Internet y las redes sociales constituyen una gran ventana al mundo para los adolescentes. Aquí, se pueden encontrar opiniones de todo tipo, pero esto no siempre redunda en su beneficio. Igual que existe contenido nutritivo y enriquecedor, también hay divulgación de conceptos e informaciones peligrosas, como sobre el consumo de drogas o los trastornos de la alimentación. Hoy queremos hablarte de uno que cobra auge y al que conviene atender: la pronoia.
Quizá, este término no te diga mucho, pero probablemente sí has escuchado hablar de «la nueva era», «la ley de atracción» o «la manifestación». En espacios como TikTok, proliferan los videos que instan a los jóvenes a adoptar determinadas actitudes, como el positivismo tóxico, y a realizar innumerables rituales para cambiar su vida. Todo ello bajo la premisa de que «el mundo conspira a su favor».
De esta manera, lo que en un inicio puede parecer inofensivo e incluso beneficioso, puede convertirse en un riesgo cuando se lleva al extremo.
¿Qué es la pronoia?
El término pronoia fue descrito por primera vez en 1982 por parte de Fred H. Goldner, y se concibe como la contraparte de la paranoia. En la paranoia existe la creencia firme e irracional de que el mundo y las demás personas buscan dañarnos o perjudicarnos. Aunque no haya pruebas ni evidencias, la persona asume que todo y todos están en su contra. Así, se vuelve suspicaz y desconfiada, tiende a aislarse y reacciona de forma desproporcionada.
Por el contrario, en la pronoia se asume que el universo conspira a nuestro favor y que todo ocurre siempre en nuestro beneficio. La persona espera siempre lo mejor de los demás y del mundo. Este pensamiento aparentemente es positivo y, desde luego, muy agradable de adoptar. No obstante, es peligroso por su falta de contacto con la realidad.
Una tendencia creciente entre los adolescentes
Esta tendencia tiene una gran presencia en las redes sociales. Desde estas perspectivas, se anima a los jóvenes a confiar ciegamente en la vida y en los otros. De esta forma, creen que pueden obtener todo lo deseado únicamente mediante su intención y actitud positiva. También, al ayudarse con una serie de rituales o autosugestiones para lograrlo.
Cabe mencionar que no todos los elementos promovidos son negativos. De hecho, el optimismo es una de las fortalezas de carácter más beneficiosas, ya que ha demostrado ayudarnos a superar la adversidad, a ser más felices y a tener más éxito. Además, ciertos actos de autosugestión, como las afirmaciones positivas o la visualización creativa, sí pueden ayudar a los menores a sentirse mejor, aumentar su autoestima y avanzar hacia sus metas.
Sin embargo, la pronoia supone varios peligros en tanto que fomenta ciertas actitudes poco saludables. Te contamos cuáles a continuación.
Positivismo tóxico
Tener una buena actitud es muy beneficioso, pero esto no debe malentenderse. Las corrientes anteriormente mencionadas incitan a los jóvenes a mantener un estado de ánimo constantemente positivo y a estar siempre alegres, tranquilos y optimistas. En teoría, esto les ayudará a atraer lo que desean, pero, en realidad, se trata de algo utópico.
Todos experimentamos situaciones adversas y con ellas viene un amplio abanico de emociones que no debemos reprimir. La ira, la tristeza o el miedo cumplen una función y es importante gestionarlas adecuadamente para mantenernos mentalmente saludables.
Locus de control externo
La pronoia invita a asumir que el mundo conspira a nuestro favor. Sin embargo, esto implica que nosotros no tenemos el control, sino que dependemos de un ente o de una energía externa que nos provee. Estas actitudes se han relacionado con la aparición de trastornos como la ansiedad o la depresión.
Abandonarse en manos de factores externos puede llevar a los adolescentes a sentirse indefensos ante las dificultades. De esta forma, se frustran y se creen incapaces ante la falta de éxito, así como paralizados y desempoderados para diseñar y crear su propia vida.
Falta de acción
La pronoia también puede conducir a la inacción. Si el joven asume que el mundo se mueve a su favor, entiende que no es necesario actuar para lograr sus propósitos. No obstante, el mero hecho de desear algo no hará que esto suceda. Además, tener esta creencia puede llevarle a perder tiempo y oportunidades valiosas. La iniciativa, el esfuerzo y la perseverancia son herramientas muy necesarias que pueden quedar anuladas en estos casos.
Ausencia de realismo
Por último, este tipo de pensamiento nos lleva a desconectarnos de la realidad y a obviar los hechos, que son aquellos que realmente deben dirigirnos. Por ejemplo, el adolescente puede suponer que otras personas le aprecian y desean lo mejor para él cuando esto no es así. O puede creer que su relación de pareja, en la que sufre abuso o maltrato, tiene un «por qué» y todo se resolverá a su favor. Esto es realmente un riesgo, porque puede impedirle poner los límites necesarios.
No hay que llevar el positivismo al extremo
En definitiva, si bien la pronoia no está considerada como un desorden mental, sí tiene componentes de riesgo. Así, la lógica que sigue es similar a la de la paranoia, en tanto que pasa por alto la realidad objetiva. Por esto, es importante prestar atención al contenido que consumen los jóvenes en las redes sociales y hablar con ellos al respecto si observamos que se acercan a estos modelos de pensamiento. Una actitud optimista y positiva es beneficiosa, pero no llevada al extremo.
Bibliografía
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- Doku Ramírez, A., Fonseca Parra, L. F., González Gil, E. J., & Gualdrón Alba, J. C. (2012). Evaluación del Locus de control y su relación con las variables ansiedad y depresión en un grupo de asistentes a atención psicológica (Bachelor's thesis, Universidad de la Sabana).
- Gallagher, M. W., Lopez, S. J., & Pressman, S. D. (2013). Optimism is universal: Exploring the presence and benefits of optimism in a representative sample of the world. Journal of Personality, 81(5), 429-440.
- Goldner, F. H. (1982). Pronoia. Social Problems, 30(1), 82-91.