Disglosia: ¿qué es y cómo se trata?

La disglosia es un trastorno que afecta a la articulación de los fonemas y que se presenta con mayor frecuencia en niños que en niñas.

Cuando un niño no pronuncia la R y la S, hay ciertas técnicas que podemos aplicar para corregir este defecto.

La disglosia, también conocida como dislalia orgánica, es un trastorno de las articulaciones o malformación de los órganos periféricos del habla como la boca, la lengua, los dientes y los labios. Debido a esto, se dan problemas muy importantes en la pronunciación.

A pesar de que el niño con disglosia reciba una estimulación adecuada y una buena educación, no logra conseguir una pronunciación correcta. Sin embargo, con la ayuda de sus padres y de profesionales, el niño puede superar, al menos parcialmente, esta dificultad.

A continuación describiremos esta afección en profundidad, a fin de que conozcas todo lo que tiene que ver con la disglosia. Además, repasaremos cuáles son los tipos de disglosia, qué la causa y, por ende, el tratamiento que puede seguir el infante que la padece.

“La disglosia, también conocida como dislalia orgánica, es un trastorno de las articulaciones o malformación de los órganos periféricos del habla como la boca, la lengua, los dientes y los labios”

¿Qué tipos de disglosia existen?

Debido a que esta malformación puede producirse en cualquier órgano del habla, son variados los tipos que existen. Entre estos se encuentran:

  1. Labial: es un trastorno de la movilidad, fuerza o consistencia de los labios. Entre sus causas más comunes, podemos enumerar el labio leporino, el frenillo del labio superior, la parálisis facial y la macrostomia.
  2. Mandibular: es la alteración en la forma de los maxilares. Las causas pueden ser la resección de la mandíbula o la disglosia dental, entre otras.
  3. Dental: es un trastorno en la forma de las piezas dentarias. Las causas de esta anomalía son la herencia, los desequilibrios hormonales, la alimentación, las ortodoncias y las prótesis.
  4. Lingual: este es un trastorno de la lengua que afecta a sus movimientos. Entre sus causas están el frenillo corto, la glosectomía, la macroglosia, las malformaciones congénitas, la microglosia o la parálisis.
  5. Palatal: es una malformación del paladar óseo y del velo del paladar. Su origen puede encontrarse en una fisura palatina, fisura submucosa del paladar, paladar ojival, perforaciones o paladar corto.
  6. Nasal: se produce por un mal paso del aire a los pulmones o dificultad para respirar.

“Aunque el niño con disglosia reciba una estimulación adecuada y una buena educación, no logra conseguir una pronunciación correcta”

La disglosia puede tratarse con ayuda profesional.

¿Cuáles son las causas?

Entre los factores que pueden desencadenar la disglosia se encuentran:

  • Factor genético: la disglosia se puede heredar.
  • Consumir medicamentos sin prescripción médica durante el embarazo.
  • Consumir alcohol o tabaco durante el embarazo.

Aparte de las características físicas, ¿qué otras señales revelan disglosia?

Aparte de las características físicas, que son notables a la vista, también hay otras señales que no son fáciles de percibir. Estas son:

  • Trastorno psicológico derivado de la problemática del habla, como lo es el que la persona presente rechazo a hablar tanto con la familia como en público.
  • Problemas de tipo cognitivo, es decir, fracaso escolar.
  • Dificultades en la lectoescritura.
  • Falta de fluidez verbal, debido a que los niños con disglosia pueden verse sometidos a intervenciones quirúrgicas frecuentemente.
  • Prolongación o repetición de palabras o sonidos.
  • Temblores y nerviosismo.
  • Aceleración del ritmo cardíaco.
  • Alteración en la respiración.

Tratamientos para la disglosia

Entre las clases de tratamientos que se pueden implementar (dependiendo del tipo de patología), figuran los siguientes:

  • Intervenciones quirúrgicas.
  • Prótesis.
  • Intervención logopédica.
  • Tratamiento médico: pediatra y audiológo.
  • Psicólogo.

Los niños con disglosia pueden volverse tímidos e introvertidos.

Recomendaciones para ayudar a un niño con disglosia

Son muchas las cosas que se pueden hacer. Sin embargo, trataremos de remarcar algunas:

  • Hacer que el niño no se centre en su malformación, que esta no lo defina.
  • Crear un ambiente acogedor en el que se aprenda a valorar lo que realmente hace.
  • Mostrar que estás satisfecho con él y hacérselo notar.

“No se debe excluir a los niños con disglosia de las actividades familiares ni tampoco discriminarlos solamente porque tengan esa dificultad”

  • Permitir que se relacione con otros niños y enseñarlo a socializar.
  • No identificarlos por su aspecto físico.
  • Investigar lo más que se pueda acerca del trastorno del niño, ya que así se le podrá ayudar mejor.

En conclusión, este trastorno puede afectar a cualquier niño. Por ello, no se los debe excluir de las actividades familiares ni tampoco discriminarlos solamente porque tengan esa dificultad. Más bien, se debe asumir su proceso de aprendizaje y acompañarlos en el trayecto. No es fácil, sobre todo para ellos, pero sí se puede lograr.

Bibliografía

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  • Federación de enseñanza de CC.OO. de Andalucía. (2010). La disglosia. Revista Digital Para Profesionales de La Enseñanza.
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