarse sin la necesidad de ofrecerle el biberón.


¿Cómo se utiliza el relactador?

El uso del relactador es sencillo, pero requiere conocimiento y práctica para garantizar su correcta utilización. Para obtener mejores resultados, es aconsejable recibir capacitación de una asesora de lactancia certificada, quien enseñará cómo utilizarlo y cómo manipular sus partes durante la limpieza.

Tanto el relactador casero como el comercial tienen algunas diferencias en su uso. Pero en general, los pasos a seguir son los mismos. Para utilizar este dispositivo, debes seguir los siguientes pasos:

  1. Ten a mano el dispositivo y la leche que ofrecerás.
  2. Lávate las manos con agua y jabón.
  3. Vierte la leche de fórmula preparada o la leche materna extraída en el recipiente del relactador y cierra la tapa. La temperatura ideal de la leche debe ser de 37 °C.
  4. Cuelga el recipiente lleno en tu cuello y fija las sondas en tus pechos, una en cada seno. Sujétalas con cinta adhesiva.
  5. Posiciona la punta de la sonda sobre cada pezón.
  6. Coloca al bebé en tus brazos y acércalo al pecho.
  7. Despinza la sonda para permitir que la leche fluya del recipiente mientras el bebé succiona el pecho. Observa el agarre y la succión del bebé.



Consejos adicionales de uso

  • Asegúrate de que la sonda entre en los laterales de la boca del bebé. Evita introducirla demasiado para prevenir lesiones en la boca.
  • Ofrece ambos pechos al bebé por igual para estimular la producción de leche en ambos senos. Comienza con un pecho y, cuando el bebé se despegue, ofrece el otro.
  • Recuerda pellizcar la sonda durante la toma para evitar que el bebé se acostumbre a succionar solo de la sonda y con flujo de leche constante.
  • Después de cada uso, limpia todas las piezas del relactador con agua y jabón. Asegúrate de secarlas bien antes de guardarlo.

Beneficios de esta técnica de nutrición suplementaria

Utilizar el relactador trae una serie de ventajas cuando se busca restablecer la lactancia, entre estas:

  • Fomenta la cercanía entre la madre y el bebé.
  • Previene la confusión entre la tetina y el pezón.
  • Garantiza que el bebé reciba la cantidad de alimento que necesita.
  • Aumento de la producción de leche materna al estimular el pezón.
  • Ahorro de tiempo al permitir la lactancia y la suplementación de manera simultánea.
  • Evita que el bebé se frustre o se canse al succionar, ya que siempre obtendrá alimento.
  • Reduce el desperdicio de leche, ya sea de fórmula o leche materna extraída, en comparación con otros métodos de suplementación como la cucharilla o el vasito.

Sigue las recomendaciones de la asesora de lactancia

Existen condiciones que pueden afectar tanto a la madre como al bebé y que pueden dificultar el éxito de la lactancia materna. En estos casos, el uso del relactador puede ser una herramienta útil para suplementar a los bebés amamantados, tal como lo indica un estudio publicado en la revista Advances in Neonatal Care.

Es importante destacar que la utilización del relactador suele ser temporal. Se deja de emplear una vez que el bebé se ha readaptado a la lactancia o ha alcanzado el peso deseado. Sin embargo, algunas madres optan por utilizarlo durante toda la lactancia. En cualquier caso, es recomendable seguir las indicaciones tanto de una asesora de lactancia como del pediatra.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.